Nepal: Partido Comunista (Maoísta) se retira del gobierno

En un cambio de política, anunció un programa de protestas de masas para “trastornar los planes electorales en marcha”, a saber aquellos de la Asamblea Constituyente que originariamente iban a celebrarse en junio y ahora están programados para el 22 de noviembre.

En abril de 2006 un levantamiento popular obligó al rey a restaurar el parlamento al que había suspendido. Se declaró un cese al fuego en la guerra popular de diez años que el PCN (M) había estado dirigiendo. En noviembre de 2006, el partido firmó un Acuerdo político global de diez puntos con los siete partidos parlamentarios para formar un gobierno interino y celebrar elecciones a una Asamblea Constituyente a fin de decidir la futura forma de gobierno del país y la suerte de la monarquía. El partido aceptó el acuartelamiento del Ejército Popular de Liberación en campamentos y el almacenamiento de sus armas en bodegas bajo la supervisión de la ONU. El PCN (M) entró al parlamento a comienzos de 2007. En abril cuatro miembros del partido empezaron a trabajar como ministros en el gabinete del primer ministro G. P. Koirala.

Durante esos meses, las fuerzas reaccionarias en la región del Terai (las llanuras colindantes con la India) organizaron oposición al PCN (M), con el apoyo de los gobiernos estadounidense e indio. En el Terai vive cerca de la mitad de la población del país, con varias etnias, y la próspera agricultura es esencial para la economía del país.

El Grupo Internacional de Crisis proimperialista con sede en Bruselas dice que el movimiento le da “esperanzas a las fuerzas monárquicas duras y fundamentalistas hindúes, entre ellas fuerzas del otro lado de la frontera, quienes lo ven como una oportunidad para trastornar el proceso de paz” dirigiendo actos violentos contra los maoístas (“La perturbada región del Terai de Nepal”, Asia Report, #136, julio de 2007). Algunas fuerzas que se dicen representantes del pueblo madhesí de la región denunció al PCN (M) por aceptar un proyecto de constitución interina que no cumple las promesas del partido acerca de la representación proporcional en el gobierno nacional y la autonomía regional. En un incidente muy infame, una chusma atacó a militantes y partidarios del partido maoísta en la aldea de Gaur en marzo y mató a 27 personas. El embajador norteamericano y figuras políticas indias todo menos lo aplaudieron.

A su vez, las condiciones para los combatientes del Ejército Popular de Liberación en los campamentos son deplorables, con una fuerte escasez de comida y una falta de albergue digno, a pesar de numerosas protestas del PCN (M) de que se han estado violando las promesas del gobierno y de la ONU.

Ahora la situación de Nepal ha llegado a un punto de viraje importante. El PCN (M) propuso 22 demandas al gobierno de Koirala, sobre todo que el parlamento elimine de inmediato la monarquía, sin esperar la Asamblea Constituyente, y que las elecciones para la misma sean proporcionales a fin de asegurar una representación adecuada de las nacionalidades y otros sectores oprimidos. El partido asumió la posición de que no se puede celebrar una “verdadera elección” sin la previa abolición de la monarquía. Koirala respondió que aunque estaba a favor de un fin a la monarquía, no había ninguna posibilidad de lograrlo antes de convocar a la Asamblea Constituyente ni cambiar los planes para las elecciones.

El 18 de septiembre los ministros del PCN (M) renunciaron al gobierno. En un mitin de masas en Katmandú ese día, un líder del PCN (M), Baburam Bhattarai, dijo: “Lucharemos por el objetivo de celebrar verdaderas elecciones, y no por este drama hipócrita”. “No aceptaremos el código de conducta anunciado por la comisión electoral y trastornaremos todos los planes electorales en marcha”, dijo ante la animada multitud. “Lanzaremos protestas pacíficas, pero tenemos el derecho a oponerse a aquellos quienes tratan de reprimir nuestro programa pacífico”.

