Paraguay: presentación del libro del preso político Agustín Costa en Caaguazú

"Dedico esta entrega y sacrificio a todo el pueblo pobre del Paraguay, esperando que sea una luz en el camino que nos espera por recorrer", sostiene Acosta

Por Lella de Misiones (desde Asunción).- Hoy, al cumplirse 8 años del apresamiento de los seis campesinos paraguayos en Argentina, se realizará la presentación del libro que uno de ellos, Agustín Acosta escribiera durante el año 2007 en la prisión de Marcos Paz, Buenos Aires.

Este año se lanzó la segunda edición, enriquecida con nuevos enfoques, a cargo de la editorial Keremos Kultura, que ya fuera presentada el 31 de marzo pasado en Asunción.

El libro es el resultado de las reflexiones colectivas de los seis dirigentes campesinos encarcelados, perseguidos por su militancia política. La actividad se realizará a partir de las 18:00 hs en la Casa de Retiro “Paz y Bien” de Caaguazú, la ciudad natal del autor, y estará a cargo de Mirna Rodríguez, Bernardo Coronel y Nayeeb Amado.

El volumen originalmente fue coeditado en Argentina por las editoriales América Libre y El Colectivo en el año 2008, habiéndose agotado la primera edición. El texto de contratapa fue escrito en Buenos Aires (2007), más exactamente en una celda del penal de Marcos Paz.

Texto de contratapa

“Desde la cárcel de Marcos Paz, desde este rincón de lucha y resistencia donde me ha colocado la lucha de clases, escribo estas líneas desvelado por la lejanía de mis seres queridos. Sosteniendo mi convicción en la lucha por más dura que sea la prueba que me toca enfrentar, se impone la necesidad de seguir luchando hasta lograr la liberación de nuestro pueblo de la miseria y la opresión generada por la oligarquía mafiosa del Paraguay y el imperialismo yanqui. Estoy convencido de que nada está perdido mientras se tenga claridad ante el enemigo. Seremos libres si sostenemos la firmeza de nuestras posiciones políticas. Ruego al pueblo que asuma su rol como protagonista de la historia, acompañando esta lucha gigantesca frente a la que aprendí a estar de pie con la moral alta, con humildad y con la serenidad suficiente para soportar tanta injusticia. Dedico esta entrega y sacrificio a todo el pueblo pobre del Paraguay, esperando que sea una luz en el camino que nos espera por recorrer. En medio de tanta adversidad aprendí que se tiene miedo de lo que no se conoce, comprendiendo que una cosa contiene su propia contradicción”.