El diario “Público” y Ho Chi Minh

Dicen que cuando ciertos medios y personas te difaman, es cosa de sentirse orgulloso. Orgulloso de una trayectoria ejemplar, que molesta a los poderosos, pero sobre todo molesta a los lameculos de los poderosos.

Estos últimos, los tristes pelotas de los poderosos, los que les hacen la rosca para medrar y para conseguir prebendas suelen ser mas virulentos e intolerantes que los mismos derechistas. Me decía un compañero hace unos días que no hay peor anti comunista que un ex militante comunista. Ni mayor reaccionario que uno que hay pasado parte de su vida militando en causas perdidas. Estos elementos un día ven la luz, recapitulan sobre su vida y descubren que les podría haber ido mejor siendo un ciudadano “honesto” de los que no se cuestiona nada, vitorea al gobernante de turno y hace la quiniela con la esperanza de ser un nuevo rico y poder codearse con quienes antes enemistaban.

No tienen remedio. Eran trepas y en vista que el lado izquierdo de la subida no les da a la cumbre, optan por pillar el lado derecho. Les definió perfectamente Aute en la canción “La Belleza” . Más que nauseas dan tristeza. No rozaron ni un instante la belleza y hoy día están a millas náuticas de rozar mínimamente no la belleza sino la misma decencia.

El diario “Publico”, pasa por ser el periódico mas a la izquierda de información general en el estado español. Con sus colecciones de películas y libros progresistas y la venta de unas camisetas republicanas se da el barniz de prensa alternativa. Referencia de muchas sensibilidades de izquierda, al final siempre aparece su deje pro-PSOE, que bien enmascarado con las colecciones antes citadas, hacen que su línea no sea tan descarada. Lo que si es descarado es su apoyo a Izquierda Anticapitalista (Oh Casualite!!) grupo extraparlamentario españolista, que se nutre de lo mas resentido y reaccionario de lo que fue la LCR y otros sectores no menos sectarios. Por descontado en el tema vasco, el periódico “Público” cierra filas con el estado y se apunta a la versión del estado democrático español y el terrorismo vasco. Faltaría más. Eso es el diario “Publico” y nada más y quien crea que estamos ante un periódico alternativo perfectamente puede creer también en la capacidad de los burros para volar.

El pasado lunes, el periódico “Publico” nos obsequiaba con una noticia de opinión de un tal Manuel Ansede y titulada “Embalsamar a un dictador” en la que este juntaletras hablaba y charlaba acerca de la posibilidad de embalsamar al recientemente fallecido Kim Jong Il. Lo peor de su trabajo, en si pésimo y lleno de tópicos de la prensa de derechas que repetía como un papagayo, es que haciendo historia de “dictadores” embalsamados, hacia referencia a que tanto Franco como Ho Chi Ming lo habían sido. En una palabra comparaba a Franco con Ho Chi Minh y se refería al presidente Vietnam como “dictador”.

A este hay que darle una clase historia. Y también de ética. Y si nos ponemos hasta de educación.

De educación porque hay que tener muy poca vergüenza para comparar a Franco con Ho Chi Minh.
De ética, porque esta fuera de toda deontología profesional, hacer este tipo de manifestaciones de una forma tan gratuita. Nadie duda en el mundo entero que Franco fue un dictador fascista. Nadie duda en el mundo entero que Ho Chi Minh fue quien lideró la lucha del pueblo vietnamita por librarse del colonialismo francés primero y del norteamericano después. Nadie.

Y de historia. Franco fue un criminal español, un militar fascista que protagoniza matanzas en Asturias y Marruecos en pos de servir al capitalismo militarista y colonial español. Era un criado, no más del estado. Traidor hasta la medula, se declaraba fiel a la republica mientras organizaba junto con otros militares fascistas el golpe que dio lugar a la llamada guerra civil española. Tras el triunfo de este golpe y su ascenso al poder absoluto, se alineo con Hitler y Mussolini, a favor de los fascismos europeos. Durante casi 40 años martirizo al pueblo manteniendo una tiranía que se despidió con cinco ejecuciones. Ese era Franco.

Ho Chi Minh era un patriota vietnamita que sufrió cárcel y torturas en la primera parte de su vida por parte de los colonialistas franceses (amíguetes de Franco). Tras salir de la cárcel, le tocó luchar contra la ocupación japonesa primero y de nuevo francesa después. Su vida fue una intensa lucha por liberar a su patria del dominio extranjero.

Como sabían los norteamericanos que el 80 por ciento de los vietnamitas iban a votar por Ho, crearon el estado títere de Vietnam del Sur, que no pasó de ser una dictadura fascista mantenida por Estados Unidos para contener la Republica de Vietnam que fundo Ho y que tenía un carácter socialista. Como no podía ser de otra manera los americanos desencadenaron una guerra, larguísima y cruel en la que murieron millones de personas y en la que usaron las armas mas crueles de la que disponían los yanquees. Ho Chi Minh murió en 1969 sin poder ver el definitivo triunfo de la republica que el fundó. Los yanques tuvieron que salir por patas de Vietnam y la república fundada por Ho propinó al imperio su primera derrota.

Ese hombre fue Ho Chi Minh. Como se podrá comprobar un personaje “parecidísimo” a Franco. Por una parte un liberador de su país, un patriota querido y respetado por su pueblo y por otra un matarife fascista.

Esta es la comparación que se ha atrevido a hacer el periodista de turno de “Publico” este tal Manuel Ansede.

Está acomplejada la izquierda españolista y punto, No pudieron con Franco y permitieron que muriese en la cama. Al contrario que la izquierda vietnamita, que como cantaba Carlos Puebla tuvieron los “corazones” de liberar su patria. De enfrentarse a los tiranos y de ganar. Lo que no hizo la generación que lee “Publico”. Ese es el problema. Por eso se atreven a llamar dictador a Ho Chi Minh. ¿Qué mas quisieran los pobrecitos que hubiese habido un Ho Chi Minh enfrentándose a Franco? Pobres, que ladren, porque no ofende quien quiere sino quien puede y ellos….no pueden