lahaine.org
Medio Oriente :: 22/01/2012

[Vídeo] Campamentos de refugiados palestinos ¿resistencia o resignación?

Carlos de Urabá
El régimen de Israel veta el regreso de los refugiados a la tierra de sus ancestros. «El retorno de los refugiados contaminaría el carácter judío del Estado»
¿Cuánto tiempo más deben esperar los millones de refugiados palestinos el regreso a su tierra? Esta pregunta se la hacen todos los días las víctimas del destierro. Lamentablemente nadie se atreve a predecir a ciencia cierta cuando acabará la pesadilla. Por ahora el regreso a una Palestina libre es tan sólo una quimera.
«Nos esforzaremos en expulsar a los pobladores pobres más allá de la frontera sin llamar la atención, procurándoles trabajo en los países en tránsito, pero negándoselo en nuestro país. El proceso de expropiación y desplazamiento de los pobres deberá hacerse discreta y prudentemente» -Diario de Theodor Herzl, padre del sionismo político y promotor del Hogar Nacional Judío.1895
Los judíos desde principios del siglo XX, con la ayuda de banqueros y empresarios afines a su causa, empezaron a comprar tierras en la Palestina Otomana. Un mundo arcaíco de campesinos y ganaderos se vio invadido por unos extranjeros que contaban con un desarrollo tecnológico dificil de igualar. Este fenómeno lo describe con exactitud el autor americano de origen judío León Uris en su libro Exodus. El kibutz o las comunas agrícolas sirvieron de plataforma para que los «pioneros» gestaran el estado de Israel. El «sionismo socialista» afirmaba que «un pueblo no pude ser libre sino produce su sustento por si mismo» La redención del pueblo judío pasaba por colonizar la tierra y hacerla productiva. Además se utilizaron como avanzadilla en defensa de las fronteras. En la actualidad existen 280 kibutz con una población estimada en 135.000 personas. La declaración de Balfour, promulgada por los ingleses en 1917, decidió, unilateralmente, la instalación de un hogar judío en Palestina. La geopolítica y los intereses neocoloniales causaron el enfrentamiento entre las comunidades árabes e israelíes que compartían un mismo territorio sin mayores incidentes. Para equilibrar la desventaja demográfica (80% árabes y 5% de cristianos, 2% de drusos) los líderes sionistas incentivaron la inmigración en masa de judíos centroeuropeos. «Palestina era una tierra sin pueblo para un pueblo sin tierra» premisa que se convirtió en el mito fundacional del estado de Israel. En 1947 la ONU, con el auspicio de Inglaterra y sus aliados, decreta la partición de Palestina y se da luz verde a la creación del estado de Israel. El 14 de mayo de 1948 Israel tras la salida de las tropas inglesas declara su independencia. A partir de ese instante comienza la guerra entre árabes y judíos que perdura hasta el presente. El resultado de dicha contienda son millones de palestinos desplazados, pueblos y ciudades destruidas, miles de muertos, heridos y desaparecidos. Las guerras entre árabes y israelíes han tenido unas consecuencias catastroficas para los palestinos que perdieron el 80% del territorio ancestral y el 70% de su población. A partir de la derrota de los ejércitos árabes en 1948 o «la nakba» unos 600.000 refugiados tuvieron que escapar a Gaza y Cisjordania. Atrás lo dejaron todo; casas, cultivos, ganado, muebles, ropa, dinero, parientes y amigos. La finalidad era borrarlos del mapa. A punta de dinamita y bulldozer se van demoliendo las aldeas aplicando la táctica de tierra quemada. -Muchos de los asentamientos judíos se han construido sobre las ruinas de las aldeas palestinas- Sólo en 1948 fueron arrasadas más de 530 aldeas- En un principio los refugiados pensaron que su partida sería temporal, pero pronto se dieron cuenta que estaban equivocados. Cuando tomaron conciencia de la cruel realidad se vieron durmiendo a la intemperie en un pedregal o buscando refugio en cuevas junto a sus familias, ateridos por el hambre y el frío muchos perecieron de inanición. Para hacer frente a tamaña emergencia la ONU el 8 de diciembre de 1949 creó la UNRWA, una agencia de acción humanitaria dedicada exclusivamente a los refugiados palestinos. La UNRWA se encargó de organizar unas mínimas infraestructuras: tiendas de campaña, banco de alimentos o servicios médicos y de saneamiento. Pero el mazazo más brutal estaba aún por llegar. En la «guerra de los Seis Días» en 1967, los ejércitos árabes cayeron derrotados. Según los judíos se cumplían las profecías escritas en la Torah. «No había duda que ellos eran el pueblo elegido