Maniobras de distracción

Los medios de comunicación de masas lejos de tener esa "función social" que tanto se predica están constituidos como grandes empresas encargas de producir y distribuir una mercancía muy especial y valiosa: la noticia. En la fase actual del capitalismo, la información como mercancía cumple una doble función: 1) la propia de toda mercancía que intercambiada en el mercado arroja unos beneficios determinados al capitalista que la pone en venta, momento en el cual se realizan las plusvalías que los productores de esas mercancías han aportado con su trabajo, y 2) la de crear en la población un estado de conciencia determinado, ya que no estamos hablando de un bien tangible, que también influye en los estados de conciencia, como no, pero en este caso, estamos hablando de crear ideología, dominante por supuesto.

Es mucho el dinero que se mueve en torno a lo que se denomina prensa del corazón o prensa rosa, a pesar de que apenas existen estudios fiables al respecto, no es difícil suponer que los ingresos pueden ser mareantes si tenemos en cuenta el círculo vicioso que empieza por la audiencia, sigue con la publicidad, y termina de nuevo en la audiencia.

Como cualquier empresa de producción de mercancías tangible, los grandes medios de comunicación de masas necesitan estar renovándose continuamente. El estancamiento se puede pagar muy caro. Hay que producir más y mejor. Renovarse o morir.

Esta denominada prensa del corazón o prensa rosa ha encontrado todo un filón en torno a la "Operación Malaya" en Marbella. Especialmente Tele 5, en donde la "Operación Malaya" es objeto de conversación, e incluso supuesto análisis riguroso, mañana, tarde y noche (por la mañana el programa de Ana Rosa Quintana, luego el morboso "Aquí hay tomate" muy seguido de "A tu lado" y a la noche, aderezado con toques eróticos y semi pornográficos, "TNT"), y en menor medida, Antena 3. La implicación de personajes del corazón en la "Operación Malaya" como Julián Muñoz, Isabel Pantoja, o Mayte Zaldívar, es utilizado sistemáticamente por los grandes medios de comunicación como producto de venta de masas, añadiéndose el morbo del lío de cuernos previo entre este trío, o que si la Pantoja irá a visitar a Julián a Alhaurín o si por el contrario ya le ha dado plantón, o que si escuchas ilegales, que si Kiko Rivera (el hijo de la Pantoja) no se lleva bien con Julián, etc. La "Operación Malaya" y el saqueo al pueblo trabajador de Marbella pasan así, de esta manera, a ser noticia del corazón, objeto de frivolidades y superficialidades, deja de ser un "tema serio". A ello, también contribuyen supuestos analistas expertos en corrupción y mafias, en especial Albert Castillón y el ex policía Cristóbal Toro, este último, estrechamente unido al sindicato de funcionarios de ultraderecha vinculado a su vez a la AVT (Asociación de Víctimas del Terrorismo) "Manos Limpias", ese mismo sindicato corporativo que tanto ataca a los jueces que permiten las manifestaciones públicas de la izquierda abertzale por las calles de Euskal Herria.

Pero es justo también decir que la denominada "prensa seria" no está por la labor de analizar qué ha sucedido, no hay debates públicos sobre qué ha sucedido y por qué. Por eso, la prensa rosa ha cubierto un espacio previamente abandonado.

Todo este circo mediático contribuye a que se desdibuje la gravedad del asunto y, por supuesto, a que se desvíe la atención sobre lo que realmente importa:

1. A día de hoy es muy difícil contabilizar el dinero robado a Marbella, no hay cifras claras, pero si tenemos en cuenta el patrimonio del que Juan Antonio Roca era poseedor las cifras pueden ser de vértigo, a saber: cuatro fincas con dos palacetes. Una de ellas, "La Caridad’, en San Pedro Alcántara (Marbella), con un centenar de caballos valorados en tres millones de euros. Entre estos, ejemplares únicos de pura raza, que alcanzarían en el mercado los 500.000 euros por cabeza. La finca dispone de un helipuerto, con helicóptero incluido. En las paredes de la mansión los policías encontraron cabezas de animales exóticos disecados, como jirafas, elefantes y rinocerontes. La finca de Jimena (Cádiz), donde se detuvo a Roca, tiene espacio incluso para un coso taurino. En la de Murcia, cien hectáreas de terreno con naranjos, helipuerto y tres naves industriales. Y cuadros. Al menos 275 obras de cotizados autores. Y en Robledo de Chavela (Madrid), 300 hectáreas que albergan una yeguada con 30 caballos, otros cien toros de lidia y una bodega de unos 800 metros cuadrados con salón, capilla y escenario para celebraciones. El auto de encarcelamiento de Roca habla de cientos de millones de euros.

