CCOO, pieza clave en la trama de Caja Madrid

Según revelaron hoy los medios digitales, el sindicato amarillo CC.OO. negoció la friolera de 11 millones de euros con Caja Madrid justo en el momento en que sus cuatro votos constituían la pieza clave para que Blesa obtuviera el poder en esa entidad. A cambio, Blesa intentó garantizar el apoyo sindical con un crédito que daba al sindicato un larguísimo plazo que se extendería hasta el año 2025 para ejecutar su devolución. Pero, finalmente, el sindicato pactó con Esperanza Aguirre después de que la mandataria de la Comunidad madrileña cambiara la Ley de Cajas.

De acuerdo con co que empezaron a desvelar los medios de comunicación el martes 21 , el sindicato amarillo jugó un papel decisivo en los cambios que se operaron en la cúpula de Caja Madrid. Fue un pacto del PP de Aznar con el sindicato CC.OO. el que situó a su intimo amigo Miguel Blesa en la presidencia de Caja Madrid en septiembre de 1996. Y, finalmente, fue también un pacto del PP de Esperanza Aguirre con CC.OO. el que terminó arrebatándole ese puesto a finales de 2009.

No obstante , antes de que llegara a concentarse el segundo pacto que terminaría arrancando al presidente de la entidad financiera de su poltrona en Caja Madrid, Blesa trató de evitarlo ganándose la lealtad del sindicato con un crédito de 11 millones de euros, según reflejan las actas de las reuniones a las que tuvo acceso a las que tuvo acceso la redacción del digital Vozpopuli.

Según cuenta este periódico digital “fue en el penúltimo Consejo de Administración en el que Miguel Blesa actuó como presidente de la entidad, el 23 de noviembre de 2009. En ese momento, Aguirre ya había mostrado su disposición a pactar con Comisiones Obreras para relevar a Blesa al frente de la entidad. Fue entonces cuando Blesa presentó una operación al Consejo: participar con 11 millones de euros en un crédito sindicado a CCOO en el que Caja Madrid adelantaba, además, 1.013.000 euros en esa misma fecha como “derivado puntual”.

El periódico continua relatando que la operación fue recogida en punto 14 del acta número 1.514 de Caja Madrid y sólo se mantuvieron al margen dos de los cuatro representantes del sindicato: Francisco Baquero Noriega, se abstuvo de tomar parte en la resolución de la operación y Pedro Bedía Pérez ni siquiera acudió a la reunión. Sí votaron los otros dos, Juan José Azcona Olóndriz y Rodolfo Benito, según consta en el acta.

UNA OPERACIÓN REDONDA DE CC.OO.

“A las seis menos cuarto de la tarde, - sigue diciendo el reportaje Vozpopuli -el sindicato sabía que disponía ya de un crédito de 11 millones de euros y Miguel Blesa creía saber que tenía el apoyo sindical a largo plazo, puesto que el crédito vencía en un plazo de 16 años, es decir, en 2025. Hasta tal punto creía Blesa haber cerrado el problema que en el turno de ruegos y preguntas, el consejero Alberto Recarte preguntó por el calendario electoral que debía renovar cargos en la caja. Blesa respondió asegurando que “no era necesario retrotraer ningún trámite procesal”, según fuentes de la entidad”.

Sin embargo, garantía económica que ha autorizado Blesa fue, no obstante, superada por una garantía todavía mayor y más a largo plazo: la garantía política que concedió al sindicato Esperanza Aguirre. La Presidenta de la Comunidad cambió la Ley de Cajas de Ahorro que tenía previsto aprobar para garantizar un poder mayor al sindicato. Con la nueva ley el sindicato amarillo se convertía en la pieza clave para tomar decisiones en un sentido o en otro en la entidad. Blesa abandonaría su puesto apenas 30 días después.