Alto a la masacre del pueblo palestino

Bolivia, 2 de enero de 2009 (CEP).-
La ofensiva iniciada por el Estado de Israel el 27 de diciembre contra el pueblo palestino es una muestra más de la brutal agresión imperialista en función de conquistar y someter territorios a través de masacres y matanzas.

Israel es un Estado armado por los intereses imperialistas, en particular el yanqui, y juega el papel de gendarme en la región para mantener a raya a los estados que no están bajo su control. Israel cumple su papel de cancerbero con especial eficacia cuando presenta una abultada lista de muertos y heridos de aquellos que se enfrentan a su poder y a los intereses imperialistas.

Por eso los pueblos del mundo no podemos dejar de manifestar nuestro rotundo rechazo ante semejante atrocidad y condenar igualmente a los responsables detrás de las masacres, los imperialistas sin los cuales el Estado israelí no habría iniciado su ofensiva que hoy es por aire y que amenaza con una ofensiva terrestre.

Quienes creen que el cambio de gobernante producido en el centro de la reacción mundial (EE.UU.) traerá ciertas ventajas para los pueblos o naciones oprimidas, por ser negro o por ser “indígena” (como lo ha dicho Evo Morales), hacen gala de su extrema ignorancia o su testaruda confianza en el sistema imperialista. Es imposible pensar que estas acciones se han desarrollado sin el conocimiento del nuevo gobernante yanqui.

Las acciones del Estado israelí han sido calificadas como “atrocidad” por el propio relator de las Naciones Unidas para los territorios palestinos, Richard Faulk, y no puede ser de otra manera cuando los hechos y las imágenes diarias nos muestran los bombardeos de población civil, el cerco a los suministros médicos y alimenticios a los que el ejército israelí ha sometido a la población palestina.

Los hechos deben servir para unir a los pueblos del mundo en un verdadero movimiento antiimperialista que apunta no solamente a frenar las guerras imperialistas sino para acabar con el mismo monstruo y el sistema social que lo sustenta.

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