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Venezuela :: 05/12/2020

Venezuela: movilización y preguntas clave a horas de las elecciones

Marco Teruggi
¿EEUU todavía podría apostar a Guaidó si vuelve a mostrar otro fracaso político? ¿O sería el acto final de un presidente interino que nunca fue?

La campaña a las elecciones legislativas que tendrán lugar el domingo 6 de diciembre cerró este jueves 3 en Caracas. La movilización popular chavista tuvo lugar cerca de la Asamblea Nacional, donde estuvo presente el presidente de Venezuela Nicolás Maduro, quien volvió a afirmar que, en caso de derrota, dejaría la presidencia.

"Somos nosotros quienes decidimos nuestra suerte, nuestro futuro", afirmó Maduro en el acto de cierre de campaña del Gran Polo Patriótico (GPP) en Caracas para las elecciones legislativas. La jornada fue la última luego de una serie de actos en los diferentes estados del país, como en La Guaira y Apure, el miércoles 2.

Se trató de una movilización en la capital venezolana luego de meses sin actividades masivas debido a la pandemia que, según afirmó Maduro, no ha tenido un alza en los números: en total hubo 103.000 contagiados en el país, de los cuales 98.303 están recuperados, y 905 fallecidos, uno de los menores ratios de muertes por cada 100.000 habitantes del mundo.

"Fue un desafío hacer campaña en estos tiempos de pandemia, creíamos que íbamos a hacerla a nivel digital, virtual, pero la gente salió a la calle, había una necesidad muy grande de hacer una campaña chavista llena de color como la tuvimos y aquí estamos de nuevo movilizándonos", explicó Inés Guzmán, quien se movilizó junto a su hijo.

Así transcurrió en Caracas el cierre de campaña del chavismo.

Las semanas de campañas ocurrieron en un clima de calma política en el país, junto con elementos novedosos, como los debates televisados entre candidatos del GPP y diferentes partidos de la derecha, que fueron organizados en las semanas pasadas.

Los distintos partidos que conforman el GPP estuvieron presentes en el acto realizado en las inmediaciones de la Asamblea Nacional (AN): el Partido Socialista Unido de Venezuela, el Movimiento Electoral del Pueblo, la Organización Renovadora Auténtica, la Alianza por el Cambio, la Unidad Popular Venezolana Lina Ron, Somos Venezuela, y una parte de Patria Para Todos y Tupamaros.

"No importa el color que elijas, sal por tus hijos, por Venezuela, tenemos que recuperar la Asamblea Nacional", afirmó Yinet Bernal, presidenta de la Misión Árbol [campaña nacional para recuperar los bosques destruidos por el hombre], durante la movilización, repitiendo uno de los mensajes centrales de toda la campaña: la necesidad de votar.

El boicot internacional

Las elecciones legislativas fueron atacadas desde la hora cero. El régimen estadounidense de Donald Trump, en acuerdo con el partido Demócrata —del candidato presidencial Joe Biden—, tuvo un rol central en una campaña internacional para intentar quitarle reconocimiento a la contienda.

EEUU realizó un despliegue diplomático y de presiones para que la menor cantidad de Gobiernos reconociera la legitimidad de la jornada del 6 de diciembre. Se sumaron así, al desconocimiento, gobiernos de América Latina bajo presidentes de derecha, como el caso de Chile y Colombia, así como la Unión Europea (UE) que, luego de varias idas y vueltas sobre un posible reconocimiento, finalmente anunció que no lo haría.

"Como [la UE] 'no tuvo tiempo' de preparar una misión de observación -sabiendo que la derecha en este momento no tiene posibilidades- había que retrasar las elecciones, rompiendo la Constitución, una locura, y luego amenazan, 'si no retrasan no la reconocemos' (…) deben entender que se acabó la colonia, ese eurocentrismo, creerse superiores, los rectores del mundo," declaró el expresidente de Ecuador, Rafael Correa, quien llegó a Venezuela como parte de los veedores internacionales.

"Estamos impresionados de lo mucho que se ha hecho en tan poco tiempo y pese al boicot de cierta derecha extrema, y obviamente el boicot internacional, el desafío ha sido inmenso, pero inmensa la voluntad del pueblo venezolano de hacer respetar su soberanía y su democracia", destacó a su vez Correa, quien mantuvo una reunión con la presidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE), Indira Alfonso.

