La epidemia del pánico puede ser más peligrosa que la pandemia del Covid-19

“Si los países detectan, hacen el test, aíslan, buscan los contactos y movilizan a su ciudadanía en la respuesta, los que solo tienen un puñado de casos de Covid-19 pueden prevenir que se conviertan en grupos de transmisión y que estos se conviertan en transmisión comunitaria”. Ghebreyesus, director general de la OMS.

En la editorial de IzCa del 4 de marzo, titulada “El Covid-19, algo más que un problema de salud pública”, insistíamos en el debate intenso y extenso que se iba a generar entre racionalidad e irracionalidad alrededor de la cuestión de la epidemia del Covid-19, ya declarada pandemia por la OMS, cuestión totalmente previsible y que tiene fundamentalmente un valor simbólico.El Gobierno Central no tiene un plan serio y coherente, el de la Comunidad de Madrid tampoco.

La UE está por otra parte haciendo aguas como proyecto europeo global. La última tendencia mediática, especialmente en redes, es situarnos en un escenario preapocalíptico y además con un elemento añadido de gran importancia subjetiva, tal cual es el que el avance hacia el precipicio, o no, es en lo esencial una responsabilidad individual, es decir, de cada uno/a de nosotros/as. De pronto han descubierto la piedra filosofal de la lucha contra la epidemia, el distanciamiento social.Mientras en China, Corea, u otros países que luchan con éxito contra la epidemia-pandemia la estrategia ha consistido desde el punto de vista epidemiológico en la identificación activa de casos y como norma general, su ingreso hospitalario para garantizar un aislamiento riguroso, así como el tratamiento en las mejores condiciones, de ahí la construcción de nuevos hospitales o la habilitación de centros para tal fin; y en la búsqueda estructurada y muy activa de contactos y su cuarentena, todo ello de una forma rápida y rigurosa, única forma eficaz de hacer estas cosas, aquí se han mantenido una actitud expectante, infravalorando en una primera fase justo cuando la intervención epidemiológica hubiera sido eficaz.

La importancia de la epidemia se ha infravalorado, la realización del test serológico para confirmar o no la enfermedad se ha racaneado por motivos estrictamente económicos. Hay un dato muy significativo, al menos inicial, como es que las primeras confirmaciones de fallecimientos por Covid19 se hicieron postmortem; y ello después de que algunos médicos dieran la voz de alarma sobre el aumento de personas graves ingresadas en UCI con neumonías bilaterales, una de las características clínicas de la enfermedad provocada por el Covid19.Es decir, hemos asistido y seguimos asistiendo a todo un rosario de malas praxis. El portavoz de la Administración Central para Epidemias ha insistido una y otra vez, nos imaginamos que incluyendo a Madrid, de que no había una situación de transmisión comunitaria del virus, además de otras consideraciones sobre la inconveniencia de cerrar los centros de estudios escolares, justo lo que al cabo de unos días se ha hecho.Ahora va de “distanciamiento social”, y en ese sentido se recomienda suspender actos, reuniones, movilizaciones… y así vemos cómo sobre todo desde los movimientos sociales se van suspendiendo todas o casi todas las actividades programadas. También se dan consejos sobre el no uso del transporte público ¿pero qué se hace para facilitar tal cosa?Resulta curioso cómo no hay referencia alguna a la suspensión de las misas diarias y/o dominicales, dicho sea con todo el respeto, que como es bien sabido se celebran en lugares cerrados y muy poco ventilados, u otras ceremonias civiles o religiosas, incluyendo los entierros (por cierto, una de las primeras cosas que se suspendieron en China) y que ha quedado empíricamente demostrado en el caso ya conocido de Vitoria como una fuente importante de extensión de la infección.

