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Venezuela, Cuba, Mundo :: 17/08/2025

Cuba, Venezuela y Nicaragua, la tríada rebelde de Nuestra América

Paula Klachko
La región en la mira de un imperialismo decadente. La pata "izquierda" del capitalismo imperialista ahora ataca a Venezuela. Reflexiones para la militancia revolucionaria

Cuando el estado mayor conjunto del capitalismo señala como enemigos y califica como dictaduras a experiencias nacionales que han librado luchas contra esa dominación, conviene prestarles una atención especial. Si la potencia imperialista en declive - dada la disputa geopolítica que tiene a China como foco principal del otro polo emergente de poder tecnológico, industrial y comercial- que ha financiado, articulado y comandado las dictaduras cívico militares genocidas en el siglo XX en América Latina, hoy señala como "dictaduras" a procesos nacidos de revoluciones (de distinto tipo y en diversas coyunturas) sería prudente que -como mínimo- lxs militantes del campo popular desconfiemos y nos preguntemos por qué.

Si quienes se alinean de manera incondicional a esa postura imperialista de ataque sistemático a Cuba, Venezuela y Nicaragua, son los gobiernos e instrumentos políticos y mediáticos de derecha o neofascistas que constituyen la continuación bajo formas -cada vez menos- democráticas de la dictadura del capital es hora de sospechar. Si los intereses expresados en esos gobiernos son los que hace cuatro décadas utilizaron al terrorismo sistemático de estado para favorecer a los grandes grupos económicos locales y generar las condiciones de la rearticulación de su dominación en el vasto territorio nuestroamericano que estaba siendo surcado por experiencias y brotes revolucionarios, pues también es hora de entender qué cosas buenas hacen los pueblos y gobiernos soberanos de esa triada rebelde como para ganarse la enemistad de los enemigos de todos los pueblos del mundo.

Los gobiernos de derecha actuales y minoritarios en la región, como el de Javier Milei en Argentina, Daniel Noboa en Ecuador, la de facto Dina Boluarte en Perú, Santiago Peña en Paraguay, José Mulino en Panamá y algunos otros, toman esa posta que les dejaron sus colegas Jair Bolsonaro de Brasil, Guillermo Lasso de Ecuador, Ivan Duque y Alvaro Uribe de Colombia, Sebastián Piñera en Chile, Mauricio Macri en Argentina. Estos son algunos de los casos más salientes que actuaron y actúan como portavoces y empleados del gobierno de EEUU. Han ordenado votar en la Organización de Estados Americanos (OEA, o el "Ministerio de colonias de EEUU" según claramente lo definieran Fidel Castro y su Canciller Raúl Roa allá por 1962 ) todos los mandatos de Washington que, a través del secretario general, el converso o infiltrado desde siempre, Luis Almagro, ordenaban para afectar económica y políticamente a estas tres experiencias soberanas. Experiencias que soberanamente decidieron apartarse del ministerio de colonias.

Cuba había sido expulsada de la OEA, tres años después del triunfo de la revolución, en 1962 porque, aducían, que "la adhesión de cualquier miembro de la Organización de los Estados Americanos al marxismo-leninismo es incompatible con el Sistema Interamericano". Décadas después, pasado el marcartismo, las dictaduras y el operativo Cóndor contemplados pasivamente por la OEA, ya no pueden argumentar lo mismo para justificar sus sistemáticos ataques contra Venezuela y Nicaragua, sino que los disfrazan con eufemismos desvirtuando el verdadero significado de la palabra democracia. Si bien estos dos países poseen un sistema político que incluye instituciones de la democracia clásica occidental, en el que se realizan elecciones donde compiten diversos partidos, así como la división de poderes, han profundizado sus experiencias democráticas con gran participación y protagonismo popular, y en el plano económico plantean un modelo plural y mixto con un papel rector e incluso empresario y, sobre todo, planificador del Estado, pero con importante presencia del capital privado. El problema es que para las necesidades imperialistas gestionadas en la OEA eso no sirve. Para ellos la "democracia" es plutocracia: es y debe ser el gobierno de los representantes del capital, y no el de los pueblos.

