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Europa :: 21/07/2008

Ecrito de Carmelo Musumeci sobre los enfermos en prisión y las muertes de presos enfermos en Italia.

La Cizalla Acrata
Carmelo está condenado al ergastolo y es uno de los impulsores de la lucha contra esta medida.

Musumeci. Desde dentro

Se leen pocos hechos esclarecedores y se ven pocos artículos y noticias breves en los periódicos y en la televisión sobre los muertos por deficiencias sanitarias, pero nada de nada sobre los muertos en prisión.También por esto muchxs presxs no aman la (in)justicia de Estado.También por esto muchxs presxs sufren y aceptan en silencio la violencia de Estado para no arriesgarse a ser etiquetadxs e instrumentalizadxs como mafiosos ( los autenticos e intocables mafiosos estan fuera
mientras sus "dobles" cumplen cárcel).

No todos saben o simulan no saber que por deficiencias sanitarias no sólo se muere fuera, en la cárcel se muere más a menudo y más solo. La cárcel en Italia además de no reeducarte te mata y lo hace en silencio sin que nadie se entere. La exclusión de la izquierda -la izquierda auténtica- del parlamento, seguramente ha privado a muchxs presxs de un
instrumento de denuncia y de reivindicación de los derechos violados y/o no reconocidos.

A menudo las personas enfermas en la cárcel son recluidas y sometidas más que el resto porque son las que dan más molestias.Estos días he leído en un libro una frase tomada de un escrito de un campo de exterminio nazi:"Yo he estado aqui y nadie lo sabrá nunca". Por esto he decidido escribir sobre la muerte de Nino. La pena no debe ser venganza, pero en el caso de Nino lo ha sido. Nino era calabres, de estatura pequeña, con la piel oscura y ojos azules. Sonreía siempre y amaba la vida y la familia. Nino frecuentaba el Instituto de Arte de la
cárcel de Spoleto. Nino y yo hemos compartido celda por seis meses.

Nino estaba enfermo y en una ocasión me confesó que su mayor deseo era morir libre cerca de sus familiares. A petición del director sanitario de la cárcel Nino presentó la solicitud de suspensión de pena. Le quedaban por cumplir dos años. Nino fue trasladado al centro clínico penitenciario de Napoles. Cuando la familia fue a visitarlo les comunicaron que Nino había muerto.

Esta es la historia sintética y cruda de Nino pero es también la historia de tantxs presxs que mueren en la cárcel. Seguramente muchxs de ellxs no podrán ser salvadxs pero probablemente en libertad podrán ser curadxs mejor, aunque solo sea con el consuelo del afecto de sus familiares.
Quiero recordar a los gobernantes, a los jueces y a los carceleros que se han ocupado de Nino, que Sandro Pertini -que pasó largos años en prisión- un día dijo:"Cuando vaís a decidir sobre el futuro de un preso recordad, que muchas veces teneís delante a una persona mejor de lo que vosotrxs sois".
Adios Nino, adios hasta las estrellas, no puedo hacer otra cosa que recordarte de esta manera y si me castigan por ello bienvenido sea el castigo.

Carmelo Musumeci
Cárcel de Spoleto (Italia) 11/07/2008

 

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