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Tras la manifestación del 1º de Mayo
Un año más hemos pasado, sin pena ni gloria, la celebración del 1º de Mayo. Más allá de valoraciones superficiales sobre la cantidad de asistentes, el ambiente festivo o no, el tiempo que hizo…debemos valorar esta fecha como lo que es a día de hoy: una oportunidad de juntarnos todes, compañeres, afiliades, militantes y simpatizantes, discutir sobre la situación por la que actualmente pasamos, y recordarnos les unes a les otres que, a pesar de ser muy poquites, las ideas no han muerto.
No han muerto porque la situación, en el fondo, no ha cambiado. Sigue habiendo personas que deciden sobre otras, que se lucran con el trabajo de otras, que defienden sus privilegios mediante la actuación de les que antes eran seres humanos, y ahora son policías. Durante los años de fascismo y democracia en este Estado, hemos perdido no sólo nuestra capacidad de organización, sino también nuestras ganas de organizarnos. No queremos participar de nuestras propias experiencias, crearlas, sino que deseamos vivir las que nos dan, aunque solamente sean experimentos de “pseudofelicidad”, que se basan en la acumulación de objetos y bienes que nada valen en realidad.
En el plano laboral, nuestras condiciones se han visto muy mermadas, puesto que si a primeros del siglo pasado y finales del anterior, se luchaba por alcanzar la jornada laboral de ocho horas, para lograr tener ocho horas de ocio, ocho de trabajo y ocho de descanso, y se conseguía, aunque por poco tiempo, las jornada laboral de 36 horas semanales, en la actualidad, rara es la empresa que respeta los horarios pactados. Son habituales las jornadas laborales de 10 horas diarias, incluso en épocas de “crisis”, en las que este tipo de prácticas son más crueles si cabe. No olvidamos en este capítulo la amplia lista de accidentes laborales que tienen lugar en el Estado. Son muchas las víctimas de las empresas, cinco muertos diarios, con nombres y apellidos, con causas concretas: el ahorro de costes empresariales se realiza en la parte más frágil y fácilmente sustituible de la empresa, les trabajadores.
La propuesta del sindicalismo oficial, que no lo forman sus bases, desposeídas en la actualidad de cualquier poder real de control de las estructuras de estos “sindicatos”, tienen dos caras. Por un lado, gritan a los cuatros vientos, y pudimos comprobarlo en la Plaza Mayor el 1º de mayo, que no van a ceder a las presiones de la patronal, que no van a firmar reformas laborales, que no nos van a vender de nuevo. Por el otro, en postura egipcia (una mano delante alentando a la revuelta y la otra detrás recogiendo el fajo de billetes), se reúnen, tanto en secreto como de manera oficial, y deciden por todes les trabajadores, sin que nos demos cuenta de lo que está pasando hasta que salga en las noticias una nueva reforma laboral que abarata los despidos y nos manda a la calle a otro millón de personas. ¿Qué han hecho sino en Qualytel, Nachi, Gráficas Europa…?
En el Sindicato de Oficios Varios de Salamanca este 1º de Mayo, más allá de servirnos de escaparate de cara a la ciudad, nos sirve para darnos cuenta de que hay gente que piensa como nosotres, que tiene inquietudes laborales, sociales, y por qué no, políticas. Este 1º de Mayo nos sirve para que esa gente, cada año más, sientan que hay otra manera de hacer las cosas, otra manera de organizarse. Nadie se cree ya las mentiras de la patronal, ni de los sindicatos “mayoritarios”. Nadie confía en estas estructuras, que no son más que brazos extra de los empresarios y políticos. La gente tiene ganas de hacer las cosas de otra manera, tienen ganas de decidir, y a pesar del miedo que da perder el trabajo, las casa, el coche… la rabia contenida por todes no se va a quedar dentro.
En Salamanca, CNT va a seguir en la brecha, y trataremos de llevar a la práctica, desde nuestras asambleas y nuestro día a día, la idea de tomar las decisiones sobre las cosas que nos afecten, de forma horizontal y en plano de igualdad. Trataremos de ser una organización seria, con la que se pueda contar en el momento en que la gente decida cambiar su manera de vivir, y pasar a la lucha activa contra las instituciones, estados, ejércitos y empresas, que son los que controlan nuestras vidas y nos llevan por donde quieren. En el momento en que decidáis cambiar el rumbo de vuestras vidas, os estaremos esperando.
Las ideas de igualdad, solidaridad, apoyo mutuo…no mueren nunca. De nosotres depende que salgan a la luz.