por Dios»- proclamaban los rabinos a los cuatro vientos- La derrota en la «guerra de los Seis Días» ha sido quizás la más dolorosa pues perdieron Cisjordania, Gaza y la parte oriental de Jerusalén, incluída la explanada de las mezquitas (uno de los lugares sagrados del islam). De igual manera los israelíes completaron una segunda fase de demolición de aldeas, destrucción de campos de cultivo y limpieza étnica. Millones de personas quedaron tiradas en la cuneta; vidas detrozadas, familias rotas, miseria, terror, represión y muerte. Entre el año 1967 y el 2010 se han establecido en Cisjordania casi 400 asentamientos judíos. Los israelíes confiscan y se apropian de las tierras amparados en la «ley de los ausentes» promulgada por el Knéset (parlamento) para legalizar el saqueo. La tragedia se tornó devastadora y un segundo éxodo de refugiados huyó en dirección a Jordania, Siria, Líbano y Egipto. Los miles de palestinos que se establecieron en la ribera oriental del río Jordán organizaron la resistencia armada bajo el nombre de fedayin (combatientes por la libertad) Sus postulados ideológicos no dejaban duda a sus pretensiones: «la lucha armada es la única forma de liberar palestina» «las accciones de comando constituyen el núcleo de la guerra de liberación nacional palestina» En el año 1968 uno de esos guerrilleros llamado Yasser Arafat o «Abou Omar» recibió su bautizo de fuego en la batalla del Karama. Los palestinos, apoyados por el ejército jordano, rechazaron la ofensiva hebrea que pretendía aniquilar sus bases. Ahí nació la leyenda del guerrero Arafat a quien la revista norteamericana Time le dedicó su portada y un amplio reportaje el 13 de diciembre de 1968. Por paradójico que parezca a los refugiados palestinos se les recibió con recelos y desconfianza en los países de acogida. De mala manera las autoridades les concedieron unos eriales o terrenos baldíos para que instalaran sus campamentos. En cambio a los ochocientos mil judíos expulsados de los países árabes la sociedad israelí les brindó una cordial bienvenida integrándolos en su seno. Los refugiados depende absolutamente de las ayudas aportadas por la UNRWA, la Cruz Roja, la Unesco, la Unicef y un sin fin de Ongs de medio mundo que vienen a socorrerlos. Estos organismos administran las donaciones, el banco de alimentos, los centros de salud, las escuelas y universidades. No hay duda que existe un cargo de conciencia, una deuda con el pueblo palestino que intentan saldar. Después de casi 60 años la UNRWA ha invertido más de 35.000 millones de dólares en asistencia a los refugiados palestinos. Insólitamente en el año 1990 el aporte de los 22 países árabes donantes a este organismo fue menor al de la fundación inglesa «Save the childrens» Las malas relaciones entre la OLP y el rey de Jordania desataron, a principios de los años setenta, un enfrentamiento fratricida conocido como el Septiembre Negro. El ejército jordano, presionado por los judíos que sufrían ataques indiscriminados desde la otra orilla del río Jordán, y en defensa de la monarquía Hachemita, expulsó a los fedayines en dirección al Líbano. Dicha ofensiva causó la muerte a más de 25.000 palestinos. Los sobrevivientes establecieron en Beirut sus bases hasta que en el año 1982 el ejército sionista, ante los bombardeos que sufrían las poblaciones del norte de Israel, invadió el Líbano en persecución de los fedayines. En esa época se perpetró la horrible masacre de los campos de refugiados de Sabra y Chatila. La Falange Cristiano Libanesa, para vengar la muerte de su líder Bashir Gemayel, con el beneplácito de los judíos, violaron, mutilaron, torturaron y asesinaron a más de 2.400 palestinos, -la mayor parte civiles indefensos- Gracias a la intermediación de la ONU se decretó un alto el fuego y unos 8.000 guerrilleros de la OLP abandonaron barcos el Líbano con dirección a Túnez. La siguiente fase en la escalada bélica se presentó en el año 1987 con el estallido de la primera intifada. Los deseos de odio y de venganza empozoñaron sus corazones. Queremos algo más que sobrevivir, queremos recuperar el honor, la dignidad y el orgullo. ¡viva Palestina libre! Haciendo efectivo el derecho inalienable a la resistencia a punta de pedradas, cócteles molotov y llantas quemadas enfrentaron heroicamente al poderío bélico sionista. Preferían el martirio, convertirse en bombas humanas e inmolarse antes que seguir eternamente humillados. Las imágenes de la prensa nos mostraron como los valientes niños palestinos le lanzaban piedras a