Hace 46 años caía uno de los hijos de nuestra…

Comunicado conjunto de la Juventud Guevarista - Fogoneros

Hace 46 años caía uno de los hijos de nuestra Latinoamérica, que entregó su vida a la lucha. Conocido como el CHE, este valioso compañero, desde temprana edad, se sumó junto a otros militantes revolucionarios a la causa de La toma del Poder por parte de los trabajadores y así ocurrió el 1 de enero de 1959 en Cuba.

Lejos de haber quedado satisfecho de esta importante conquista (haber echado al imperialismo norteamericano), el CHE, siguió coherente el camino del internacionalismo de clase, ejemplos de esto es: El Congo, Argelia, y finalmente Bolivia. El Che no hizo todo esto porque era un romántico, o un aventurero, lo que hizo junto a otros compañeros que también dieron sus vidas desde el anonimato, fue enmarcado en un plan colectivo, con el objetivo de seguir liberando pueblos a lo largo y ancho del mundo, generando conciencia de clase y poniéndole fin al capitalismo. Este sistema perverso, que lleva a la muerte a millones de personas en el mundo, que destruye los bienes comunes, que saquea y contamina, que reprime y encarcela, nos quiere hacer creer que el CHE, fue un Dios, lo intenta poner en un pedestal inalcanzable para los que intentamos seguir en su camino.

El CHE, fue un compañero de carne y hueso, que nos enseñó que la REVOLUCIÓN es posible, que siempre tenemos que ser disciplinados y críticos, que el conformismo no es una cualidad de los revolucionarios, sino todo lo contrario, con sacrificio y entrega, la toma del poder por parte de los trabajadores es algo a conquistar. Es en estos momentos reafirmamos nuestra convicción de no abandonar el camino de construir organizaciones revolucionarias, que se deban a la clase trabajadora, que sigamos desconfiando en las propuestas burguesas y nos forjemos al calor de las luchas legitimas de nuestro pueblo.

La toma del poder, debe seguir siendo lo central, es lo que debe guiarnos en nuestro accionar diario. Reafirmamos nuestro odio de clase al capitalismo y al imperialismo, a los explotadores y a sus aparatos represivos. Es el amor a nuestro pueblo es quien debe motivarnos y movilizarnos a ponerle fin a este sistema de hambre y represión y así, poder construir el Socialismo, para que todos podamos ser verdaderamente libres.