"Narcoamauta" y el caso "aleman Dirk Schmidt": escándalos en Bolivia

Ayerlos bolivianos desayunaron con titulares de los medios de difusión que dan cuenta de dos escándalos de alto nivel; El Amauta (Sacerdote, Sabio Aymara) que impuso el bastón de mando al presidente Evo Morales en Tihuanacu resulto capturado infragante con 240 kilos de cocaína cristalizada en su domicilio; y el otro asunto que enfrenta al ministro del interior Sacha Llorenti con su viceministro destituido Gustavo Torrico por las vinculaciones con los servicios del ciudadano alemán naturalizado boliviano Dirk Schmidt. El destituido viceministro declara públicamente que el súbdito alemán con antecedentes delictivos en su país natal y solicitud de extradición, presto servicios de informante y enlace al ministerio del interior con organizaciones y personas extraministeriales afirmando que Schmidt mantenía buenas relaciones con personas del Ministerio y con autoridades y jefes policiales; sin embargo de ello por circunstancias extrañas no explicadas hasta la fecha este es apresado y sometido a juicio por supuestos delitos de sedición y alzamiento armado contra el gobierno.

Pocas veces se develan actos de este grosor delictivo y novelesco donde resultan vinculados altos funcionarios del gobierno en el caso Schmidt, y el Amauta que entregó el simbólico bastón de mando al Presidente Morales en la aparatosa ceremonia de Tihuanacu. Este episodio que esta calentando el ambiente político deberá ser esclarecido a la brevedad y con credibilidad de argumentos para evitar un daño moral al país que ya esta trascendiendo las fronteras de Bolivia.

LO QUE SE EXPORTA, EN BOLIVIA MAL SE COMPORTA

Parece que tratando de opacar el escándalo, el gobierno informa manifestando orgullo la noticia de que la ONU aprobó por mayoría de votos la propuesta del gobierno boliviano que declara como derechos humanos los servicios de agua y energía eléctrica para los pueblos.

Obviamente esta aceptación de la ONU es buena noticia, y los bolivianos gratamente sorprendidos esperamos que estos derechos humanos se apliquen primeramente en nuestro país. Por que las tarifas de la luz y el agua potable subió en el orden de un 25 a 30% en los dos últimos meses, situación que aflige y afecta a la magra economía de los bolivianos. Si se mantienen estas políticas de constante elevación de precios de estos derechos humanos en Bolivia tendremos a estos servicios vitales como beneficios de lujo fuera del alcance de los hogares humildes.

Es de esperar que la prédica política mantenga relación con la práctica del cambio revolucionario.

La Paz, 29 de julio del 2010
DIRECCION COLEGIADA DEL PARTIDO SOCIALISTA UNO (PS.1-M.Q.S.C.)
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