El Gobierno PSOE-Podemos-IU avala las devoluciones en caliente y el gran trabajo de la Guardia Civil

El Tribunal Europeo de Derechos Humanos rectificó esta semana su condena al Estado español y afirma que en 2017 no vulneró la legislación europea con la expulsión automática de dos migrantes en 2014 en la valla de Melilla. Lo que significa que la UE certifica que estas acciones racistas “no vulneran los Derechos Humanos”.

El Gobierno esperaba el fallo del Tribunal para tomar una decisión definitiva sobre las expulsiones inmediatas de inmigrantes, que de hecho no ha dejado de aplicar en las vallas de Ceuta y Melilla. Según el Gobierno del PSOE, Podemos e IU se “seguirá aplicando la legalidad vigente en la frontera” y en base a la sentencia de esta se “permite dotar de mayor seguridad jurídica el gran trabajo que hacen a diario los agentes”, sostienen desde el Gobierno.

Y es que según la ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado “hacen una labor en condiciones muy difíciles”.

Los partidos y miembros del Gobierno ya han aclarado que van a respetar esta sentencia claramente racista, como la ministra de Trabajo Yolanda Díaz de IU, a pesar de declarar que no la comparte. Otro tanto de lo mismo para el resto de ministros “progres”.

Mientras se conocía la sentencia, el vicepresidente Pablo Iglesias y la ministra de Igualdad Irene Montero, participaban de la reunión ordinaria de la Comisión Delegada sobre Asuntos Migratorios junto al presidente del Gobierno y los ministros de Justicia y Exteriores.

“Aunque la mona se vista de seda mona se queda…”

El nuevo gobierno de coalición sigue actuando al más puro estilo del PSOE, gestos “progres” y mano dura neoliberal como lo harían PP o VOX. Por un lado incorpora en el Ministerio de Igualdad, como directora de Igualdad de Trato y Diversidad, a una mujer racializada. Y por otro lado sigue expulsando inmigrantes. Eso sí como le dijo Pedro Sánchez a Santiago Abascal en el debate electoral del 10N, el PSOE ha expulsado un 50% más de inmigrante pero con “humanidad”.

Irene, joven trabajadora y migrante de la agrupación de mujeres Pan y Rosas, preguntada por este diario nos comenta que “la racialización de un ministerio no acabará con el racismo si continúan las leyes de Extranjería y los CIEs. Esto no está en el programa de este gobierno del PSOE y Podemos que se dice de izquierda. Yo no he escuchado ni siquiera la promesa de que se van a derogar las leyes de extranjería, ni de que se va a acabar con las deportaciones, ni que se cerrarán esas cárceles para personas sin papeles que son los CIEs, que yo sepa, que es lo que afecta a la mayoría de las personas inmigrantes. Entonces es todo puras palabras o gestos simbólicos”.

Prosigue comentándonos la necesidad de la derogación de la reaccionaria Ley de Extranjería, el Cierre de los CIEs, el acceso igualitario a la sanidad pública y los servicios sociales, tengamos o no papeles. Además plantean que es necesario luchar contra el discurso imperialista en los centros de estudio y de trabajo que fomentan la discriminación y el racismo. “Acabar con la precariedad laboral a la que estamos expuestas la gran mayoría de las inmigrantes, por eso creemos que también tenemos que plantear acabar con el acoso y precariedad laboral, los contratos de obra y servicio, contratas y subcontratas. Y exigimos el pase a plantilla fija de todas las trabajadoras. La prohibición de los contratos temporales y las ETTs, y el pago de todos los derechos por maternidad”.

Toda una serie de medidas que el gobierno de Unidas Podemos junto a sus socios neoliberales del PSOE no está dispuesto a llevar adelante. Como país imperialista, las políticas racistas dentro y fuera de las fronteras del Estado español forman parte de su ADN, el cual ha asumido con toda naturalidad Podemos e Izquierda Unida.