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Euskal Herria :: 09/01/2021

¡Ojo con los Negacionistas!

El Mago Jalamandruki

Quién negará que vivimos tiempos complicados, de una u otra manera, todos y todas estamos nadando en aguas revueltas. Sin embargo, además de todo lo que nos está tocando vivir, tenemos ahí a nuestro alrededor un peligro que nos acecha y que conviene remarcar: los negacionistas!!!

Las Instituciones públicas, los medios de comunicación de masas, los partidos políticos con carácter institucional, los dueños de las redes sociales, etc., piden responsabilidad a la población y mayoritariamente la sociedad asume acrítica todo el mensaje. Pero, ¿quién les exige responsabilidad a estos sujetos? ¿Quién vigila al vigilante, quién vigila que lo que dicen o deciden está basado en el bien común? Estamos asumiendo bulímicamente toda la “información” que recibimos (por llamarlo de alguna manera) y ya tenemos inoculado el miedo hasta las células. Por lo tanto ahora, más que nunca en la historia moderna, somos ovejas perfectamente manejables para que hagan con nosotros/as lo que considere oportuno el “Gran Pastor”.

Bajo un supuesto criterio científico se están justificando todas las medidas represivas que estamos tragando, dejando de lado el cuidado de la salud, pero se olvidan mencionar y olvidamos recordar que la ciencia debiera ser conocimiento público y debiera estar pensada en el bien común, no otras cuestiones de carácter privado.

Nos dicen que los espacios cerrados son más propensos para la expansión del virus, pero luego nos dicen que los Mercadonas de turno son espacios seguros para comprar no así los mercados al aire libre. Nos dicen que mejor pagar con la tarjeta Visa porque el virus puede estar en el billete pero luego vas a la zona azul o al aparcamiento privado y resulta que ahí están todos los botones tocados y retocados una y otra vez. Los y las jóvenes son irresponsables, son una causa de posible contagio pero de las misas de a 12 o de los colapsos humanoides en los centros comerciales no nos dicen ni pio. Endulzando todo esto, por los cuatro ejes cardinales no paran de llegar medidas represivas, que no médicas: toque de queda, multas, ley Mordaza en vigor, antidisturbios, apología del ejército patrullando su ignorancia por las calles.

Si tanto les importa nuestra salud podrían hablarnos más de salud ¿La salud mental es importante? ¿Cómo cuidamos la salud mental? ¿Qué haya gente que esté siendo desahuciada de sus viviendas es bueno o malo para la salud? ¿Qué la gente esté muerta de miedo es bueno o malo para la salud? ¿Los medios de comunicación están inoculando miedo en la población y por lo tanto está atentando contra la salud? ¿Qué esté creciendo la diferencia entre personas ricas y personas pobres es bueno o malo para la salud? ¿Qué haya casi un 50% de paro juvenil es bueno o malo para la salud? ¿Pequeños negocios de hostelería y comercio cerrando para siempre es bueno o malo para la salud? ¿El confinamiento y el miedo reducen o limita el acceso al sistema de sanidad lo cual genera a su vez problemas de salud? ¿El retraso en la atención médica de otras cuestiones, operaciones suspendidas, etc., genera problemas de salud? ¿El confinamiento, toque de queda, etc., aumenta los maltratos
y las violencias hacia las mujeres? ¿La hipertensión o diabetes está aumentando sus consecuencias negativas como consecuencia de las medidas que están tomando? ¿Afecta igual el Covid-19 en las ciudades contaminadas que en el mundo rural menos contaminado? ¿Explicamos cómo podemos aumentar el sistema inmunológico de nuestro cuerpo? ¿Ponemos medios públicos para aumentar el sistema inmunológico de nuestro cuerpo o nos gastamos el dinero en el TAV?