tanques de 50 toneladas. Los protagonistas envueltos en kufiyyas se medían de tu a tu a los soldados sionistas que les disparaban fuego real. En el año 2000, luego de la visita de Ariel Sharon a la explanada de las mezquitas, estalló la segunda Intifada o la de Al Aqsar. Ésta se alargó hasta el añó 2005 provocando más de 3.500 muertos. Para escarmentar a la población palestina el gobierno israelí construyó un muro de separación de 500 kilómetros de longitud. Ariel Sharon ordenó un castigo colectivo con detenciones arbitrarias, cancelación de los permisos de trabajo y la instalación de los famosos check points. La principal meta: arruinar la economía palestina y forzar la rendición incondicional de sus enemigos. En los años setentas y ochentas los dirigentes palestinos se inclinaban por la instauración de un estado palestino secular y laico. Pero ante el rumbo que han tomado los acontecimientos el integrismo religioso se ha impuesto sobre otras opciones más heterodoxas. Hamas y Hezbolá proclaman la yihad y se niegan rotundamente a reconocer la existencia de Israel, (como si lo hizo la OLP en 1993 mediante una carta dirigida por Arafat a Isaac Rabin) su principal objetivo: la completa destrucción del estado de Israel. La campaña de terror se recrudece con el lanzamiento de cohetes y la infiltración de comandos suicidas. Ante tamaño desafío las autoridades sionistas responde con atentados y asesinatos selectivos contra los principales líderes palestinos. El apogeo de la conflagración tuvo lugar el 27 de diciembre del 2008 cuando el ejército, la fuerza aérea y la armada israelí llevó a cabo en Gaza la campaña «plomo fundido» que dejó más de 1400 muertos, 500 heridos y cientos de casas y edificios destruidos. Igual que se arranca un árbol de cuajo se ha desarraigado a los palestinos. Una afrenta que los llena de ira e impotencia. Los más viejos se conforman con morir en la tierra que los vio nacer. Ahora no les queda más que suspirar nostálgicos por lo que pudo ser y no fue. Los refugiados sentandos en los cafés juegan a las cartas o al dominó; se toman un té, fuman la arguila a la espera de un milagro. Nostálgicos contemplan las postales y las fotos de recuerdo, izan la bandera palestina, y, quizás lo más importante, se dedican a orar en las mezquitas a ver si Allah enciende una luz de esperanza. Medio Oriente a partir de la proclamación del estado de Israel se ha trasformado en una de las zonas más inestables del planeta. Los judíos esgrimen argumentos mesiánicos para justificar el dominio de la «tierra prometida» Conscientes de que el imperialismo norteamericano y sus aliados europeos le guarda las espaldas hacen y deshacen a su antojo. Tras la invasión de Irak y Afganistán y la conquista de las codiciadas reservas de petróleo, ahora se hostiga a la república islámica de Irán. La escalada bélica lejos de apaciguarse va en aumento. Por ahora un acuerdo de paz justo y duradero que ponga fin al conflicto árabe-israelí parece inviable y hasta utópico. Las conversaciones de paz entre las dos partes iniciadas en la conferencia de Madrid 1991, posteriormente con los acuerdos de Oslo en 1995 y el establecimiento de la Hoja de Ruta y una débil autonomía a los palestinos, están congeladas por el incumplimiento de los mismos. A Israel le conviene dilatar el tiempo y continuar su politica de hechos consumados. En el año 2012 está prevista la construcción de mil nuevas viviendas en las colonias judías. El futuro no puede ser más pesimista y nos tememos una larga agonía. El sionismo va ganando la partida en complicidad con los países occidentales y, lo más cruel, con la anuencia de su propios hermanos árabes. Pasan los años y los exiliados van muriendo, los niños y los jóvenes de entonces entran en la tercera edad y todo apunta a que ineluctablemente sus huesos también reposarán en el macaber o camposanto. Los epitafios escritos en las lápidas de las tumbas son muy elocuentes. En el nombre de Allah, el clemente y el misericordioso. -«Espero encontrar en el cielo lo que se me ha negado en la tierra» - «empuñad un arma y llevad mi cuerpo a al- Quds(Jerusalén)» - «volveré a florecer en los olivos de Bethlahem (Belén)» Epitafios escritos en el cementerio del campo de refugiados de Jerash (Jordania) Lo peor de todo es que somos testigos de un verdadero genocidio consentido por la comunidad internacional. Es inconcebible como la ONU no para de emitir innumerables resoluciones de condena contra Israel en las que se limita a «lamentar» o «deplorar» sus matanzas