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Chile :: 26/08/2018

Justicia para la mapuche Macarena Valdés: No fue suicidio, fue asesinato

El Ciudadano / La Haine
El mismo médico que comprobó la tesis del asesinato de Salvador Allende confirma que la lideresa mapuche fue asesinada (por orden de una multinacional austríaca)

El 22 de agosto de 2016 Francisco, el mayor de los cuatro hijos de la defensora del agua y del territorio, Macarena Valdés, la encontró colgada en su propia casa. La mujer de 32 años estaba en compañía del más pequeño de ellos, Antulen Wawentu. La lanmgen habría decidido acabar con su vida en su presencia, pero antes les dejaría comida preparada para cuando su compañero y otros dos hijos volviesen a la casa además de su cartera y bolso de guagua listos para ir al consultorio.

Para Rubén Collío, esposo de Valdés y también lider mapuche, las cosas no calzaban: si era una lideresa reconocida y apreciada, si no tenía problemas familiares, si estaban enfrascados en una lucha hasta ese momento bastante exitosa en defensa de la tierra mapuche, ¿por qué se iba a suicidar?, ¿por qué iba a tener todo listo para salir? Pese a esto, la autopsia realizada en el Servicio Médico Legal (SML) de Valdivia –firmada por el médico Enrique Rocco- avaló la tesis de suicidio, diagnóstico que su familia y las organizaciones mapuche no aceptan hasta la fecha.

El cierre del caso dos veces, la autorización para la exhumación y las negligencias asociadas, los aplazamientos para realizar la segunda autopsia, el retraso del SML de Santiago que aún no entrega su informe sobre la segunda autopsia, incluso la “respuesta” del Fiscal Nacional, Jorge Abbott al interpelarlo formalmente por no investigar, son parte de las acciones impulsadas por Collío y por la “Coordinadora Justicia para Macarena Valdés”.

El informe pericial que prueba el asesinato

Cabe destacar que el proceso de la segunda autopsia realizado por el SML en Santiago, fue acompañado por un perito privado de la familia y su equipo técnico, integrado por el médico forense Luis Ravanal -quien comprobó la tesis del asesinato del presidente Salvador Allende- y la doctora Carmen Cerda Aguilar, profesora titular de la Universidad de Chile y directora subrogante del Departamento de Anatomía y Medicina Legal de la Facultad de Medicina de dicha universidad, quien estuvo a cargo del estudio histológico.

El informe tiene 18 páginas y prueba científicamente que Yudy Macarena Valdés Muñoz no se suicidó. A la activista mapuche la mataron, de eso no caben dudas, y su muerte pudo ser producida por asfixias por sofocación o asfixias mecánicas, maniobras en las que hubo participación de terceras personas.

Otra de las exigencias de la organización es que el SML devele en breve el informe forense y que “se manifieste por su falta de celeridad en el proceso, a sabiendas de que el informe de la segunda autopsia es crucial para avanzar en justicia”, como manifestaron desde la Coordinadora.

“Asimismo, interpelamos nuevamente al Fiscal Nacional, Jorge Abbott, a que tome las cartas en el asunto para que el crimen de Macarena no quede en la impunidad, como es el caso de la mayoría de las y los mapuche asesinados”, agregaron desde la organización.

La multinacional austríaca

Un par de años atrás Macarena Valdés y Rubén Collío habían decidido volver a la tierra de sus ancestros. Desde Santiago llegaron a Tranguil, la localidad más cercana al Paso Internacional Carirriñe, en plena Cordillera de los Andes.

Corría el 2016 y la multinacional austríaca, entonces RP Global (financiada por el Banco BICE), empezaría las faenas para instalar la Central hidroeléctrica de Paso Tranguil, en pleno territorio mapuche reconocido por el Estado chileno y avalado por Títulos de Merced entregados entre fines del S.XIX y principios del S.XX. a las comunidades mapuche tras el proceso de ocupación, reducción y radicación tras la “Pacificación de la Araucanía”. Todo esto sin evaluación de impacto ambiental ni consulta indígena obligatoria estipulada en el Convenio 169 de la OIT a la que Chile se suscribió en 2008.

Macarena y Rubén, werkén de Newen Tranguil, alertaron a su comunidad de los perjuicios de esta construcción. Organizados decidieron impedir la instalación de postes de cableado eléctrico para abastecer la faena, ya que si no se instalaban tendrían un poco de tiempo para impedir la devastación del lugar. En ese contexto, se manifestaron en la ruta principal impidiendo la instalación por parte de SAESA. S.A.

Las amenazas

“La Negra”, como la llamaban en su comunidad, fue una de las guías de la resistencia junto con Rubén, motivo por el cual comenzaron las amenazas a quienes no estaban de acuerdo con que intervinieran su territorio. Lo hacían con llamadas telefónicas diciéndoles que los matarían, siguiéndolos en vehículos, iluminando las casas de madrugada con linternas e incluso entrando.

Finalmente, en el terreno de Julia Quillempán fue instalada la sala de máquinas. Se desvió el río y se extrajo áridos de manera irregular. Eso, además de la usurpación y la destrucción de dos cementerios ancestrales. Al igual que su sobrina Sandra Catripán debieron enfrentan los hostigamientos anteriormente descritos y por esto existe una demanda contra la empresa RP Arroyo por usurpación de su territorio.

La mataron justo al día siguiente de la amenaza de dos hombres en un vehículo con logo de RP Global Chile Energías Renovables. Paralelamente existe una querella criminal contra quienes resulten responsables del asesinato de Macarena.

Más información en La Haine

 

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