La ciencia pública se basa en un principio muy sencillo, hacerse preguntas, se basa en la duda y en cuestionarse las cosas. Los dogmas son para la religión, no para la ciencia. La ciencia pública, por naturaleza, tiene que estar en constante revisión. Hay muchas cosas que a lo largo de la historia que la ciencia ha dicho “esto es así” y que al final ha resultado que no era así y se ha tenido que revisar, lo cual no tiene nada de malo. Que alguien se haga una pregunta y que automáticamente sea condenado por el stablishment como “negacionista” es un síntoma, nunca mejor dicho, de que estamos siendo gobernados por negacionistas porque son precisamente estas actitudes las más contrarias a la ciencia. Criminalizar que alguien se haga preguntas no es científico, al contrario es de negacionistas.

El contexto que vivíamos antes del Corona Virus y que seguimos ahora viviendo como sociedad, está marcado por una crisis global, la mayor crisis de la historia de la Humanidad, una crisis ambiental unida a una crisis económica y social. Nunca antes como ahora, estas tres crisis son la misma. Nunca antes el planeta había estado sometido a presiones negativas como lo está en estos momentos y nunca antes habíamos tocado el límite del consumismo, el límite del crecimiento económico: cambio climático, agotamiento de recursos naturales (petróleo y minerales), pérdida de biodiversidad o grave contaminación de la tierra, el aire y los mares. Peor aún, estas presiones negativas en pleno Corona Virus siguen en aumento básicamente en la búsqueda de mantener los privilegios de unos frente a la mayoría de todas, y para ello, se incrementan las desigualdades, se precarizan las condiciones de vida de las poblaciones y da la espalda a los cuidados. Sin embargo aquí estamos, rodeados y gobernados de negacionistas que nada de esto ven, nada de esto reconocen y nada de esto denuncian. Instituciones públicas negacionistas, medios de comunicación de masas negacionistas y partidos políticos negacionistas aprobando presupuestos que intensifican las raíces del problema.
Navarra no vive al margen del negacionismo. La evolución en estos últimos años es altamente preocupante, se siguen manteniendo e intensificando los elementos que impulsan la degradación del reparto más justo de la economía, de la justicia social o del equilibrio del medio ambiente:

• La especulación inmobiliaria, ejemplos en la urbanización en Aroztegia (Baztan) o el urbanismo desequilibrado en Etxabakoitz incluída la estación del TAV/TAP.

• El negocio de las grandes infraestructuras insostenibles, como pudieran ser el proyecto de Tren de Altas Prestaciones (TAV) con su estación en Etxabakoitz, la ampliación del Canal de Navarra que traerá más concentración de tierras en menos manos o el fomento del monocultivo intensivo o el recrecimiento de Yesa cuyos sobrecostes de inversión prevista han superado el 400%.

• Un modelo de producción y consumo compulsivo.

• Especulación energética como la línea de alta tensión a 400 KV entre Castejón (Navarra) e Itxaso (Gipuzkoa) o las centrales de ciclo combinado en situación de ilegalidad según todas las sentencias dictadas por los tribunales de justicia.

• El desequilibrio territorial. Grave despoblamiento y empobrecimiento de los pueblos del mundo rural en detrimento del fomento de la concentración de la población en las ciudades, como bien pudiera ser ejemplo la especulación del urbanismo en Etxabakoitz (Pamplona/Iruña).

• El desprecio a la igualdad real entre mujeres y hombres, ignorando la realización de informes sobre impacto de género en los distintos planes, PSIS o proyectos.

Todos estos temas han contado con el apoyo gubernamental, los poderes económicos, sus medios de comunicación y los partidos políticos con carácter institucional que sostienen que todo este modelo social siga avanzando.
Sin embargo la ignorancia que nos gobierna es reflejo de lo que somos como sociedad y negarlo nos haría igualmente negacionistas. Hay algunos ejes fundamentales para poder luchar y abordar de una forma distinta el negacionismo que reina esta sociedad: el fomento de la cultura crítica, la educación pública, el respeto a la diferencia, la gestión de los recursos naturales, el diseño de una política territorial racional y respetuosa con el medioambiente, las decisiones democráticas, el bienestar y la igualdad a la hora de responder a las necesidades de las personas, pensando en el interés colectivo y no en el individual o la perspectiva de género a la hora de tomar decisiones.

