Acuartelamiento y saqueo: Protesta policial y social
Quisiera demorarme en la policía cordobesa, porque fue la provincia que activó y disparó el conflicto. Por empezar digamos que no se trataba de un conflicto nuevo. En el mes de marzo de este año ya hubo reclamos semejantes que se taparon sumariando y sacando de la fuerza a sus promotores principales. Al interior de esa policía el telón de fondo de la “huelga” fue el malestar policial existente alimentado por dos vías. Por una, los recientes descabezamientos de la cúpula policial y los procesamientos de los cuerpos intermedios producto del narcoescándalo. Por la otra, la repercusión que tuvo la 7° Marcha de la Gorra en el mes de noviembre en las propias filas policiales (una marcha que, dicho sea de paso reunió a 15 mil personas en la calle). Ambos hechos produjeron una grieta entre las dirigencias política y policial. El tradicional pacto que organizaba los papeles de estos actores se tensó otra vez y empezó a fisurarse.