rifas macabras del ejercito colombiano...

El Ejército de Colombia que pronto recibirá los obuses fabricados en Trubia por la General Dynamics, rifa entre los soldados quién mata a quién. Ejecutan víctimas civiles, inermes, incluso bebés; luego son presentados como guerrilleros dados de baja en combate, pero si les descubren dicen que fue un error, pero a veces la Justicia funciona y se comprueba lo que una persona acogida por el Programa de Derechos Humanos denunció durante su estadía en Asturias en el verano de 2004: que no eran guerrilleros, ni fue un error, simplemente... la tropa oficial asesinó a esos civiles... y a muchos más cuyos familiares y organizaciones aún esperan justicia

POR LA VIDA, CONTRA LA GUERRA Y EL TERROR DE ESTADO EN COLOMBIA:

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EL TIEMPO
1 de Agosto de 2006
En juicio por caso de Cajamarca, soldado dice que un cabo rifó la muerte de un campesino

Según la declaración, el cabo José Gómez rifó entre los soldados de la patrulla quién debía rematar al campesino Norbey Mendoza.

En el comienzo de la audiencia de juicio contra siete militares de la Sexta Brigada del Ejército, acusados de la muerte de cinco campesinos en Cajamarca (Tolima) en el 2004, uno de los soldados soltó un testimonio que dejó fríos a los asistentes: John Jairo Guzmán Gallego confesó haber matado en estado de indefensión a Norberto Mendoza Reyes, el único de los labriegos que había sobrevivido.

Y eso no fue todo. Afirmó que lo hizo porque se ganó "una rifa" que su superior realizó entre los miembros de su patrulla para escoger quién debía quitarle la vida al campesino que aún estaba herido. "Mi cabo (José Alejandro) Gómez nos dijo que los muertos no hablaban y que tocaba matar al único sobreviviente", aseguró.

La muerte de los campesinos ocurrió el 10 de abril del 2004 y fue uno de los grandes escándalos protagonizados por militares, junto con el de Guaitarilla (Nariño).

El hecho generó gran controversia toda vez que el presidente Álvaro Uribe dijo que se había tratado de un error militar, que los informes de los comandantes de esa zona atribuían al mal tiempo.
Allí murieron Albeiro Mendoza Reyes, Julio César Santana Reyes, Yamile Urueña Arango y Cristian Albeiro Mendoza, de 6 meses. Norberto Mendoza quedó herido y luego fue rematado.

Según el soldado Guzmán, antes de dispararle al campesino cerró los ojos, giró el cuerpo a la izquierda y soltó la ráfaga. Recordó que el cabo anotó el "número ganador" en su celular.

Reinaldo Villalba, representante de las víctimas, afirmó que las palabras del soldado Guzmán "reafirman que los hechos de Cajamarca no fueron un error militar consecuencia de una operación, sino que la patrulla decidió realizar la ejecución".

Al terminar la audiencia, EL TIEMPO habló con el cabo Gómez y con el soldado Luis Ramos, quienes negaron la versión de Guzmán.

"Es una fantasía, él se la inventó. Él fue el que disparó por error contra los campesinos y luego ejecutó al sobreviviente, y nos amenazó si decíamos la verdad’, dijo Ramos.

Este relató que el 11 de abril, un día después del hecho, los soldados que dispararon fueron citados al Batallón Rooke, en Ibagué, por el capitán Juan Carlos Rodríguez Agudelo, comandante de la unidad, que en el momento de los hechos estaba en Bogotá.

"Nos dijo que había que proteger al soldado Guzmán y que teníamos que hacer un pacto de sangre, que el que hablara se iba para el hueco", coinciden en Gómez y Ramos.

La audiencia fue suspendida y se reanudará el 6 de septiembre, porque uno de los abogados defensores de los soldados no asistió.

Lo que sigue en el juicio

Para el 6 de septiembre quedó suspendida la audiencia pública, porque el abogado Fernando Castellanos, defensor de cuatro soldados, no asistió. El juicio será reanudado con la intervención de Reinaldo Villalba, de la parte civil, que expresó su deseo de interrogar al soldado John Jairo Guzmán.

Terminados los interrogatorios a los siete soldados, los sujetos procesales podrán aportar las pruebas testimoniales, solicitadas durante la audiencia preparatoria. Luego, tan pronto termine esta etapa, deberán intervenir el fiscal, la Procuraduría General y la parte civil.

Antes del cierre de la audiencia, los soldados y sus defensores tienen derecho a intervenir. Se calcula que el juicio se prolongará durante varias semanas, porque el juzgado de la causa tiene 100 procesos en despacho para fallo y un promedio de siete audiencias por día.

Oficial involucrado tenía otra condena

El capitán del Ejército Juan Carlos Rodríguez Agudelo, a quien la Fiscalía le dictó medida de aseguramiento el 9 de mayo pasado, por homicidio, desaparición forzada y secuestro extorsivo, por una masacre de campesinos en noviembre de 2003 en Cajamarca, había sido condenado en otro proceso.

El oficial tiene una sentencia a 12 años de cárcel por tráfico de armas y de estupefacientes, emitida el primero de diciembre de 2005 por el Juzgado Sexto Especializado de Bogotá. El fallo fue
confirmado por el Tribunal Superior de Bogotá en abril pasado.

Rodríguez quedó a órdenes del Juzgado Tercero de Ejecución de
Penas y recluido en la cárcel La Picota. Voceros judiciales dijeron que ese despacho le otorgó la prisión domiciliaria y este, al parecer, se habría fugado.

MIGUEL ANTONIO HERRERA
Corresponsal EL TIEMPO Ibagué