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México :: 06/12/2004

Comunicados de las FARP y ERPI (México)

La Haine - México
Comunicados de las Fuerzas Armadas Revolucionarias del Pueblo y del Ejercito Revoluciario del Pueblo Insurgente en el aniversario de la muerte en combate del guerrillero Lucio Cabañas Barrientos.

COMUNICADOS EN RECUERDO DE LUCIO CABAÑAS BARRIENTOS

Nuevo comunicado de las FARP

""() Los soldados gritaban:
-¡Ríndete Lucio Cabañas!
Pero el Comandante les contestaba gritando sin que le temblara la voz:
-¡Aquí nadie se rinde! ¡Viva el Partido de los Pobres! ¡Viva México! ¡Hasta Vencer o Morir!"

Fragmento del libro Lucio Cabañas y el Partido de los Pobres. Una experiencia guerrillera en México.

Al pueblo pobre de México:

Compañeros, el arduo e incesante trabajo que estamos desarrollando para la construcción y consolidación de bases de apoyo populares en diferentes Estados del país, no puede ser un obstáculo para no dedicar unas cuantas pero muy sentidas palabras al comandante Lucio Cabañas Barrientos, muerto en combate hace ya 30 años.

Al comandante Cabañas le tocó la enorme tarea de crear un Partido que aglutinara con sus demandas y soluciones al pueblo más pobre del país. Y lo logró, aunque no hubiera podido consolidarlo en todo el país. Hablamos de la creación del Partido de los Pobres, el PDLP, y de su Brigada Campesina de Ajusticiamiento.

Después de Rubén Jaramillo, del Grupo Popular Guerrillero, encabezado por el maestro Arturo Gámiz, de la guerrilla del joven estudiante Oscar González Hiriarte y de la Asociación Nacional Cívica Revolucionaria dirigida por el maestro Genaro Vázquez, no existió otra guerrilla tan arraigada al pueblo como la Brigada Campesina de Ajusticiamiento del Partido de los Pobres.

Lucio Cabañas, maestro muy querido por sus alumnos, por los padres y madres de éstos, y también respetado, aún de mal modo, por las autoridades gubernamentales, agotó todos los tipos de lucha legal posibles. Hasta que quisieron asesinarlo un 18 de mayo de 1967; hasta que atestiguó cómo ese maldito día el gobierno asesinaba a mansalva a algunos de los padres de familia que lo protegían con sus cuerpos; hasta que pudo observar cómo una vorágine de rabia popular lo defendía del gobierno; sólo entonces decidió subirse a las montañas, llevar adelante la vida clandestina y prepararse para la revolución. Es cierto, Lucio ya había empezado a crear desde antes redes clandestinas de trabajo político con el pueblo. Lucio lo hizo porque estaba convencido ya de que un cambio pacífico en México, en beneficio de todo el pueblo, era -como lo sigue siendo hoy- imposible. La matanza del 18 de mayo en Atoyac sólo vino a confirmarlo.

Lucio Cabañas no estuvo solo nunca. El pueblo lo respaldaba. Y cuando decimos que el pueblo lo respaldaba no exageramos. Lo que pasa es que cuando hablamos del pueblo no nos referimos a la ambivalente "sociedad civil" sino a la gente pobre y honesta que conserva, en palabras de José Martí, un mínimo de decoro, la suficiente dignidad que la hace indomable. El PDLP fue ni más ni menos que una de las expresiones populares organizadas más importantes del pueblo a lo largo de toda su historia. El pueblo, de manera independiente, dispuesto a luchar a muerte por sus justas reivindicaciones, eso era el PDLP.

Estamos seguros de que hasta antes de 1994, cuando reaparecen públicamente diversos ejércitos guerrilleros y otras agrupaciones armadas del pueblo, no se tuvo conocimiento de otra manifestación de rebeldía popular más importante y genuina como la del PDLP. Ciertamente, las FLN, el PROCUP y otras organizaciones político-militares no dejaron nunca de trabajar, pero lo siguieron haciendo desde la clandestinidad, dada la campaña generalizada de represión gubernamental en contra de toda manifestación social, política o política-militar del pueblo.