El PCN (M) planteó un cronograma para la “primera fase” de una campaña de agitación. Empezó con un “procesión fúnebre” para la monarquía” el 18 de septiembre, y una campaña de puerta en puerta del 19 al 21 septiembre y reuniones y otras campañas a partir del 22 de septiembre. El Sindicato de Transportistas de Nepal, dirigido por los maoístas, llamó a estallar una huelga el 23 de septiembre contra los arrestos y el hostigamiento por parte de la policía. Levantaron barricadas en llamas en una importante autopista y detuvieron los autobuses y camiones en otras partes.

Del 29 de septiembre al 3 de octubre, según informes periodísticos en nepalí, el PCN (M) desenmascarará a los corruptos en el poder y aquellos responsables de las atrocidades cometidas contra el movimiento popular de abril de 2006. El 30 de septiembre se organizarán gherao (plantones de brazos cruzados) en todas las Oficinas de Administración de Distrito del país. Se anunció un bandh (huelga general y paro) del 4 al 6 de octubre, para impedir la nominación de los candidatos para la Asamblea Constituyente el 5 de octubre.

Se decidió este cambio de política en la V Reunión Ampliada del Comité Central del PCN (M) del 3 al 8 de agosto. Los 2.174 miembros del partido participantes en la reunión eran integrantes del Comité Central, líderes de los comités de distrito, cuerpos del Ejército Popular de Liberación, organizaciones populares, etc. Se celebró en una zona industrial de la capital. El documento central, presentado por el camarada Prachanda, el presidente del partido, planteó “unirse a fin de hacer un nuevo avance ideológico y un nuevo movimiento revolucionario”.

El comunicado de prensa posterior firmado por el presidente Prachanda explica: “El documento tiene tres partes importantes. La primera aborda importantes cuestiones ideológicas y políticas. La segunda sintetiza el movimiento pasado y las negociaciones de paz. La tercera explica las siguientes tácticas y planes del partido...

“En el contexto de discutir ‘Algunas cuestiones teóricas fundamentales’, se señaló la importancia de distinguir la diferencia entre las posiciones marxista y oportunista, principalmente acerca del compromiso, la reforma y la revolución, y los revolucionarios recibieron instrucciones de mantenerse resueltos en el marxismo-leninismo-maoísmo y en el camino Prachanda mediante la lucha contra el capitulación de derecha, la vacilación centrista y el aventurerismo ‘de izquierda’. En el actual contexto de negociaciones y desarrollo pacífico de la revolución, el documento menciona la cuestión de que los revolucionarios deben darle prioridad a la lucha ideológica contra la tendencia de derecha de ‘convivir con el status quo, contentarse con el compromiso y la reforma, y negarse a impulsar la revolución hacia adelante’. Asimismo, el documento señala que no se debe restarle importancia a la lucha contra el oportunismo centrista que se manifiesta de diversas formas de modo que uno siempre se deja vacilar entre el correcto y lo incorrecto, habla de la revolución pero practica el reformismo de derecha, y muestra un sentir de desilusión, frustración y escapismo. El documento recomienda que los revolucionarios se cuiden del peligro de retórica y aventurerismo ‘de izquierda’, que ‘sin hacer un análisis concreto de las condiciones concretas, se opone subjetivamente a toda clase de compromisos’”.

En la parte “Estrategia y tácticas de la revolución”, “el documento explica que el partido, con unas tácticas flexibles y una estrategia firme de la revolución democrática, ha sintetizado un lema de una conferencia de todo el partido, un gobierno interino y la elección de una asamblea constituyente como táctica política mientras llega a la segunda conferencia nacional histórica celebrada en 2001 y lo mismo con modificaciones se ha llevado a cabo hasta ahora desde la reunión de Chunwang en 2005. Asimismo, respecto al lema táctico de la república democrática, citando la decisión de la reunión de Chunwang, el documento dice: ‘El partido ha considerado que la república democrática no es ni la forma de una república burguesa parlamentaria ni la forma de una república de nueva democracia. Con una amplia reorganización del poder estatal, esta república desempeñará un papel de república pluripartidista de transición de modo que resuelva los problemas relacionados con las clases, nacionalidades, regiones y géneros’”.

