Paz: ¿Sólo desarrollo rural sin reforma agraria integral?

La Agenda del Acuerdo General firmado entre las Farc y el gobierno del señor J.M. Santos para la terminación del conflicto nacional, establece como primer punto el tema agrario cuya problemática está en el origen de las guerrillas revolucionarias campesinas y su lucha por transformar de manera radical el poder oligarquico imperante.

La política de desarrollo agrario integral establecida en el documento principal señala que "el desarrollo agrario integral es determinante para impulsar la integración de las regiones y el desarrollo social, económico y equitativo del país. En ese sentido se indicaron unos topicos concretos que seran objeto de negociación, una vez instalada la Mesa de conversaciones. Ello son: Acceso y uso de la tierra

a.- Tierras improductivas. Formalización de la propiedad. Frontera agrícola. Protección de zonas de reserva.

b.- Programa de desarrollo con enfoque territorial.

c.- Infraestructura y adecuación de tierras

d.- Desarrollo social: salud, educación, erradicación de la pobreza.

f.- Estímulo a la producción agropecuaria y a la economía solidaria y cooperativa. Asistencia técnica. Subsidios. Créditos. Generación de ingresos. Mercadeo. Formalización laboral.

g.- Sistema de seguridad alimentaria.

Por supesto los enfoques de las partes no coinciden en el tratamiento de dichos aspectos.

Las Farc han planteado claramente que se hace necesario partir de la urgencia de una reforma agraria integral que elimine el dominio de la gran propiedad latifudista de los terratenientes y poderosos ganaderos, dueños de enormes extensiones de tierra. que defienden a capa y espada con ejercitos paramilitares causantes de muerte y desplazamiento de millones de colombianos. Tal reforma integral debe ser diferenciada, atendiendo a la diversidad del territorio nacional. Reforma que debe tener todos los acompañamientos técnicos, científicos, financeros y políticos para que los campesinos gocen de sus derechos como ciudadanos de un Estado moderno y democrático.

Para el gobierno neoliberal del señor Santos y sus delegados el asunto se refiere a unos programas de desarrollo rural, incluidos proyectos de ley, que sirvan de refuerzo al modelo agroindustrial preferido por las multinacionales de los alimentos y los agrocimbustibles.

Modelo que implica más despojo y pobreza para los más de 11 millones de campesinos.

Adicionalmente, el señor Santos quiere despejar enormes extensiones de tierra para facilitar la inversión extranjera en la explotación de minerales, recursos energeticos y en los yacimientos de petróleo. Santos necesita su "pax romana y paramilitar" para darle viabilidad al modelo extractivo de explotación de nuestros recursos naturales, que obviamente será fuente de nuevos conflictos sociales y armados porque las multinaciionales se llevaran toda nuestra riqueza con la complicidad de los grupos dominantes que aprovecharan el momento para incrementar sus fortunas mediante la corrupciòn y el "royalty" individual.

Es que los deseos de paz de la inmensa mayoría de los colombianos estan siendo manipulados por el Jefe de la Tercera Vía Colombiana para plantear un proceso de paz que omita los graves problemas sociales, economicos, políticos y culturales que son la causa objetiva de la guerra civil que padecemos desde hace más de 50 años.

Pero si esa es la intención de la actual clase dominante con el proceso de paz que se ha iniciado en Cuba, es decir, mantener intacto el modelo neoliberal de explotación y miseria, causante de los graves problemas de la salud, la educación y el empleo, por el contrario el pueblo está haciendo la movilización con el fin de propiciar cambios profundos y estructurales en la sociedad, incluyendo todos los ámbitos de la vida pública.

La paz no puede ser un intrumento de legitimación de la maquinaria de muerte, hambre, pobreza y saqueo del pueblo de colombia por parte de una oligarquia voraz y podrida que ahora se viste de manza paloma para apuntalar su régimen capitalista. Acompañada de esquiroles cooptados que son originarios del movimiento obrero revolucionario, como el cantinflesco Ministro de la participación social, el borracho de Lucho Garzon y el decadente y enfermizo Angelino Garzón, el lamentable vice presidente de la República.

Observatorio Socialista para la Paz