En 2009, momento de auge del primer turno del ciclo progresista en Nuestra América, se debatía en la OEA la necesidad del reingreso de Cuba, a lo que la revolución, con gran claridad e inteligencia, se negó por completo por considerarla uno de los principales instrumentos político-jurídicos de EEUU de control hegemónico sobre el hemisferio occidental. Venezuela por su parte pidió la salida en 2017, año en que sufrió agudos ataques, y Nicaragua lo hizo en 2019, un año después del intento de sembrar una guerra civil, en ambos casos con activa participación de la OEA y su secretario general (también en 2019, la OEA y Luis Almagro participaron activamente en la organización del golpe de estado contra Evo Morales en Bolivia). La salida de ambos países se concretó dos años después de cada solicitud. Aunque de manera absurda -en esta época en el que el ridículo se naturaliza- en la OEA han sentado luego al representante del "gobierno de Guaidó" -nombrado como presidente encargado por Washington y autoproclamado con un megáfono en una plaza- por Venezuela, desde 2019 hasta fines de 2022. Bajo coordinación de ese organismo, esos presidentes o expresidentes neofascistas y de ultra derecha mencionados más arriba, se prestaron a las distintas formas de ataques montados para intentar desalojar a esos gobiernos populares.

Pero, y aquí viene lo peor, no solamente estos personajes recién nombrados y las corporaciones mediáticas atacaron y atacan sistemáticamente a estas tres naciones soberanas que Trump en su primer mandato bautizó como la "troika o eje del mal", sino que también lxs vocerxs de la socialdemocracia se han prestado a intentar desacreditarlas y desprestigiarlas. Lo que reviste aún más gravedad dado que con ingentes recursos de las fundaciones europeas y estadounidenses, como desde la recientemente reducida Agencia de los EEUU para el Desarrollo Internacional (USAID) o Fundación Nacional para la Democracia (NED) y utilizando un lenguaje "progre" en otros aspectos, logran insertar la confusión y tergiversación en las filas del activismo, militancia popular, o, simplemente, en el pueblo.

Veamos entonces cómo se coordinan los ataques a la triada rebelde de Nuestra América que, a decir verdad, se agudizó especial y sistemáticamente contra Venezuela, tal vez por haber sido la locomotora que traccionó al ciclo progresista del siglo XXI y por tener las mayores reservas petroleras del mundo; por estar Cuba más asentada desde hace décadas en la mística y amor revolucionario y no tener petroleo; y por haber adoptado Nicaragua una estrategia de mayor aislamiento para no ser agredida tan sistemáticamente. Lo que no significa que estas dos últimas no hayan sido blanco de intentos agudos de destrucción, pero no están en la tapa de todos los diarios y son utilizados para la política interna de todo occidente como sí lo estuvo y lo esta permanentemente Venezuela.

Dado que en el "Deep state" -estado profundo de EEUU- hay una decisión firme de agredir sistemática y de manera omnipresente y continua a la revolución bolivariana, pues escuchamos, leemos o vemos sobre Venezuela a cada momento. Pocos saben quien es el presidente de nuestro vecino Uruguay pero todxs "saben" algo sobre Venezuela, y de manera "natural", incluso partes de las militancias populares, repiten sin más lo que publican diarios como Clarín y La Nación que se dedicaban a disfrazar de "enfrentamientos" a las masacres de los militares de la última dictadura genocida en Argentina. De manera que es "natural" que nos preguntemos qué esta pasando allí. Y entre quienes, genuinamente preocupadxs, buscan información, incluso por fuera de los medios tradicionales o hegemónicos queriendo buscar "otras voces", es muy probable que lo primero que veamos sean fuentes vinculadas con la socialdemocracia. Ello es así porque cuentan con gran financiación que les permite aparecer primero en los motores de búsqueda y difusión, además de contar con importantes o destacados espacios para sus vocerxs e intelectuales orgánicxs. Nos referimos a revistas y plataformas que han funcionado con dinero de la Friedrich-Ebert-Stiftung (FES) vinculada al partido socialdemócrata alemán o de la Open Society Fundation (OSF), o directamente de USAID y NED.

Recientemente Donald Trump asumiendo su segundo mandato con el tecno-magnate sudafricano Elon Musk de ladero, en su viraje hacia la desglobalización para intentar revertir el declive estadounidense, necesitan modificar las formas del coloniaje y por ello han decidido reorientar los fondos de la USAID y cerrarla, lo que pone en jaque a varias herramientas del soft power que vivían de ello.

Pero lo que importa realmente, no es tanto el dinero, sino la existencia de condicionamientos o autocondicionamientos para poder ser financiados. Alineamientos evidentes que pueden responder a la ruta del dinero o a afinidades políticas, o a ambas.