En ese sentido, sólo la estrategia de guerra sucia del parte del gobierno mexicano pudo evitar el crecimiento del PDLP y su triunfo definitivo en todo el país. Hoy el ejército federal puede contar entre sus "glorias militares" haber torturado, desaparecido y asesinado a cientos de mexicanos indefensos, sobre todo guerrerenses, antes de poder dar con Lucio Cabañas. Hoy que el gobierno y ejército federales se dicen tan abiertos al escrutinio y honestos, deberían hablar sin tapujos de la manera como negociaron, apoyados por el gobierno norteamericano, con Isabel y Anacleto Ramos Ramírez, connotados narcotraficantes de Guerrero, diversa información acerca de los movimientos tácticos de la Brigada Campesina de Ajusticiamiento en la sierra de Guerrero.

A la mala, sólo a la mala pudieron con Lucio Cabañas. Ningún ejército debiera vanagloriarse de una victoria militar obtenida por medio de alianzas con narcotraficantes y con torturas, desapariciones y asesinatos de gente civil. Jamás el honor militar de los antiguos militares mexicanos, sus grados más altos: águila, tigre, otomí, fueron obtenidos matando a adversarios indefensos. Por el contrario, esos grados se los ganaban combatiendo con valor y dignidad. En este sentido, el ejército federal mexicano se parece más a su equivalente norteamericano actual que al que, por ejemplo, combatió al ejército francés en el periodo de Benito Juárez. Desde que Carranza usó los métodos más bajos, incluido el de la traición, para aplastar a los zapatistas y villistas, el ejército federal no cuenta con campañas honorables. (Salvo, quizá, la defensa del puerto de Veracruz, hecha precisamente en contra del mismo ejército al que hoy cada vez está más subordinado.) Y esos mismos métodos fueron los que el ejército federal, comandado por un agente secreto de la CIA, Luis Echeverría Álvarez, utilizó en contra de la Brigada Campesina de Ajusticiamiento.

Lucio Cabañas, hijo de revolucionarios zapatistas, vive, y es inmortal. En México, ninguna organización político-militar actual, por muy original, grande y exitosa que sea, puede menospreciar el legado histórico de la Brigada Campesina de Ajusticiamiento del PDLP. Enormes enseñanzas se pueden obtener para la lucha actual a partir del estudio serio y pormenorizado de esa experiencia guerrillera. Podemos decir sin equívoco alguno que no se puede explicar el mejor desarrollo que en general tienen las organizaciones político-militares actuales del país, sin atender la experiencia de la guerrilla cabañista.

Lucio Cabañas y su Brigada Campesina de Ajusticiamiento, sin duda son parte de esos patriotas que fueron y son verdaderamente quienes obligaron y han obligado a abrir los pocos espacios relativamente democráticos que hoy existen en el país. Los cretinos y los oportunistas de siempre, cuyos nombres los omitimos porque ensuciarían este texto, siempre ignoran y desdeñan esta verdad.

Lucio Cabañas, las montañas te extrañan. Todos te extrañamos y trabajamos fuerte para que pronto puedas acompañarnos en el largo sendero que aún nos falta recorrer.

Por último, nosotros, como el comandante Lucio Cabañas, siempre nos hemos asumido de manera honesta y franca ante el pueblo como marxistas-leninistas. No somos comunistas vergonzantes. Luchamos, como el comandante Lucio Cabañas, por el socialismo. Y cuando alguien pueda acudir a una de nuestras bases de apoyo, encontrará que sus habitantes luchan por eso también, por el socialismo. Encontrarán gente sencilla del pueblo sin miedo a los "demonios" del socialismo, sin prejuicios absurdos. Encontrarán campesinos y obreros marxistas, leninistas, maoístas, zapatistas, villistas, magonistas, jaramillistas y, por supuesto, también cabañistas. Pero encontrarán compañeros socialistas más solidarios, más honestos, más humanos y más democráticos que cualquier dirigente, sin importar su nivel jerárquico, de cualesquiera de los partidos políticos con registro legal que existen en México.

