La sequía de la Guajira se ensaña en los niños indígenas Wayuu

Una verdadera catastrofe humana ocurre hoy en el Departamento de la Guajira, al Norte de Colombia, en la región Caribe. Las comunidades indigenas lo están alertando por todos los medios, pues niños menores de 6 años mueren de sed y hambre porque sus madres se quedaron sin recursos de supervivencia a consecuencia de las severas condiciones de vida que padecen, no obstante la propaganda gubernamental que proclama a los cuatro vientos la gran prosperidad de la economía nacional que solo favorece a los conglomerados financieros monopolicos y a las multinacionales de los hidrocarburos.

La situación mas dramática ocurre en las escuelas y centros escolares del área rural de la Guajira, como la concentración educativa Mulujut Chon, localizada en La Media Guajira. Los escolares son las victimas de la escasez de agua como resultado de la sequia y la destrucción de las fuentes de la misma por la actividad extractivista. El precioso líquido no alcanza para todos y menos para cientos de cabezas de ganado.

Como la ayuda y las anunciadas actuaciones del gobierno para atender la emergencia que sobrevino no se hacen realidad, los daños en la poblacion menor se multiplican. La pobreza es inimaginable en las rancherias donde las casas en las que viven decenas de familias indigenas estan hechas con paredes de barro y las mas modernas con viejas tejas de zinc. Ademas de sed, hay hambre.

El agua la sacan de la tierra en condiciones muy complicadas, no es potable y la que reunen no es suficiente para atender las necesidades primarias. Tampoco hay alimentos porque los cultivos se secaron y las familias no tienen recursos para comprar. Además, para obtener cualquier producto toca hacer largos recorridos por caminos espantosos.

En medio de estos problemas están los niños que no reciben los alimentos necesarios y tienen un futuro incierto.

Los niños wayuu están muriendo de hambre y sed y es poca o ninguna la atención del Estado, porque el mismo es propiedad de las mafias del narcotrafico y de los parapoliticos del Cesar y la Guajira que han organizado ejercitos privados para exterminar cualquier clase de protesta u oposicion democrática. Hay diversas estadísticas. Muchas dicen que en La Guajira han muerto 6.000 menores de cinco años en este 2014, otras que la cifra es de 20.000 y viene desde el 2011.

Lo cierto es que han muerto decenas de niños por desnutrición y sed, afirmó Aida Avella, lider de la Union Patriotica, quien ha volcado su trabajo hacia las mujeres y los niños de la comunidad indígena wayuu de la Guajira. Avella ha señalado que este no es un asunto de estadísticas, sino una realidad tenaz a la que el Estado poco le interesa.

La inconformidad entre la población esta en auge y se adelantan diversas reuniones y Asambleas en Maicao, en Riohacha, en San Juan, en Uribia, Manaure, en los otros 10 municipios y en las veredas y coregimientos para darle forma a un movimiento social de reivindicaciones muy concretas para superar la grave coyuntura de la nacion wayuu.

Para el lunes 11 de agosto se han previsto concentraciones pacificas y plantones frente a las entidades publicas con el objeto de que se aporten soluciones oportunas que eviten mas daños entre los niños indigenas.