Varixs periodistas que se autoperciben como parte del "periodismo independiente" afirman que no son "condicionados", al tiempo que, por ejemplo, la misma OSF, en su plataforma indica que "otorga subvenciones a una variedad de grupos e individuos que promueven sus valores". Pues como vemos, sin coincidencia de valores no hay dinero.

Preocupada acerca de quién salvará al periodismo "independiente" frente a los cortes de financiamiento dispuestos por Trump, Francisca Skoknic, cuenta que Cristian Alarcon, el director de la revista Anfibia, le dijo que "el apoyo de la NED ayudó, desde 2019, a formar a cientos de periodistas en América Latina". Y que "en ningún momento ese trabajo implicó que la Ned interviniera en la orientación de la línea editorial de la revista o ninguna otra de nuestras producciones". La NED!!! eso explica las publicaciones que bajo el ropaje "progre", o "autonomista" se hacen contra Venezuela, Cuba y Nicaragua. Pero sobre todo hay que comprender el rol histórico de esa fundación. La NED fue creada en 1983 por el republicano presidente adalid del neoliberalismo Ronald Reagan que lo anunció como parte de «The Democracy Program» y estuvo supervisada hasta 1987 por Walter Raymond, alto oficial de la CIA y miembro del Directorio de Inteligencia del Consejo Nacional de Seguridad (NSC). Se enmarca en los momentos de agresión contra Cuba, obviamente, en el último tramo de la guerra fría y, sobre todo, contra la Nicaragua sandinista, cuya revolución había triunfado 4 años antes. La operación "contra" en la que la CIA y la DEA intervinieron junto a carteles colombianos y mexicanos en el narcotráfico y se triangularon armas a opositores y moderados de la Revolución iraní para financiar a la contrarrevolución en Nicaragua coordinada por el coronel Oliver North, bajo la dirección del NSC, según cuenta Hernando Calvo Ospina, coincidentemente funcionaba bajo una estructura denominada «The Democracy Program».

Dados estos antecedentes, es difícil creer que esas revistas y periodistas no estén condicionados para recibir el dinero de fundaciones que forman parte del corazón de la política imperialista, porque realmente no publican la pluralidad de voces coherente con la "libre expresión". No hemos encontrado en ningún artículo sobre Cuba, Venezuela o Nicaragua, alguna critica constructiva, sino que, sin excepción, lapidan y defenestran a esas experiencias, pero con un lenguaje pseudo progre. La única forma de mostrar que no son condicionados por el dinero que reciben, sería publicar también artículos del campo popular revolucionario, chavista, cubano o sandinista también, y no solamente críticas basadas en fuentes opositoras. Pero no lo hacen. Las fuentes de información con la que se confeccionan los artículos son todas opositoras (ONG`s y medios "alternativos" todos financiados por los mismos financiadores), o directamente republican artículos de esas mismas fuentes.

En medio de un clima muy "progre" en lo que refiere a derechos de 5ta generación, feminismo, sindicalismo, ecologismo, y otros, los únicos artículos que encontramos sobre esos tres países están alineados al relato de las derechas violentas, filofascistas y abiertamente alineadas a EEUU e Israel. Es decir, la "línea" es acusar una supuesta deriva autoritaria, dictatorial, fraudulenta y empobrecedora de esos tres países. En línea con el discurso estadounidense de las "democracias capitalistas occidentales" vs las "autocracias" y tal como el ideólogo del neofascismo en Argentina, Agustín Laje, las define: "dictaduras de izquierda". ¿No es muy llamativo que quienes reivindican las dictaduras genocidas al servicio del gran capital del pasado, y hoy trabajan para esos mismos grandes capitales, sean los que le dicen dictadura a Cuba, Venezuela y Nicaragua?

Como escribía Conrado Yasenza sobre Anfibia y Cosecha roja: "es llamativo el prestigio que han construido cubriendo problemáticas como la minería, el extractivismo o las diversidades sexuales a través de una narrativa que se apoya en defender la democracia, la libertad y los DD.HH., con proyectos financiados por fundaciones que se vinculan con el departamento de Estado", y, agregamos, que varias de esas mismas fundaciones se han enriquecido justamente con la minería y el extractivismo depredador de las empresas trasnacionales.

