Entregaron el Premio Rodolfo Walsh al teólogo y filósofo a Rubén Dri

“También es posible ser profeta en la propia tierra”
(aforismo implicado AG)

La Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la UNLP le entregó, este jueves 11 de agosto a las 17 horas, el Premio Rodolfo Walsh al teólogo y filósofo Rubén Dri por su compromiso incansable en la defensa de una patria justa, libre y soberana [antes y después de su militancia en el Peronismo de Base, en los '70]. La ceremonia fue en el aula anfiteatrada del edificio Presidente Néstor Carlos Kirchner ubicado en Diagonal 113 y 63.

Rubén Dri es un filósofo destacado del pensamiento nacional y popular, referente ineludible de la teología de la Liberación y del Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo quien, por pedido de la Agrupación Rodolfo Walsh que conduce el Centro de Estudiantes, recibirá el máximo galardón de esta casa de estudios.

De esta forma, los claustros aprobaron en el Consejo Directivo el reconocimiento por “su trayectoria, su militancia incansable, su apoyo las causas del pueblo y del Movimiento Nacional y Popular”.

Merece señalar que, en 2016, la Universidad Nacional de La Plata le otorgó el título Doctor Honoris Causa en nuestra unidad académica.

Alguna vez he diferenciado la amistad en la tarea de la amistad personal. Surgió en una supervisión institucional en un organismo del Estado. No pocos atribuían las dificultades laborales en que no “eran amigos”. Me pareció necesario diferenciar la amistad personal quizá eventual, de la amistad en la tarea que es absolutamente necesaria. Desde ya, hay tareas y tareas. Los grupos de tareas eran (¿eran?) manadas de sicarios destinadas al asesinato, la tortura, el secuestro.

Cuando yo hablo de tarea pienso en Enrique Pichon Riviere. La tarea es la organizadora de la producción grupal. Si la tarea en su dimensión política e ideológico es demoler a la cultura represora, Rubén Dri es un amigo necesario en esa tarea. Un amigo muy necesario.

Las palabras del inolvidable poeta Hamlet Lima Quintana parecen escritas para Rubén; “Y uno se va de novio con la vida desterrando una muerte solitaria, pues sabe, que a la vuelta de la esquina, hay gente que es así, tan necesaria”

Considero que soy de Rubén un amigo en la tarea, pero no solamente. Tenemos una fuerte resonancia afectiva e ideológica. Quizá la política nos separa, pero tampoco demasiado. Rubén Dri es un teólogo de la liberación que conmueve mi corazón ateo. He tenido el honor de presentar su libro “La Iglesia Profética La Iglesia Sacerdotal”. Lo profético es otra forma de conceptualizar a la cultura no represora. Lo sacerdotal es otra forma de conceptualizar a la cultura represora. No es lo mismo, pero es igual.

Jesús fue profeta, el Che fue profeta. Y algunos lo son aún en su tierra. A mi criterio, toda la obra escrita, toda la obra vivida por Rubén Dri tiene una dimensión profética. Y otorgarle la categoría del “último” es más una licencia retórica, que una realidad política. Parafraseando a Bertold Brecht “pobre de la tierra que no tiene profetas. Y pobre de la tierra que necesita profetas”.

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