El despliegue de presiones diplomáticas desde Washington no logró traccionar a aquellos gobiernos que han fortalecido sus alianzas con Caracas en los últimos años, como Rusia, Irán y China, así como tampoco a gobiernos progresistas del continente, como Argentina, México y Bolivia.

"Aquellos que están tratando de socavar el proceso electoral legítimo están interesados en preservar la inestabilidad y el fallido proyecto Guaidó", señaló en una conferencia la portavoz de la cancillería rusa, María Zajárova.

El llamado de Guaidó

A nivel nacional el sector político nucleado alrededor de Juan Guaidó y conducido por la estrategia estadounidense, cada vez más minoritario, planteó no solamente no reconocer las elecciones, sino llamar al boicot y plantear una "consulta popular" que tendrá lugar de manera virtual y presencial, en particular el 6, 7 y 12 de diciembre.

Guaidó y el sector político que aún lo acompaña se encuentran así en un recorrido en diferentes puntos de la capital y del país para promover la participación en la "consulta popular" que, por el momento, no ha despertado expectativas, como lo demuestran las fotografías de Guaidó sin capacidad de generar movilizaciones relevantes.

Se trata para quienes apuestan al "gobierno interino" de un momento que puede resultar definitorio para su destino político. En efecto, luego de más de un año y medio sin lograr generar acontecimientos de peso, Guaidó necesita demostrar que aún conserva un capital político, de cara al próximo diseño que adoptará la administración de Biden. Y esa demostración parece difícil de lograr.

Si bien el reconocimiento de Guaidó como "presidente interino" por parte de EEUU no parece en duda, por el momento, en el ámbito público, su debilidad evidente ha hecho que varios dirigentes, partidos, o sectores de partidos, se alejaran de lo que es una estrategia que, en lugar de avanzar en su objetivo, ha retrocedido.

Uno de los últimos distanciamientos fue el de la enviada por Guaidó en Gran Bretaña, Vanessa Neumann, quien renunció, afirmando que "el futuro liderazgo de Guaidó no está claro dentro de la derecha". Su salida del "gobierno interino" se sumó al María Alejandra Aristiguieta y Guarequena Gutiérrez, enviadas en Suiza y Chile respectivamente, quienes también renunciaron este año.

Acto de cierre de campaña en Caracas

El anuncio inesperado

"Vamos entonces el domingo a un plebiscito, si ustedes ganan me voy de la presidencia, no puede ser tanta infamia todos los días a toda hora, es una elección nacional, la quisieran convertir en plebiscito, acepto el reto", afirmó Maduro durante el cierre de campaña, repitiendo lo anunciado el martes 1°.

Sus palabras fueron interpretadas, entre otras cosas, como un llamado a la votación, en particular a los sectores de la derecha que no acudirán a las urnas, producto de las campañas de boicot, y por la situación de desgaste y falta de creencia en las elecciones en varios sectores de la población, que afirman que el resultado no modificará en nada la situación actual.

Una de las preguntas que rodea la contienda del domingo es cuál será la participación general. En la última elección presidencial, en mayo del 2018, el número fue 46,1%, en un escenario también marcado por llamados de la derecha a no votar, así como una difícil situación económica, al igual que en la actualidad donde, por ejemplo, ha existido un gran aumento del dólar que pasó de alrededor de 500.000 bolívares a más de 1 millón en el lapso de un mes.

"Es una elección importante, en un momento muy duro y dramático para Venezuela, las crueles sanciones y la guerra financiera le han hecho un gran daño a la economía familiar, de los trabajadores y trabajadoras", destacó Maduro.

 La situación tiene, a su vez diferencias con las presidenciales del 2018: por un lado, se trata de elecciones legislativas, en las que suele haber una participación menor a las presidenciales; por el otro, que un sector del chavismo no se sumó al GPP, sino que conformó la Alianza Popular Revolucionaria, y finalmente un sector de la derecha mayor al de mayo del 2018 participará a través de diferentes partidos que han mostrado, en algunos casos, realizar movilizaciones más o menos significativas.

La jornada del 6 de diciembre será un momento clave para medir la situación política del país, los respaldos de cada bloque, la participación general, algo que tendrá a su vez consecuencias en cómo seguirá el conflicto en lo nacional y a nivel internacional. ¿EEUU todavía podría apostar a Guaidó si vuelve a mostrar otro fracaso político? ¿O sería el acto final de un presidente interino que nunca fue?

Sputnik / La Haine

 

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