Es un circulo (nada) virtuoso: poseen un lenguaje y miradas empáticas con el campo popular en muchas temáticas y poseen grandes recursos provistos por instrumentos imperialistas para realizar ese ataque refinado sobre las tres experiencias que se organizan de manera autónoma y desacoplada de las ordenes de EEUU, por lo que sus publicaciones son las que más aparecen en todas las plataformas de streaming, de radio y TV también, y por eso las más escuchadas, vistas y leídas. Son interesantes también las interpretaciones que brindan sobre la realidad política argentina -en la que no hay peligro de revolución, por ahora...-, pero es así, justamente, como se ganan la confianza de lxs lectores para después atacar donde verdaderamente importa al instrumento imperialista que les financia: a la "triada del mal". Es decir, las experiencias revolucionarias que quieren derrotar y hacer fracasar para que no se contagien otrxs en su patio trasero ni en ninguna parte de occidente.

Justo cuando el trabajo de tantas ONG's y periodistas "independientes" regados de esos mismos dineros comenzaba a rendir frutos en Cuba con las protestas del 11J en 2021, todavía en plena pandemia, salió a la luz una nota de la Agencia Paco Urondo en la que mostraban que la Asociación Civil Cronos responsable de la creación de la Revista Anfibia, junto con la Universidad Nacional de San Martín, y el portal Cosecha Roja recibió US$80.000 de la NED para formar periodistas cubanxs para que cubran "la violencia y crisis en la pandemia Covid-19".

Por otra parte, la asociación Cronos mantiene vínculos con la OSF que "ha sido denunciada por su apoyo en las revueltas en Ucrania y por el financiamiento de grupos para desestabilizar al gobierno cubano". Sabemos que en Ucrania las revueltas fueron promocionadas de manera directa por funcionarias estadounidenses y que, luego del golpe de estado contra Victor Yanukovich llegaron al gobierno títeres de EEUU apoyados por grupos paramilitares neonazis.

La OSF creada por el magnate George Soros, toma su nombre de la obra de Karl Popper: La sociedad abierta y sus enemigos (1945). Como explica Néstor Kohan: ese autor de origen austríaco "es reconocido a nivel mundial como uno de los progenitores del neoliberalismo, junto con su padrino intelectual F.A. von Hayek". A quien escuchamos tanto en estos tiempos por ser inspirador de Milei, huelgan más palabras para describir a qué intereses responde tal fundación, cuyos valores pide coincidir para poder financiar proyectos.

Así pues, es muy poco probable que no les pongan "condicionamientos" a lxs periodistas y medios "independientes" que reciben fondos de estas fundaciones, cuando, por ejemplo, alrededor de las elecciones presidenciales de Venezuela del 28 de julio de 2024, el coro de la prensa occidental acataba las órdenes de gritar fraude y desprestigiar a fondo la legitimidad de ese proceso, también se sumaron a esas agresiones varios medios, periodistas "progres" e intelectuales. Claro que las falsedades o relatos sesgados de este tipo de periodistas es más peligroso para el campo popular, nacional y latinoamericano, que el de las derechas de quienes no podemos esperar otra cosa.

Entre lxs intelectuales orgánicxs de la socialdemocracia (todos ellxs publicadxs en las revistas Anfibia, Nueva Sociedad, Le Monde Diplomatique cono sur y otras) y en general financiados también por la FES, encontramos un patrón de relato construido siempre en base a las mismas fuentes, que poseen a su vez las mismas rutas de financiación: todos los caminos conducen a Roma. Nunca mejor dicho, pues es la nueva Roma, parafraseando al Indio Solari, Estado Unidos (aunque en decadencia) que no te cura pero te mata (de represión o de hambre).

En ninguno de los escritos revisados se realiza el recuento enorme de agresiones de todo tipo de las nuevas formas de la guerra contrainsurgente que sufren estas experiencias revolucionarias, que incluyen incursiones armadas, intentos de invasión, de magnicidio, ni los efectos mortales de los bloqueos, ni las medidas coercitivas unilaterales (MCU). Son alineamientos, militancias, toma de posición teórico-políticas, tal vez sea por el status que puede brindar ser sutiles portavoces del imperio para atacar a sus principales molestias, o por convicción, y quizá sería igual sin el dinero. Pero ésto último lo reafirma.

