España de pandereta

Existe una enorme expectación en buena parte del país. No en balde han estado más de una semana vendiéndonos la medalla de oro en todos los telediarios de las distintas televisiones. ¿Será porque- como hemos oído en otras ocasiones- "dios es español"?. Al parecer, España, como antaño, sigue siendo la reserva espiritual de Occidente, un país idílico cuya única preocupación es la carrera de María José.

El alcalde de Granada-su tierra natal- ha instalado una pantalla gigante en una plaza de la ciudad para que los vecinos disfruten de un triunfo asegurado. Quizás la inversión efectuada por el Ayuntamiento para el momento no sea excesivamente grande, pero mejor le habría venido a los albergues para pobres, donde vagabundos y sin techo pasan la noche huyendo del frío granadino.

Allá en Italia están presentes los Príncipes de Asturias, Don Felipe y Doña Leticia. Quieren ver in situ el descenso de la granadina. Ellos no están en Sestriere haciendo turismo o pasando el rato a costa el Erario Público. Su presencia se debe a cuestiones de trabajo. Hoy éste consiste en aplaudir y animar a Rienda en el día más importante del equipo olímpico español de invierno.

Comienza la carrera. Mucha gente expectante. En esos instantes no existe el desempleo, el trabajo en precario y sin futuro, los índices espeluznantes de siniestros laborales consecuencia del terrorismo empresarial, los madrugones de las 5 de la mañana para llevar a casa cuatro duros. Sólo existe María José.

Terminan las dos mangas del recorrido y María José Rienda, la del oro seguro, acaba en el puesto número 13. La medalla anunciada por el chovinismo españolista desde que se iniciaron los Juegos de Invierno no ha llegado.

Regresamos a la realidad, al desempleo, al trabajo en precario y sin futuro, a los índices espeluznantes de siniestros laborales consecuencia del terrorismo empresarial, a los madrugones de las 5 de la mañana para llevar a casa cuatro duros. En la noche, los vagabundos de Granada volverán al albergue para pobres, huyendo del frío. Veremos si caben todos o hay overbooking

No se ha logrado medalla. España se ha quedado helada ( nunca mejor dicho). Pero no importa. El mundial de fútbol está cercano. Se repetirá la historia.

Fuente: La Haine