y arbitrariedades. El 70% de los refugiados de los campamentos es menor de 20 años. La presión demográfica y el hacinamiento se ha vuelto insoportable y económicamente insostenible- los expertos sostienen que si no se toman medidas preventivas en un corto plazo de tiempo asistiremos al estallido de nuevas intifadas. Estos levantamientos no sólo afectarán a los territorios ocupados sino también a los campos de refugiados en Jordania, Siria o el Líbano. Por este motivo la policía y el ejército y el Muhabarat (Servicio de Inteligencia) se mantienen alertas y ejercen un severo control sobre los mismos. Una de las condiciones que pone Israel para firmar un acuerdo de paz es que el gobierno palestino se involucre decididamente en el tema de la planificación familiar. Los refugiados en un principio pensaron que en un par de semanas los ejercitos árabes reconquistarían el territorio perdido. Pero todo se quedó en una mera ilusión y resignados empezaron a construir residencias permanentes a base de cemento y ladrillos creando una caótica arquitectura fruto de la improvización. Ya han pasado 60 años desde la primera guerra árabe-israelí o la «nakba», 45 años de la «naksa» o la «guerra de los seis días», y 39 años de la guerra del Yom Kippour sin que se vislumbre una solución integral a sus demandas. La única recompensa que han recibido son frustraciones y fracasos; sus tierras confiscadas, empobrecidos y olvidados igual que fardos que se amontonan en una bodega. En Oriente Próximo actualmente existen 4,7 millones de refugiados palestinos recluidos en 60 campos. En el territorio de Gaza y Cisjordania, con apenas 6000 kms² de superficie, intervienen 17 agencias internacionales, 50 de cooperación internacional y unas 1.400 Ongs palestinas. Una prueba más de los importantes beneficios que reporta el «negocio humanitario» y los grandes privilegios que gozan la burocracia y el funcionariado. La dependencia y el asistencialismo es la peor maldición que le ha podido caer al pueblo palestino. En los últimos años la crisis económica mundial está mermando los presupuestos de la UNRWA. Para el año 2012 se preveen serios recortes que hacen peligrar el eficaz desarrollo de los programas de Salud y de Cultura. Por eso consideramos incomprensible que el pasado verano la flotilla de la libertad II haya dilapidado millones de euros en su infructuoso intento por romper el bloqueo marítimo de Gaza. En el capítulo español denominado «Rumbo a Gaza» se recolectó a nivel nacional un total de 550.000 euros. 150.000 euros se destinaron a la compra de un barco bautizado «Guernika» que ante la prohibición de navegar en aguas del Mediterráneo oriental, continúa amarrado en la isla de Corfu. Lamentablemente el material recogido durante la campaña no se pudo entregar al pueblo gazatí. Material que, por cierto, se encuentra en una bodega en el puerto griego del Pireo a la espera de ser trasferido a Gaza. Sin embargo, la UNRWA ha advertido que no se va a hacer cargo de dichas donaciones para no verse involucrada en el conflicto. En fin, los expedicionarios se han gastado un dineral en viáticos, pasajes de avión, charlas, conferencias y «asuntos varios» sin que su aventura haya dado frutos. Esos 550.000 euros bien se hubieran podido destinar a la construcción de una escuela o un hospital que tanto les hace falta en los campamentos de refugiados. Una de las más grandes perversiones que descubrieron avezados periodistas es que en el nombre de los refugiados palestinos los políticos y funcionarios de la OLP y al Fatah desviaron los fondos de ayuda humanitaria a sus cuentas particulares. Existen documentos fidedignos que demuestran tales prácticas mafiosas. Periodistas infiltrados sacaron a la luz como algunos dirigentes de la ANP ofrecían a mujeres trabajo a cambio de sexo y vendían inmuebles palestinos a los judíos (delito que está castigado con la pena de muerte)- los investigadores concluyen que el patrimonio de la OLP se eleva a 50.000 millones de dólares- y encima los muy cínicos cortaron hace tiempo la asistencia a los refugiados. Al descubrirse tal entramado de corrupción la ONU, la Unión Europea, EEUU, Japón o el FMI inmeditamente bloquearon las trasferencias acordadas con la ANP. Con razón las mejores casas de Ramala pertenecen a los partidarios de la OLP o al Fatah. Los países árabes entienden la solidaridad como una especie de «sadaka» o limosna. El «sakat» por Palestina es un deber religioso de obligatorio cumplimiento para todo buen musulmán. Creen que únicamente el dinero