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Carta abierta a Haruki Murakami
2 de febrero de 2009
Querido Sr. Haruki Murakami:
Nos hemos enterado de que va a participar en la XXIV Feria Internacional del Libro de Jerusalén, que va a tener lugar del 15 al 20 de febrero, en la que se le va a conceder el Premio Jerusalén. Nos sentimos profundamente conmocionados por ello.
Le pedimos que reconsidere seriamente el significado social y político de que un escritor mundialmente conocido como usted participe en la Feria del Libro, financiada por el Ministerio de Asuntos Exteriores de Israel y la Ciudad de Jerusalén, para recibir el premio de manos del alcalde de la ciudad, cuando Israel acaba de llevarse por delante 1.300 vidas, ha herido a más 5.000 personas, entre ellas 500 gravemente, y ha destruido un número enorme de vidas en Gaza, lo que constituye una serie de crímenes de guerra.
Lo que nos preocupa especialmente es que la finalidad del “Premio Jerusalén” sea recompensar la contribución de alguien a la libertad de los “individuos en la sociedad”. Esta idea está en abierta contradicción con los criminales actos de Israel: las masacres, los castigos colectivos, las políticas de bloqueo, la construcción de colonias y del “muro de separación” en Jerusalén Este que están consiguientemente eliminando la libertad de los palestinos. Si usted acepta el “Premio Jerusalén”, contribuirá a difundir la falsa imagen de Israel como país que respeta “la libertad de las personas en la sociedad”; imagen que será difundida por los medios de comunicación. Tememos que la inimaginable devastación humana que Israel ha infligido continuada y sistemáticamente a los palestinos dejará de llamar la atención y se admitirán sus actuaciones. Richard Falk, Relator Especial de la ONU para los derechos humanos en los territorios palestinos, ha dicho que se trataba de un “caso evidente” que Israel había violado gravemente las Convenciones de Ginebra durante sus 22 días de campaña en Gaza. Grupos de ciudadanos europeos se están movilizando para llevar a los responsables ante un tribunal internacional. Para impedir la repetición de esta masacre, que nos recuerda al Gueto de Varsovia, la comunidad internacional tiene que asumir esa obligación moral y transmitir el mensaje de: “No permitir, perdonar u olvidar la matanza” llevada a cabo por un Israel desafiante. Nosotros consideramos la recepción del “Premio Jerusalén”, obviamente, como una contradicción de esta causa.
Más aún, el Sr. Nir Barkat, elegido alcalde de Jerusalén en noviembre del año pasado, apoya la continuada expansión de las colonias ilegales en Jerusalén Este, de la misma manera que sus predecesores. Convertir Jerusalén en la capital [de Israel], la anexión de Jerusalén Este y la instalación de colonias allí son una clara violación del derecho internacional, pero Israel afirma que se trata de hechos consumados. Ello tiene como consecuencia que la posibilidad de una paz auténtica se aleja cada vez más, y que no sólo Jerusalén sino todos los palestinos de los territorios ocupados se han convertido en víctimas de una política de apartheid. Tenemos que proclamar que “la libertad individual en la sociedad” de los palestinos ha sido totalmente cercenada por Israel. De ahí que al recibir el “Premio Jerusalén” de manos del alcalde de la ciudad, Sr. Barak, responsable de esta opresión, usted contribuya aún más al ocultamiento y a la defensa de la política de apartheid de Israel. Nosotros creemos que esa no es su intención.
Por favor, concentre su atención en los palestinos, a quienes se niega su libertad y dignidad como seres humanos que resisten para sobrevivir día a día. Humildemente, le pedimos que reconsidere los efectos que su aceptación del “Premio Jerusalén” podría tener; qué clase de mensaje recibiría el mundo en la actual situación en Oriente Próximo; cuánto contribuiría a la propaganda de Israel, y en qué medida agravaría la crítica situación a la que se enfrentan los palestinos.
