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SADA S.A., los pollos y la salmonela en el estado español
En las noticias del jueves 4 de agosto vimos a los habitantes de Lominchar, Toledo, donde el Grupo SADA tiene un matadero o fábrica (los pollos se fabrican, sabe usted) que da empleo a 500 personas que comprensiblemente no quieren perder su trabajo.
En la edición de ayer de El País, el periodista se sorprende porque a pesar de que los primeros infectados son del día 22 de julio, los inspectores de salud pública de Castilla La Mancha no detectaron nada anormal en la visita que hicieron a la plata el día 26. Berta González, directora de salud pública de la Junta de Castilla-La Mancha señaló en rueda de prensa que "la empresa es quien realiza las inspecciones y los funcionarios se limitan a constatar que se ha hecho así, sin entrar en más detalles... Si la empresa no halló salmonelosis ni siquiera en los análisis que realiza a los pollos ya envasados y es la primera interesada en detectarla, ¿qué pueden hacer los inspectores?".
La Sra. González se confunde. La obligación de los inspectores es inspeccionar y el primer interés de la empresa no es la inspección sino los beneficios económicos. Detrás viene todo lo demás (entre otras cosas, los regalos que los inspectores reciben de parte de las empresas, como vino de rioja y jamones por navidad).
La lucha por el beneficio es a muerte, en una maraña de empresas que cambian constantemente de país y de nombre. Porque el Grupo SADA pertenece al Grupo NANTA que a su vez pertenece a NUTRECO ESPAÑA, que a su vez pertenece a la multinacional holandesa de agroalimentación NUTRECO Holding N.V. con 80 plantas de producción y procesamiento en 22 países y unos 8.000 empleados, cuyas ventas netas en 2004 fueron 3,857.3 millones de euros (véase el informe anual de 2004). A NUTRECO pertenecen, además de SADA y NANTA, TROW NUTRITION (acuicultura) y MARINE HARVEST (especialistas en salmón).
La multinacional holandesa aterrizó en el reino de España en el año 1983, cuando compró una próspera empresa familiar española, NANTA, S.A. perteneciente a dos veterinarios, los Sres. Galán y Nogués. En ese momento el avance de las multinacionales en este terrotorio era imparable y la disyuntiva de estos veterinarios era: o invertir en sus fábricas de piensos o vender. Esta gente ya había ganado mucho dinero, vivían muy bien y no pensaban dejar de hacerlo arriesgando en competir con una multinacional. Entonces, vendieron a HENDRIX INTERNACIONAL, donde NUTRECO es accionista. Eran los años gloriosos de Felipe González y sus muchachos.
Si tiramos del hilo, nos encontramos con que SADA, S.A. es creada por NANTA (piensos compuestos para que se ocupe de la producción de aves, que naturalmente se alimentarán de sus piensos). El grupo SADA se ha extendido por toda la geografía estatal, contando con 15 subsidiarias.
Pero nada de esto sale en las noticias. Porque si saliera, no nos extrañaría para nada que los inspectores de salud de un país como España no inspeccionen. Ellos solamente van y preguntan si está todo bien. Mientras no pasa nada, todo bien. Pero ahora tenemos más de 1.800 personas infectadas por comprar un pollo asado para que la patrona no trabaje. ¿Quién podría pensar que estas empresas, ejemplo de alta tecnología y rigurosas medidas de seguridad, nos van a vender comida contaminada?
Visto lo visto, al menos tenemos donde ir a reclamar. Porque esta gente está forrada y si nos envenenan, para empezar que paguen. Y que a nadie se le escape que esta es una consecuencia más del sistema en el que vivimos, el cual no piensa en las personas (ni en los animales) sino en el dinero.
PD: Los directivos de NUTRECO, NANTA y SADA nunca comen pollo.