2. Estamos hablando de 16 años de acumulación continuada. ¿Se devolverá al pueblo trabajador de Marbella lo robado? El Ayuntamiento está en la ruina.

3. ¿Cómo ha podido ocurrir todo esto en casi 16 años sin apenas investigaciones y condenas judiciales? ¿Dónde estaban los jueces y fiscales? ¿Y la Junta de Andalucía y sus competencias (recordemos la estrecha amistad entre la Pantoja y el auténtico cerebro del Gobierno andaluz, el Consejero Gaspar Zarrías)? ¿Qué implicaciones hay más allá de Marbella? Y las mafias internacionales (trata de blancas, drogas, armas, etc.), ¿cómo han participado el saqueo? ¿Y los partidos políticos? ¿Y los bancos?

4. En la actualidad de las 80000 viviendas que existen en Marbella, 30000 son ilegales.

5. A principios de los 90 del siglo pasado Marbella tenía una población que apenas llegaba a los 50000 habitantes, actualmente supera los 150000.

6. ¿Por qué todo esto ha surgido ahora, en estos momentos? ¿hay alguna intención en el momento?

Pero Marbella no está sola en la Costa del Sol, ¿qué hay de municipios como Benalmádena o Mijas y sus respectivos Alcaldes, Enrique Bolín (independiente de derechas) y Agustín Moreno (PSOE)? Por poner unos ejemplos. Recientemente, el Alcalde de Manilva, Pedro Tirado (otro independiente de derechas), fue encarcelado por malversación de caudales públicos y cohecho. En su vivienda, la Policía encontró una bolsa con 770000 euros. Hay muchas "Marbellas" en Andalucía, y en todo el Estado español, sobre todo en la Valencia del PP.

Por parte de los diferentes analistas de los grandes medios de comunicación de masas se nos dice que es cosa de elementos corruptos, de comportamientos individuales perversos. Nada más lejos de la realidad, y en este asunto si que conviene distraer la atención. Es una cuestión estructural. Juan Antonio Roca, Jesús Gil, Julián Muñoz, García Marcos, Pedro Pérez, Rafael Gómez "Sandokan", la estafadora Aifos, Ávila Rojas, etc., no han hecho más que cumplir la norma sagrada del capitalismo: acumular. ¿Alguien piensa que la acumulación se puede realizar de otra manera que no sea robando? El capitalismo desde sus inicios más tempranos se basó en el robo y el saqueo sin los cuales el capitalismo no habría llegado a ser un modo de producción triunfante. El hecho de que el saqueo y el robo en este caso se haya hecho de forma ilegal solo pone de manifiesto la hipocresía y la decadencia del capitalismo en su fase actual.

Pero no es menos cierto que existen configuraciones económicas en el capitalismo que propician más este tipo de comportamientos, Andalucía es buena muestra de ello: un país dependiente y malcriado en la dependencia, sin diversidad de actividades económicas, y con sus señas de identidad machacadas y manipuladas, es decir, todo un paraíso terrenal para la especulación o cualquier actividad improductiva tan propia de esta fase del capitalismo, donde la conciencia combativa nacional andaluza y de clase fueron hábilmente derrotadas. Como se ha comentado antes, existen muchas "Marbellas" en todo el Estado español, pero la realidad nacional andaluza lo propicia, más que en otras partes del Estado, donde entre otras cosas, la economía se encuentra muchos más diversificada y no existe una dependencia tan marcada del eje turismo-construcción. Pero hay más: el circo mediático, las maniobras de distracción que hacen del saqueo de Marbella una noticia-mercancía encuentra en la manipulación de las señas de identidad andaluzas, en concreto, en la vida y obra personal de una folclórica como la Pantoja, la manera ideal para recubrirse y venderse mejor al gran público. La manipulación de lo andaluz siempre al servicio de perversos intereses.

Los perjudicados, los de siempre: los trabajadores, mareados por éstas y otras maniobras de distracción.