Este concepto de una “república pluripartidista de transición” que no es “ni una república burguesa parlamentaria ni una república de nueva democracia” ha sido un pilar teórico básico de las acciones del partido en los últimos años.

En la siguiente parte que “valoriza las negociaciones de paz y los posteriores sucesos, el PCN (Maoísta), que no se había incorporado en la vieja corriente parlamentaria tradicional, pero que para conservar los avances de los diez años de la guerra popular, había participado en un Estado de transición de compromiso a fin de institucionalizarse mediante una asamblea constituyente una república democrática de nuevo tipo pero que ahora ha concluido que los principales partidos parlamentarios que encabezan el gobierno, en contra del espíritu de acuerdo de doce puntos, han destruido las bases de unidad con el PCN (Maoísta). En particular, ‘si bien se dijo que el ejército del gobierno se acuartelará en las barracas y el Ejército Popular de Liberación en los campamentos para que Estado provisional tuviera un carácter neutral en la medida de lo posible y que se tomaran por consenso todas las decisiones sobre el funcionamiento del Estado’, una conclusión importante de la resolución es que ‘se aproxima el fin de la base teórica, política y moral para la participación del PCN (Maoísta) en el gobierno porque se ha tratado de manejar el Estado en el actual período de transición como el Estado feudal, burocrático y comprador burgués’. Así que con un serio aviso a las fuerzas que encabezan el gobierno interino, la propuesta dice: ‘El PCN (Maoísta) no tendrá ninguna alternativa salvo impulsar el movimiento y retirarse del gobierno, si no se garantiza que siga funcionando el gobierno interino según el espíritu del acuerdo, poniendo fin al terror y la conspiración feudal regresiva en marcha contra las elecciones de la asamblea constituyente, declarando la república, emprendiendo acciones contra los autores criminales de las matanzas en Madhesh, dando a conocer el paradero de los ciudadanos desaparecidos, dando ayuda sin discriminación (por igual) a las familias de los mártires, impulsando el proceso de reforma agraria científica según el espíritu de la constitución interina, tomando medidas efectivas para detener las matanzas, conspiraciones y terror contra el PCN (Maoísta) y tratando con respeto al Ejército Popular de Liberación’”.

Con respecto a la firma del Acuerdo de Paz Global y la política del PCN (M) desde entonces, el comunicado señala que “la táctica del partido desde el acuerdo de doce puntos hasta la participación en el gobierno interino fue correcta y trajo ventajas políticas; no obstante, en la resolución se ha hecho una seria autocrítica a nombre del partido por unos errores y debilidades cometidos”. Entre otros enumera los problemas del partido en la “coordinación entre el compromiso y la lucha” después del asesinato de los maoístas en la región madhesí y el de no “informar a las masas” del trabajo duro pero a la larga fallido del partido en las negociaciones para hacer que la alianza de los siete partidos aceptara “un sistema estatal federal y elecciones proporcionales”, que “dieron una oportunidad a los reaccionarios y los oportunistas para lanzar una campaña contra el partido regando la confusión de que los maoístas habían abandonado su agenda en Madhesh”.

En las conclusiones, el documento de la reunión advierte: “Existe una situación de contradicción triangular entre las fuerzas monárquicas feudales, las fuerzas parlamentarias burguesas del status quo y las fuerzas democráticas revolucionarias y cada quien por su cuenta trata de predominar”. La situación consta de “una crisis revolucionaria muy fluida y seria”.

Es probable que en las semanas y meses por venir, la lucha de clases siga agudizándose en Nepal. Los enemigos de la revolución de Nepal y sus amos extranjeros ya han dado una vislumbre de su disposición de utilizar métodos políticos y métodos violentos en su trabajo para consolidar el orden reaccionario en medio de esta “crisis revolucionaria seria” y borrar todo rastro de la guerra popular de diez años. Sin duda esta situación tumultuosa atraerá mucha atención a la cuestión de qué clase de Estado y qué clase de sistema que se necesita en Nepal y los medios para lograrlo.

(El comunicado de prensa íntegro en nepalí y en inglés se halla en www.cpnm.org.)