Hoy las FARP también nos asumimos como cabañistas. Y declaramos estar muy orgullosos de ser guerrilleros que con todos nuestros defectos formamos parte de todos los luchadores sociales que dan continuidad concreta a la lucha inconclusa del Comandante Lucio Cabañas Barrientos.

¡Viva el Comandante Lucio Cabañas Barrientos!
¡Viva la Brigada Campesina de Ajusticiamiento!
¡Viva el Partido de los Pobres!
¡Viva el Pueblo en Armas!

¡Patria libre!
¡Y socialista!

Fuerzas Armadas Revolucionarias del Pueblo, FARP.

República Mexicana, a 2 de diciembre de 2004.

Comunicado del ERPI

do No. 7¡Lucio vive!

Hay hombres que luchan un día y son buenos
Hay otros que luchan un año y son mejores
Hay quienes luchan muchos años y son muy buenos
...Pero hay los que luchan toda la vida esos son los imprescindibles
-BERTOLD BRECHT

Este dos de diciembre se cumplen treinta años de la muerte en combate del comandante Lucio Cabañas Barrientos en Otatal municipio de Tecpan de Galeana estado de Guerrero. Nuestro Comandante Lucio fue un hombre congruente con sus ideas, que estuvo a la altura de las necesidades de su pueblo. Y forjó un movimiento social con miras a cambiar la situación de miseria e injusticia que vive la sociedad. Lucio no buscó un puesto en el gobierno ni saciar ambiciones personales, su lucha buscaba la liberación de los mexicanos.

La lucha de nuestro comandante no fue en vano, puesto que nuevas generaciones han recogido sus ideales. Su lucha obligó al Estado abrir espacios a los partidos de oposición; gracias a lucha de Lucio, muchos gozan hoy de posiciones de poder. Nos referimos a nuestro comandante pero no nos olvidamos de los combatientes y luchadores, tanto del PDLP como de otras organizaciones armadas de la época, que murieron anónimamente o que fueron desaparecidos o torturados por el ejército.

La influencia del pensamiento de Lucio y su quehacer se manifiestan en el ERPI y otras organizaciones que emprenden la lucha armada. Pensamos que el "ser pueblo, hacer pueblo, estar con el pueblo" va mucho más allá de una consigna pues es nuestro modo de hacer política.

Ser pueblo
Podemos decir que "el ser pueblo" es la antítesis de la politiquería existente entre la clase política, la cual puede resumirse con la consigna de "ser transa". Los gobernantes se divorcian de las necesidades del pueblo, para acercarse a los ricos y a las grandes empresas en busca de prebendas.
En el ERPI, planteamos, que nuestro principal compromiso es con el pueblo. Este principio define buena parte de nuestra ética y nuestros métodos de trabajo. El "ser pueblo" también significa mantener una relación horizontal y democrática con el pueblo, no creernos más que el pueblo, que es lo que somos finalmente; ello implica que el revolucionario no debe gozar de privilegios o un tratamiento especial.

Hacer pueblo
Nosotros entendemos por "hacer pueblo", construir, consolidar y ampliar el poder popular. Por poder popular, queremos decir la soberanía del pueblo: entre otros conceptos, es que el conjunto del pueblo decida su porvenir, es la economía al servicio del pueblo y no al revés. Es lograr la participación plena y profunda de las clases populares en los procesos políticos, y ante cualquier agresión a estos esfuerzos completamente justos, ejercer nuestro legítimo derecho a la autodefensa armada.

En aquellos tiempos, como lo transmiten compañeros veteranos del PDLP se practicaban asambleas comunitarias y la elección democrática de la dirección del PDLP. Hoy en día, se practican políticas similares en nuestras comunidades insurgentes y en otras áreas de trabajo.

