«Nique la police»

Tomamos el té con Mehdi Charek. La conversación versa sobre Arquímedes y el teorema de los suburbios. La algarada comienza. Diciembre del 86, cogemos el tren hacia París. «La cólera debe preceder a algo que no llego a precisar» írezan las paredesí. Los amigos del asesinado Malik estampan su furia en la jeta de los antidisturbios. Noche apache en La Bastilla.

Amnistía Internacional muestra su preocupación por los desmanes policiales. Makomé M'Bowole, diecisiete años, muere en un interrogatorio. El odio de Kassovitz: la sociedad se escinde en blanco y negro.

Francia estudia aplicar la selección de inmigrantes y promueve leyes antiterroristas de vigilancia y control sobre viajes y comunicaciones, móviles e internet. Top Cash alea francés con árabe. La obsesión por la seguridad desencadena inflación represiva.

Les banlieues son declaradas zonas sensibles de no derecho. Concentran la precariedad de los jóvenes desafiliados de la escuela y el trabajo. Las musculosas BAC asaltan los hall de las moles de hormigón donde estos se reúnen. Ni los niños se libran de sus controles de identificación. GIR, flash ball y chalecos antibala: solución neoliberal para problemas sociales.

Varios adolescentes huyen de un control rutinario, han olvidado los papeles. Mala fortuna. Ziad y Banou se electrocutan. Muertos por nada. Hip-hop contra el olvido. El molotov de Clichy-sous-Bois explosiona las fronteras de Europa. Miles de detenidos y heridos; otro muerto; incontables vehículos, comisarías y escuelas incendiadas. Nada de mafias, nada de Bin Laden. Es el balance de semanas de rabia.

La racaille se autoorganiza en el motín. Usa la tecnología para informar y convocar. Blogs desactivados. Los jóvenes guerreros golpean y se hacen humo. El Cuarto Estado tiene su inteligentsia, su política de mínimos y sus códigos de combate. Piden la cabeza de Sarkozy, esbozan argumentos de cambio y obedecen al reto del riesgo. La potlatch quema aquello que la humilla. La «Rapública» toma la calle. Libertad, igualdad y solidaridad. La V República se tambalea en su mentira. El autoritarismo reedita la ley colonial nº 55 í 385. Tolerancia 0.

Esta mañana desperté con el toque de queda. Quienes me vigilaban llevaban uniformes de brutalidad. Eso haremos. Quemar y saquear esta noche, canta Bob Marley.