En todos los temas debería existir un nivel de información riguroso, análisis de impacto con perspectiva económica, social, medioambiental y de género. Es necesario también formar a la sociedad y aprender a analizar críticamente las tomas de decisiones.
También deben constituirse marcos de participación mediante procesos de debate social, a partir de la información facilitada, con posibilidad de contraste de opciones alternativas.

Cortar de raíz la especulación inmobiliaria mediante cuantas medidas legislativas sean precisas, frenando la ocupación residencial extensiva de suelo, priorizando la rehabilitación o el alquiler.

Programación clara para la reducción de los consumos de energía, aplicando un sistema democrático en la producción y la gestión de la misma. Dejando de engañar a la sociedad con la posibilidad de un futuro idílico basado en las energías renovables y centrándonos en el compromiso estricto con las políticas de ahorro energético. En paralelo que se racionalice el desarrollo de proyectos eólicos, potenciando los proyectos públicos, cooperativos y sociales frente a los privados.

Paralización de la construcción de macro-infraestructuras de nulo beneficio social y que, sin embargo, suponen un altísimo coste económico y ambiental, como bien pudiera ser el Tren de Altas Prestaciones (eufemismo socialverde del Tren de Alta Velocidad de toda la vida)

Gestión responsable de los residuos, que empieza por una reducción de su generación y continúa con una implicación conjunta de sociedad y administraciones públicas para un tratamiento que garantice una alta reutilización y un buen compostaje.

Poner freno a un nivel de consumo que se sitúa muchas veces fuera de las necesidades habituales y mucho más cerca de lo compulsivo, afectando al comportamiento social general o a los recursos naturales y su forma de explotación y/o producción. El reparto del trabajo sería fundamental para minimizar los daños dramáticos que aparecerán en aquellos sectores que van a tener que reducirse o desaparecer.

Asumir una nueva cultura del agua, basada fundamentalmente en principios como el de la gestión del agua como recurso limitado y conservarla como patrimonio.

El patrimonio cultural, material e inmaterial, es la expresión de la diversidad cultural y proporciona sentido y continuidad en relación con las generaciones precedentes. Los últimos años han sido nefastos para su protección y mantenimiento. Siendo como es muy vulnerable, es necesario velar por defender y conservar nuestro patrimonio cultural mediante su estudio, su protección y su difusión.

Impulsar y defender una agricultura y una ganadería extensiva, unida a la tierra, que permita marcos directos y cercanos de producción y consumo de alimentos, y que garantice rentas dignas a los/as agricultores/as. Una agricultura y ganadería que haga vivir los pueblos, que sirva de transmisor de la cultura y los saberes populares. Un modelo agrícola y ganadero ecológico que entronque con los principios de la soberanía alimentaria, que permita luchar contra todos los efectos nocivos y negativos que genera la agricultura y ganadería productivista, industrial y transgénica.

La defensa de los comunales, no solo en su concepción física y territorial, sino como un modo de relación y gestión del territorio basado en la participación de la comunidad local de forma directa, y en base al valor de uso. Y la defensa del mundo rural mediante la financiación y competencias de municipios y concejos, frente a los impulsos y políticas centralizadoras como el “nuevo” mapa local.

Adopción de un compromiso inequívoco en la defensa de las especies y espacios protegidos, poniendo fin a la vulneración sistemática de las leyes en defensa de las mismas.

Hay muchas expectativas puestas en la llegada de la vacuna, espero que sea una vacuna formada por servicios públicos de educación, sanidad, ciencia, servicios sociales, colectividad frente a individualismo, vacuna formada por cultura, información crítica, respeto a la diferencia, vacuna contra el machismo o la xenofobia. ¡Ojo con los Negacionistas!

El Mago Jalamandruki

 

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