Operación anticorrupción deja la clase dirigente de Kiev al desnudo
A pesar de que los grandes medios lo ignoran olímpicamente, miembros del círculo íntimo de Volodimir Zelenski se apropiaron de al menos 100 millones de dólares en sobornos y sobrecostes
Cinco personas fueron arrestadas en Ucrania el 11 de noviembre en el marco de la Operación Midas, una investigación del Buró Nacional Anticorrupción de Ucrania (NABU) que descubrió una trama de extorsiones, por al menos 100 millones de dólares, alrededor de Energoatom, la empresa estatal que maneja las centrales nucleares ucranianas. Otros dos sospechosos del círculo íntimo de Volodimir Zelenski –Timur Mindich y Oleksandr Sukerman– están siendo buscados después de darse a la fuga.
Entre los 70 palacetes registrados durante la Operación Midas está el del ministro de Justicia y miembro del Consejo de Seguridad Nacional de Ucrania, German Galushchenko, temporalmente separado de sus funciones por la primera ministro Yulia Svyrydenko. Galushchenko fue ministro de Energía antes de su nominación como ministro de Justicia.
El secretario del Consejo de Defensa y Seguridad Nacional, Rustam Umerov, poseedor de propiedades no declaradas en La Florida (EEUU), también está entre los dirigentes cuestionados en el marco de la investigación anticorrupción. Umerov estaba en Turquía en el momento de la operación. Se ignora el paradero del ex viceprimer ministro, Oleksiy Tchernychov, igualmente cuestionado por los investigadores.
Según los investigadores de la Operación Midas, los implicados se apropiaron de al menos 100 millones de dólares. Las empresas que tenían contratos con Energoatom eran obligadas a pagar, por debajo de la mesa, sumas que representaban entre un 10 y un 15% del valor de sus contratos.
Los investigadores descubrieron una contabilidad secreta que muestra que ciertos colaboradores del ex director de Energoatom, Andriy Derkach, se encargaban de “blanquear” el dinero obtenido. En 2019, Andriy Derkach trató de negociar con el abogado estadounidense Rudy Giuliani la denuncia de los delitos financieros cometidos en Ucrania por Hunter Biden, el hijo del presidente Joe Biden.
La investigación del Buró Nacional Anticorrupción de Ucrania (NABU) comenzó a principios de este año (2025) y se aceleró seriamente en junio, con la llegada a Kiev de 80 investigadores estadounidenses enviados por el Departamento de Estado para realizar una auditoría en Ucrania de los negocios ilegales de Hunter Biden, hijo del expresidente yanqui. El secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, advertía en aquel momento que «toda irregularidad tendrá consecuencias» y maniobró para que Kiev nombrara fiscal general de Ucrania a Ruslan Kravchenko, quien hoy supervisa directamente la Operación Midas.
Los investigadores tienen en su poder cientos de horas de grabaciones de conversaciones telefónicas interceptadas que, según ellos, no dejan lugar a dudas sobre los actos de las personas señaladas.
Timur Mindich, propietario del canal de televisión Kvartal 95, fundado por él mismo con su amigo Volodimir Zelenski, ya había sido detenido en junio pasado. En aquel momento fue rápidamente liberado y se fue a Israel. Luego de haber regresado a Ucrania en octubre, Timur Mindich huyó nuevamente a Israel el 11 de noviembre, precisamente el día de las detenciones realizadas en el marco de la Operación Midas.
Mindich es un personaje muy vinculado a Zelenski (en enero de 2021, durante la epidemia de covid-19 y la prohibición de actividades públicas, Zelenski celebró su cumpleaños en la residencia de Mindich con un numeroso grupo de amigos del poder).
Por el momento, en una clara maniobra política, el propio Zelenski no ha sido cuestionado por los investigadores. Estos se dedican mejor a estudiar el papel de Timur Mindich en el suministro de drones fallidos al ejército de Ucrania.
En un discurso pronunciado en la noche del 10 de noviembre, justo antes de las detenciones vinculadas a la Operación Midas, Volodimir Zelenski, cuyo mandato presidencial expiró hace más de un año, declaró en lo que se leyó como un aviso a navegantes:
«Es urgente tomar medidas eficaces contra la corrupción. Los castigos son indispensables. La integridad en el seno de la empresa [Energoatom] es una prioridad. En el sector de la energía, cada industria y cada persona implicada en sistemas de corrupción tiene que enfrentar consecuencias jurídicas claras y tiene que haber sentencias. Los representantes del gobierno deben colaborar con el NABU y trabajar juntos si es necesario para obtener resultados.»
Independientemente del futuro resultado de la investigación, las autoridades de Kiev se hallan bajo la espada de Damocles de las revelaciones que la administración Trump pudiera hacer en cualquier momento, según las conveniencias políticas de Washington.