En esto de "hacer pueblo", Lucio tenía claro que toda acción del PDLP debía ir dirigida a penetrar el tejido social y a fortalecer y beneficiar el movimiento revolucionario en su conjunto. Hasta se dieron algunas coordinaciones fructíferas entre el PDLP y otros movimientos armados. En el ERPI, tenemos presente que el objetivo del enemigo es "deshacer pueblo", por medio de la intimidación, la división, la desinformación y la creación de grupos paramilitares, por nombrar solamente algunas tácticas. Ante ello, recurrimos a la autodefensa.

Estar con el pueblo
Luchamos junto al pueblo, en este acompañamiento, desarrollamos estrategias para avanzar en la construcción del poder popular. No nos consideramos una vanguardia autoproclamada y que acompañaremos y defenderemos al pueblo en sus diversas luchas.

Este principio de Lucio también presenta consideraciones ético-militares. Nuestros dirigentes siempre se encuentran en la primera línea de combate o en el cumplimiento de tareas revolucionarias.

A 30 años de la muerte del comandante Lucio, la pobreza, la marginación, la represión del estado, el presidencialismo, la falta de democracia y de justicia son características que sigue viviendo el pueblo pobre de México. Han pasado 30 años y no han sido castigados quienes dirigieron la tortura, la desaparición forzada de cientos de hombres y mujeres en la lucha por un México mejor; claro, nos referimos a la clase gobernante, al ejército mexicano, y las diferentes fuerzas policíacas. La guerra sucia es una política de Estado del pasado y el presente. Mientras el pueblo organizado no asuma el poder, no se arribará a la justicia.

Hoy, el Estado, los partidos políticos, en fin la clase gobernante, cacaraquean que arribamos a una "normalidad democrática", que hemos llegado a un estadío de "democracia", y que vivimos en un "estado de derecho". Nosotros podemos afirmar que es una mascarada, por las condiciones de desigualdad social, de venta de los recursos naturales al extranjero y, con ello, la creciente supeditación de la clase gobernante a intereses del imperio. Lo que ha cambiado son los métodos de dominación; en el fondo, las condiciones son las mismas. Actualmente, se advierte el poder de la derecha en todos los renglones de la vida social, como en los casos de la educación con tinte religioso y la criminalización de la pobreza, pasando por los intentos de vender los hidrocarburos al mejor postor trasnacional.. Hoy, hasta los partidos de "izquierda", practican una política de centroderecha. Como ejemplo, está su apoyo al endurecimiento de las leyes penales en contra de la insurgencia y de la gente que lucha, y al fortalecimiento del aparato policiaco-militar.

Ante la ofensiva de la derecha que quiere privatizar todos los recursos naturales y servicios del país (luz, carreteras, tierras, hidrocarburos, etc.) y ante la ausencia de una opción que defienda realmente los intereses de los mexicanos, llamamos a fortalecer el movimiento social con el objetivo de recuperar la soberanía popular.

Homenaje
Lucio Cabañas vive en cada casa, en cada choza, en cada surco de los curtidos rostros campesinos, de los estudiantes, de los trabajadores, de los maestros, de las amas de casa que lo protegieron, que le dieron de comer y de los que siguieron sus pasos.

Tambien son treinta años de amenazas, de engaños, de promesas, de asesinatos como una política de estado ante las demandas del pueblo en su lucha por una vida mejor. Pero también de resistencia, de organización, de yerros y aciertos. Este dos de diciembre, el ERPI rinde honores al héroe revolucionario Comandante Lucio Cabañas
Barrientos. A 30 años de su caída en combate, su ejemplo sigue vivo para el pueblo de México. Llevamos a la práctica sus enseñanzas de "ser pueblo, hacer pueblo y estar con el pueblo". No descalificamos de facto a los que luchan en otras organizaciones, nuestro interés es de sumar la fuerza del pueblo para lograr el cambio profundo y de construir una sociedad alternativa.

¡Ser pueblo, hacer pueblo, estar con el pueblo!
¡Honor y Gloria eterna a Lucio Cabañas!
¡Lucio Cabañas vive, la lucha sigue!
¡Con el poder popular, el pueblo unido vencerá!

Comité Estatal de Guerrero del ERPI
República Mexicana a miércoles, 02 de diciembre de 2004

 

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