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Colombia, Colombia :: 06/09/2019

El asesinato de un indígena desarmado a manos del Ejército desata indignación en Colombia

Actualidad RT / La Haine
"No disparen, estamos desarmados"

Uno de los testigos narró que miembros de la Tercera Brigada del Ejército comenzaron a dispararles a los jóvenes, que formaban parte de la Guardia Indígena, pese a que se encontraban desarmados.

Una operación del Ejército colombiano en la zona rural de Jamundí, en el Valle del Cauca, dejó a un joven indígena asesinado y otro herido, en lo que todos los testimonios confirman como una ejecución extrajudicial. 

Omar Gusaquillo y Diego Alexis Vega formaban parte de la Guardia Indígena que hacía vigilancia nocturna, debido al robo de ganado en esta zona rural de Jamundí, al suroeste de Colombia, que históricamente ha tenido presencia de grupos guerrilleros que enfrentan a los narcotraficantes.

Según narró Diego en su primera declaración, a las 5:45 de este jueves, cuando los jóvenes se preparaban para darse un aseo personal en una casa, fueron sorprendidos por elementos de la Tercera Brigada del Ejército, quienes les gritaron: "¡Quietos, manos arriba!". 

Visiblemente asustados, Omar les respondió: "No disparen, estamos desarmados. Somos de la Guardia Indígena". Inmediatamente después de que los jóvenes de la comunidad nativa Kiwe Nasa se identificaron, el Ejército comenzó a dispararles, pese a que los indígenas tienen jurisdicción en esta zona rural.

Como resultado del operativo militar terrorista, Ómar resultó muerto y Diego herido, por lo que fue trasladado por los vecinos a un hospital, evitando así que lo rematen.

Falso positivo

Medios locales reportan que el Ejército había señalado a Omar como miembro de una organización criminal y aseguraron que en la vivienda donde murió "se encontró" un uniforme camuflado, un radio teléfono amarillo y un arma de fuego.

Sin embargo, los vecinos de la zona dijeron a 'Semana' que el Ejército montó un "falso positivo", como se le conoce a los casos, que comenzaron cobn el Gobierno de Álvaro Uribe (2002-2006 y 2006-2010) y siguen hasta ahora, en los que miembros del Ejército presentaban como guerrilleros 'dados de baja en combate' a jóvenes asesinados extrajudicialmente. Incluso recientemente un alto general colombiano envió instrucciones a las unidades militares para que aumenten el número de falsos positivos y así mejorar las pírricas estadísticas de la lucha contra las guerrillas.

Lina Tabares, integrante de la organización de derechos humanos Tesa Paz, denunció que las manos de Omar tenían rastros de tierra, lo que representa "una clara prueba de que al cadáver lo arrastraron". Los vecinos de la zona montaron un cordón humanitario para impedir que la escena fuera modificada, pero no pudieron evitar que los militares inmediatamente después del asesinato planten pruebas falsas.

Cruel asesinato

La Organización Regional Indígena del Valle del Cauca (Orivac) rechazó el cruel asesinato de Omar Guasaquillo.

"Vuelve la zozobra de muertes, amenazas, al territorio colombiano, en especial al Valle del Cauca", denunció Orivac en un comunicado, en el que también acusa al régimen de Iván Duque de su falta de compromiso con los acuerdos de paz firmados con las antiguas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). 

En lo que va del régimen de Iván Duque, que comenzó el 7 de agosto de 2018, al menos 102 líderes y lideresas indígenas han sido asesinados, según datos de la Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC). La ONIC hizo un llamado al Gobierno de Duque a retomar el Acuerdo de Paz firmado en 2016.

 

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