puede aliviar la tragedia y el dolor de sus hermanos. Líderes árabes como Nasser y Awuar al-Sadat de Egipto, el rey Hussein de Jordania, Hafez el- Assad en Siria, a pesar de haber sido derrotados en las guerras del 67 y 73 continuaron en sus puestos sin asumir responsabilidades. ¡Es increíble! pero la población, manipulada por la propaganda gubernamental, coronó como héroes a los vencidos. En mi visita a los campamentos puede observar las huellas de tristeza y desolación que se marcan en el rostro de la gente. Esa amargura infinita te deja absorto. Sus miradas reclaman: ¡Sacádme de aquí, por favor! ¡Sacádnos de estas malditas favelas! derrotados, hundidos en la depresion y la angustia existencial, la moral por los suelos. ¿alguien se digna a darles explicaciones? Aunque sea por lo menos una mentira piadosa. El desempleo los empuja al trabajo informal, a la venta ambulante, al reciclaje de basuras, chatarra, cartones o plásticos. Un buen porcentaje de ellos carece de pasaporte o documentos de identidad y ésto limita las aspiraciones de mejorar el nivel de vida. La única posibilidad que les queda para salir del atolladero es obtener una visa humanitaria que de vez en cuando facilitan los gobiernos de Canada, EEUU, Suecia, Noruega o Australia. El año pasado Estados Unidos propuso a los refugiados palestinos hacerles entrega de un sustancioso fondo de indemnización y el traslado a algún país latinoamericano donde se instalarían definitivamente. Mientras tanto Israel continúa la construcción de las colonias, sigue expulsando palestinos, robando tierras, quemando campos, envenenando árboles, pozos y acequías. Los campos de refugiados cuentan con un simbolismo muy especial pues se han erigido en los preservadores de la identidad nacional palestina. En el Líbano existen un total de 400.000 refugiados que representan el 12% de la población. Muchos de ellos sobreviven por debajo del umbral de la pobreza. Siria cuenta con 500.000 refugiados, Jordania tiene 2.000.000 de refugiados, o sea, el 45% de la población, en Cisjordania hay unos 400.000 refugiados, en Gaza 500.000 refugiados. A estas cifras hay que sumar los exiliados en Egipto, Yemen, Kuwait, Arabia Saudita o el Golfo Pérsico y el resto del mundo. Es decir, que el total de la diaspora se cifra en 6 millones de palestinos. Sin una solución real y efectiva al problema de los refugiados es muy difícil que se logre una negociación exitosa al conflicto árabe-israelí. ¿les devolverán sus propiedades confiscadas, sus casas, sus campos de labor? Israel de cualquier modo veta el regreso de los refugiados a la tierra de sus ancestros. «El retorno de los refugiados contaminaría el carácter judío del Estado» La memoria de todo los muertos, asesinados, desaparecidos, secuestrados, encarcelados, torturados no se puede mancillar ni pisotear. El olivo, el árbol mitológico languidece y se marchita irreversiblemente. «¡Te han vendido Palestina, te han vendido los mercaderes!» gritan los manifestantes en el campo de refugiados de Baqa'a, Jordania, en la conmemoración de la última Nakba el mes de mayo pasado. La resolución 194 de la ONU de 1948 «conmina» a Israel a garantizar el derecho de los refugiados a volver a sus hogares y recibir compensaciones económicas por las pérdidas causadas «que hay lugar para permitir a los desplazados que lo deseen regresar a sus hogares lo más pronto posible y a vivir en paz con sus vecinos...» La ONU, la Unión Europea, EEUU y Rusia, proyectan organizar en esta década una conferencia de paz sobre Oriente Medio. El objetivo es que todos los países de la región involucrados en el conflicto se sienten en una mesa de negociaciones con el fin de alcanzar una paz justa y duradera. Ojala que se pueda concretar alguno de estos proyectos y no se quede todo en buenas intenciones y bonitas palabras porque por ahora el único lenguaje que se entiende es el de las armas. Aunque Palestina sea tan sólo una patria virtual y abstracta esas generaciones nacidas en la diaspora conservan el amor y el cariño a la tierra bendita de la que fueron cruelmente expulsados. Campamento de refugiados palestinos Malefigue films

Mar Muerto La Haine
 

Este sitio web utiliza 'cookies'. Si continúas navegando estás dando tu consentimiento para la aceptación de las mencionadas 'cookies' y la aceptación de nuestra política de 'cookies'.
o

La Haine - Proyecto de desobediencia informativa, acción directa y revolución social

::  [ Acerca de La Haine ]    [ Nota legal ]    Creative Commons License ::

Principal