Feroz represión sionista en el funeral de la periodista palestina asesinada por el régimen

En medio del duelo, durante el funeral de la periodista Shireen Abu Akleh, asesinada anteayer en la ciudad cisjordana de Jenin por fuerzas israelíes, la policía sionista reprimió a una multitud de cientos de personas que acompañaba el féretro rumbo a su entierro.

El contexto de apartheid israelí se complejiza cada vez más, y se ha agudizado en el marco de los crecientes operativos represivos del ejército israelí en los campos de refugiados palestinos así como la construcción de nuevos asentamientos en sus territorios y el ajusticiamiento de varios policías israelíes por parte de la Resistencia. Ahora, se suma el asesinato de Shireen Abu Akleh, que murió por un disparo en la cabeza durante una incursión del ejército sionista en Cisjordania.

En ese marco, la policía de Israel reprimió con balas recubiertas de goma, granadas de gas y bombas de estruendo a la multitud que acompañaba el féretro de la periodista de Al Jazeera.

Imágenes emitidas por Palestine TV y reproducidas profusamente en redes sociales mostraban que el ataúd de Abu Akleh caía al suelo mientras los policías reprimían salvajemente a la gente que ondeaba banderas palestinas y entonaban cánticos de homenaje.

Las fuerzas terroristas irrumpieron en el recinto del hospital San José en Jerusalén este, sector palestino de la ciudad ocupado y anexado por Israel, y derribaron bandera palestinas.

"Si no paran esos cantos nacionalistas, deberemos dispersarlos usando la fuerza e impediremos que se celebre el funeral", declaró a través de un megáfono un policía israelí, dirigiéndose a la muchedumbre, según un video divulgado por la fuerza.

Cientos de personas se habían reunido frente al hospital donde comenzó la procesión, muchas de ellas ondeando banderas de Palestina y cantando canciones patrióticas, lo que la policía denominó "llamadas de incitación nacionalista". Tras la represión, el periódico israelí Haaretz reportó que decenas de personas requirieron asistencia médica.

Los restos de la popular reportera cristiana de 51 años, nacida en Jerusalén este y también con ciudadanía estadounidense, serán enterrados cerca de la tumba de sus padres, en el cementerio de la Ciudad Vieja de Jerusalén.

El funeral tuvo lugar en un contexto de violencia continua contra la población palestina y conmoción en el mundo árabe, que había seguido durante más de dos décadas sus reportajes en la cadena Al Jazeera, pero también en Europa y EEUU. Ayer, miles de palestinos le rindieron homenaje durante una ceremonia oficial en la ciudad cisjordana de Ramallah, sede de la Autoridad Palestina.

La periodista, que portaba un chaleco antibalas con el rótulo "Prensa" y un casco, cubría una operación militar represiva en un campo de refugiados en Jenín, un territorio palestino ocupado por Israel desde 1967.
Tras la muerte de la comunicadora, en varios territorios palestinos surgieron protestas espontáneas y una calle de Ramallah fue rebautizada con su nombre.

El ejército sionista lanzó varias operaciones en las últimas semanas en el campo de refugiados de Jenín, bastión de las facciones armadas de la Resistencia palestina en el norte de Cisjordania, de donde proceden los autores de recientes operativos de ajusticiamientos políticos en Israel. 

En el marco de esos operativos, un policía israelí que había sido herido más temprano en Jenin falleció hoy de acuerdo a lo informado por el régimen, un hecho que amenaza con hacer estallar aún más la ya muy tensa situación.

Por otra parte, el tema de los asentamientos, que el régimen aprendió de las políticas racistas de Sudáfrica contra la población negra, contribuyó a las protestas en la región luego que se filtrara un proyecto, avalado por la comisión urbanística, para construir cerca de 4500 viviendas en territorios propiedad de palestinos.

----

Alemania "cuna de DDHH", prohíbe marchas en Día de la Nakba, por ser “antisemitas”

Alemania prohibió todas las manifestaciones en apoyo a Palestina durante el “Día de la Nakba”, programadas para este fin de semana en la capital, Berlín.

La Policía de Berlín envió una resolución a todas las instituciones y organizaciones que convocan protestas y marchas con ocasión del aniversario del “Día de la Nakba” (Día de la catástrofe), jornada que marca la expulsión forzada de los palestinos de sus territorios por parte de los sionistas en 1948.

En este marco, el Tribunal Administrativo Superior alemán en Berlín confirmó el viernes la prohibición de cinco manifestaciones para el fin de semana y calificó las marchas de provocativas, antisemitas y actos de violencia, según informó el periódico germano Tagesspiegel.

A su vez, la organización civil palestina “Palestine Speaks” ha condenado enérgicamente esta decisión y ha descrito tal medida como un ataque contra los derechos básicos de la libertad de reunión y libertad de expresión.