La verdadera historia del asesino de Roger

El pasado 15 de agosto el joven okupa Robert Albert Giné fue apuñalado en el barrio barcelonés de Gracia mientras era asaltado junto con unos amigos por un grupo de skins con estética neonazi, cayendo en un coma profundo del cual finalmente no ha podido salir.

El hombre a quien los testigos señalan como autor de las puñaladas que finalmente han acabado con la vida de Roger, convertido ahora en presunto homicida, es el valenciano Aitor Dávila Córdoba, natural de Albal (l"Huerta).

La trayectoria ideológica y la militancia política del joven acusado del asesinato vienen siendo objeto de polémica los últimos días. En un principio se le relacionó con la formación de extrema derecha España 2000, un extremo que ha sido desmentido en repetidas ocasiones por el partido de José Luís Roberto, que contraataca desde su foro de internet situándolo como miembro de Forca Llevant hinchas progresistas del Levante.

Ni una cosa ni la otra. Sí que es cierto que el joven Aitor Dávila frecuentó ahora hace unos cinco años ambientes de izquierda de la ciudad de Valencia, entre los cuales había esta peña deportiva. L"AVANÇ ha contactado con algunas de las personas que coincidieron con él en aquella época. Pero todos coinciden a afirmar que fue adoptando posturas fascistas y extremadamente violentas que en poco tiempos acabaron alejándolo por completo de cualquier círculo de izquierda. El valenciano acabó juntandose con conocidos neonazis catalanes, con quienes pasaba a menudo los fines de semana en Barcelona. Hasta su ingreso en prisión.

De vegetariano a neonazi

Según las fuentes consultadas, Aitor se dio a conocer como un joven de izquierdas, independentista, vegetariano por ideas y forofo del fútbol, pero pronto destacó por su actitud extremadamente agresiva contra cualquier persona, sin distinguir amistades o supuestas afinidades políticas. Por su personalidad ha llegado a ser catalogado por sus viejos conocidos como un "desequilibrado" de quien todos tienen una opinión coincidente: "era un colgado que siempre buscaba bronca". Alguna vez había acudido a ver el Levante . y se acercó a Forca Llevant. Pero todo una serie de agresiones y amenazas cruzadas con aquellos con quienes pretendía simpatizar lo llevaron a ser rechazado por completo de la peña. Su actividad política era nula, "era capaz de agredir cualquier que le recriminara algo", y cuando hablaba de política "casi nadie le escuchaba".

Provocando discordias

Las mismas fuentes comentan que una vez Aitor fue visto con una bandera sudista de los Estados Unidos (de connotación racista) y que le gustaba hacer el salud fascista "por provocar". acabó pasando de traer camisetas del Che a autoafirmarse como "independentista nazi". Actualmente ha resurgido en Catalunya un movimiento fuerza marginal que utiliza las siglas 33, que significan Catalunya Catalana, y que reúne jóvenes cabezas rapadas ultraderechistas que se autodefinen como nacionalistas catalanes y que son rechazados por la totalidad de organizaciones independentistas, que históricamente se identifican con el antifascismo. Finalmente, cuando Aitor rompió con Forca Llevant, abandonó las tesis catalanistas y se autodefinío como "nazi español".

Fue entonces cuando el acusado de homicidio dejó de aparecer por los círculos de izquierda o nacionalistas y, segun nos aseguran dos de las personas que lo conocían, pidió entrar como militante al partido fascista "Democracia Nacional ". Esta teórica solicitud de adhesión a las filas de DN habría provocado, según las mismas fuentes, una disputa interna dentro la delegación valenciana del partido. El pasado supuestamente de izquierdas del aspirante no sería bien visto por algunos militantes, que acabarían abandonando la formación después de que Aitor fuera aceptado. Su valedor habría sido-siempre según las mismas fuentes- Alfred Calzada, número dos en las listas del partido a las últimas elecciones a las Cortes valencianas. Un portavoz de la delegación valenciana de DN consultado por L’ AVANÇ asegura desconocer la existencia del personaje, aun cuando "no nos sabemos de memoria los nombres de todos los militantes". Igualmente, afirma no estar enterado de ninguna muerte a manos de ningún afiliado a su organización.

En una declaración escrita ante la policía por tres vecinos de Gracia que fueron testigos presenciales del asesinato de Roger -considerada por Andreu Van den Eyne, el abogado de la familia de la víctima, fundamental por aclarar el caso- se afirma que tras la puñalada los agresores del joven realizaron varios veces el saludo hitleriano, proclamaron consignas fascistas y van a vitorear el nombre de Acción Radical. Este grupúsculo skin de tendencia neonazi en la actualidad estaba teóricamente disuelto a raíz de la participación en el asesinado de Guillem Agulló.

Salvados informa al semanario El Triángulo, Van den Eynde ha solicitado un informe a la unidad especializada en crimen organizado de la policía española, la UDYCO, para que investigue sobre la afiliación o no de los supuestos agresores a esta organización.

Lo que está claro a estas alturas de la película es que el supuesto asesino de Roger, el hombre a quien los propios compañeros ultras que le acompañaron durante la agresión señalan como el autor material de las puñaladas mortales que acabaron con la vida del joven okupa barcelonés, se encuentra más cerca del entramado ideológico de José Luís Roberto, a quien en su día se le relacionó con Acción Radical, que de los antifascistas de Forca Llevant.