Tampoco parece que haya claridad con las suspensiones de las procesiones de Semana Santa, especialmente en Andalucía y que ya están a la vuelta de la esquina. Obviamente las procesiones son eventos en donde existen una gran concentración de personas y, por tanto, grandes probabilidades de contagio.Similar reflexión podríamos hacer sobre el transporte público, especialmente el Metro de Madrid, que reúne todas las condiciones de ser un lugar idóneo para la transmisión del Covid19 y por supuesto de otros muchos patógenos. ¿No sería lo más normal cerrarlo si realmente se quiere controlar la extensión de la epidemia? ¿Qué buscan realmente? ¿Controlar la extensión de la epidemia o generar una situación de pánico, es decir de shock social, que les permita introducir con la menor resistencia posible medias brutales de recortes dando una oportunidad al capitalismo neoliberal? Nos tememos que la cuestión va por la segunda línea, como puede verse en estas noticias:El FMI pide a España medidas extraordinarias ante la crisis
Avalancha de EREs y ERTEs por el coronavirusLagarde urge a la UE a actuar para evitar una crisis como la de 2008

La coyuntura actual puede ser una gran oportunidad para empezar a construir un cambio social y económico profundo absolutamente imprescindible. El modelo capitalista está demostrando ser absolutamente incapaz de resolver los problemas de la humanidad; pero para iniciar ese proceso de construcción de un modelo alternativo hay que asumir riesgos, y sobre todo hay que poner en primer plano la racionalidad y dejar de lado el pánico.

Esto no quiere decir en absoluto que no valoremos la importancia de la epidemia a la que estamos asistiendo, lo venimos diciendo desde el minuto uno. L@s que planteamos esta línea de acción venimos anunciando tal cuestión desde el principio de la epidemia, pero se trata de tomar medidas globales, coherentes y eficaces, no parciales y fuera de tiempo. Si un barco tiene varias vías de agua hay que taponarlas todas; si se quiere evitar el hundimiento de la nave, no se trata de tapar unas y dejar otras muchas abiertas tal y como se está haciendo aquí.No nos van a regalar nada, excepto el dolor y el deterioro de las condiciones de vida, pero ese regalo no lo queremos.La cuestión de la información epidemiológica ha sido y sigue siendo un indicador principal para evaluar el rigor de los planes, con los que se afronta la epidemia en diversos países y con diferentes modelos sociales y políticos. En el editorial “El Covid 19, algo más que un problema de salud pública” destacábamos cómo la información epidemiológica en China era de una grandísima calidad y puntualidad; y que incorporaba un amplio número de items que permitía y permite hacer una evaluación continua y rigurosa de la evolución de la epidemia; cosa muy diferente ocurre aquí y en el conjunto de la UE, los datos son muy limitados y, por poner un ejemplo, los sábados y domingos, por lo menos hasta ahora, no se actualizaban.

Es evidente el intento de aprovechamiento por parte del poder financiero y económico en general de esta “oportunidad”. Es obvio que se necesitan recursos económicos para afrontar la cuestión de la epidemia o que resulta curioso es que a nadie se le ocurre que esos recursos se podrían obtener de una forma sencilla y rápida de una moratoria del pago de la deuda ilegítima a la banca privada ¿por qué será?En el Estado español venceremos a la epidemia el Coronavirus 19 a pesar de los déficits en la gobernanza política, sin duda alguna, tal como ha ocurrido en China aunque con más dificultades, y necesitaremos más tiempo, precisamente porque esos déficits en la gobernanza política no ayudan a resolver la cuestión ágilmente. Parece muy poco probable que antes de 6 meses se pueda empezar a hablar de que la epidemia está siendo controlada.

Esta es la cuestión inmediata y urgente, pero no es la cuestión fundamental. La cuestión fundamental es que este modelo socio-económico no es sostenible, este modelo basado en la explotación y dominación de género, de raza, nacional y de clase no es sostenible tal como se está demostrando. Este modelo no es compatible con el futuro de la humanidad y de la naturaleza en general. El consumismo incontrolado, el tráfico aéreo completamente incontrolado, por poner solo dos ejemplos dramáticos, son incompatibles con el avance de la civilización y de la humanidad. Es evidente que el poder económico y financiero pretende aprovechar esta crisis, tal como hicieron con la de 2008, para recortar derechos y libertades en todos los terrenos.

Es de auténtica responsabilidad que la gente que estamos por el progreso, por la democracia, por la igualdad y por los derechos aprovechemos esta oportunidad para poner en valor un proyecto de cambio que cada día se perfila como más imprescindible.Pd: ¿Por qué no se reparten masivamente mascarillas y guantes tal y como se hizo en China y que parece que ha sido efectivo, a pesar de las banales disquisiciones de algunos teóricos expertos en el Estado español? ¿Quizás será porque no hay disponibilidad de ese material?

Izquierda Castellana, 12 de marzo de 2020