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Cuba :: 07/10/2006

Cuba, dos meses sin Fidel

Cándido González Carnero
La defensa de Cuba contra el imperialismo no es una cuestión exclusiva de los cubanos. No debemos permitir que los responsables del mayor terrorismo mundial destruyan el referente que supone para todos los pueblos oprimidos del mundo el triunfo de la revolución cubana

Se cumplen dos meses desde que el pasado 31 de julio Fidel Castro anunciara, públicamente, el traspaso provisional de poderes a su hermano Raúl, vicepresidente del partido y del Consejo de Estado, y a otras personas del Comité Central del Partido Comunista de su máxima confianza, debido a una intervención quirúrgica intestinal.

Tras este anuncio, la Administración Bush no se hace esperar y lanza una dura campaña de intoxicación pública, llegando incluso a especular con la muerte de Fidel, con el claro objetivo de provocar en toda la disidencia cubana asentada en Miami y Florida una reacción en la exigencia de un cambio político en la isla caribeña. A lo largo de la historia hemos podido comprobar cómo en algunas ocasiones otros mandatarios políticos, bien por enfermedad o por otras razones, han delegado poderes en personas de su confianza, sin que ello produjera en la Administración imperialista un comportamiento similar al que ahora estamos presenciando. No ha de extrañarnos, pues, que el propio Fidel Castro, por razones de seguridad y en defensa de la historia viva de la revolución cubana, haya declarado su enfermedad como un secreto de Estado.

La consolidación de la revolución cubana, liderada por Fidel Castro, representa para el imperialismo un puñal clavado en lo más profundo de su corazón y constituye, además, un referente político y moral que el Gobierno y los grupos de oposición capitalista, residentes en Miami y Florida, son incapaces de soportar, de ahí que los ciudadanos cubanos se vean sometidos a un férreo, injusto, inmoral y largo bloqueo económico, que no tiene precedentes en la historia de la humanidad, impidiendo la llegada a la isla de productos de primera necesidad, como son los medicamentos y alimentos.

Hoy, pese al tremendo bloqueo, Cuba nos muestra lo que significaron los grandes logros en sanidad, enseñanza obligatoria desde la infancia, lo cual hizo posible la erradicación del analfabetismo, generada en la época de Batista, consiguiendo así que ningún niño cubano sea víctima de explotación infantil, reforma agraria, deportes, siendo en esta materia el primer país del mundo por número de habitantes que más medallas olímpicas ha conseguido, la igualdad de derechos entre hombres y mujeres, y lo que es aún más importante, que ningún ciudadano cubano pueda convertirse nunca en un excluido social.

Cuba, con Fidel Castro al frente, ha dado ejemplo de cómo se construye el socialismo y de cómo se avanza en las condiciones más adversas, de cómo se entrega generosamente la solidaridad que se recibe. La nueva Cuba, a pesar de su grave situación debido al bloqueo, envió medicinas y médicos, maestros, albañiles, ingenieros, y ayuda técnica a lugares muy distantes, sin esperar nada a cambio, por pura solidaridad. Incluso muchos cubanos dejaron su vida en los campos de batalla de muchos pueblos que lucharon por mantener su libertad, dando ejemplo de entrega y solidaridad con la causa de los oprimidos y contra el imperialismo.

Ahora más que nunca cuba necesita el apoyo y la solidaridad de los pueblos del mundo. Hoy cuando el imperialismo se pasea impunemente por los cinco continentes amenazando a quien se oponga a sus intereses con una guerra, los pueblos oprimidos ven en Cuba a un honesto y digno combatiente por la libertad y por la independencia frente a los propietarios del capital y sus estados militaristas.

Dos meses sin Fidel nos han servido para conocer los verdaderos planes imperialistas con respecto a Cuba y para saber que la democracia y libertad que pretenden para todos los ciudadanos cubanos es la misma que por la fuerza de la guerra, destrucción y muerte quieren imponer en Irak, Afganistán, Irán, Palestina y el Líbano.

La defensa de Cuba contra el imperialismo no es una cuestión exclusiva de los cubanos. No debemos permitir que los responsables del mayor terrorismo mundial destruyan el referente que supone para todos los pueblos oprimidos del mundo el triunfo de la revolución cubana.

*Cándido González Carnero, ha sido Secretario de la Corriente Sindical de Izquierda y está procesado por participar en manifestaciones. El fiscal pide seis años y medio de cárcel al haberse personado en la acusación el Ayuntamiento de Gijón del PSOE-IU.

España, 06 de octubre de 2006

 

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