Frenar las revoluciones fue el rol histórico de la socialdemocracia. Se destaca la orden para asesinar a la revolucionaria Rosa Luxemburg en los '20 como parte de la intentona de obstaculizar el auge revolucionario en Europa luego del triunfo de la revolución rusa. Socialdemocracia que le dio paso al ascenso del fascismo y nazismo, y, más acá en la historia, ejecutora de políticas neoliberales. Y que hoy, por ejemplo, forma parte de los gobiernos de derecha en Alemania. También es el partido que se reconoce como parte de la Internacional Socialista, de la cual forma parte Acción Democrática (AD) en Venezuela, pieza esencial del bipartidismo que comandó el capitalismo dependiente previo al chavismo, cuyo último presidente, Carlos Andrés Perez, en su segundo mandato, fue el impulsor del paquetazo del FMI en 1989 contra el cual se levantó el Caracazo y fue reprimido salvajemente dejando 3000 muertes.

Lo que ayer eran guerras contrainsurgentes a través de los escuadrones de la muerte y estados terroristas, hoy son las guerras de 4ta o 5ta generación, híbridas, integrales o multidimensionales en las que estxs intelectuales tienen el rol de ariete para penetrar mentes populares y, en buena medida, lo logran.

Aunque la fuerza de las armas actúa como última garantía (y así lo hacía saber Trump cuando amenazaba a Venezuela diciendo que "todas las opciones estaban sobre la mesa", o cuando financiaron numerosas operaciones mercenarias de invasión), las operaciones de guerra psicológica (nada nuevas como lo mostraba la obra de Frances Stonor Saunders La CIA y la guerra fría cultural, o Hollywood) adquieren un lugar central. Y esto se hace muy evidente porque sus voces se alzan en los momentos críticos de ataques combinados y sincronizados que elije el imperialismo.

Otras ONG's que publican solamente esa línea de interpretación "casualmente" opositora, coincidente en tiempo y forma con la de EEUU, sin ninguna pluralidad de voces y sin tener en cuenta los ataques sistemáticos contra esos tres países, son el CELS (que también recibe financiación de FES, Ford Fundation y OSF entre otras), y Amnistía Internacional (aclaramos que aceptaríamos gustosas si nos convocan a escribir para que su público pueda leer otras voces). Invitamos a buscar en las páginas oficiales de todas estas fundaciones, ONG's y revistas ejemplos pues aquí no tenemos espacio para citarlas, aunque contamos con todo ese material. Pero ponemos como ejemplo algunas de las reacciones en cadena que desataron frente a los recientes comicios presidenciales de Venezuela en julio de 2024. Toda una catarata de artículos, documentos, solicitadas, cartas denunciando la represión del "régimen" sin tener en cuenta la violencia atroz desplegada por la oposición que intentó desatar un nuevo conato de guerra civil que no lograron, a lo que luego haremos referencia.

Entre quienes firman cartas junto a Amnesty, podemos encontrar, por ejemplo, al Centro Global para la Responsabilidad de Proteger, "ONG" muy peligrosa porque se fundamenta en la llamada doctrina R2P que habilita, también desde los escenarios de la ONU, a las «intervenciones humanitarias» --eufemismo para designar las guerras en Siria, Libia, Afganistán e Irak, con la destrucción y asesinato de cientos de miles de civiles presentados como desafortunadas «consecuencias colaterales»-- para llevar la democracia y el sueño americano con bombas y misiles. En cada caso, la «intervención humanitaria» vino precedida de informes que denunciaban la existencia de una crisis humanitaria y vulneración de derechos humanos. En Nuestra América van preparando el terreno en Venezuela, Cuba y Nicaragua para avanzar en ese sentido, pero la dignidad y resistencia de sus pueblos junto a la solidaridad internacional ha frustrado sus propósitos.

¡Hasta Francis Fukuyama -el famoso ideólogo del fin de la historia según proclamó el pensamiento único neoliberal- firmó una carta contra Venezuela!

Dentro de las situaciones de "crisis humanitarias" que ellos mismos crean con los bloqueos, medidas coercitivas unilaterales y ataques sistemáticos, se produce el incremento acelerado de la migración por causas económicas, incentivada y lubricada por una enorme propaganda para que las juventudes abandonen su país (con grandes sumas de dinero de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM); visados especiales en EEUU y en la Argentina de Macri, entre otros ejemplos). Les prometen el sueño [norte]americano que no solo no se cumple, sino que luego, como sucede ahora (2025) con el nuevo gobierno de Trump, sin la demostración de delito alguno, son detenidxs, encadenadxs, y deportadxs, invocando una ley de Enemigos Extranjeros de 1798, a cárceles donde EEUU comete todo tipo de crímenes de lesa humanidad (la ilegítima e ilegal base naval que tienen en Guantánamo, Cuba, o en el Centro de Confinamiento del Terrorismo [CECOT] en El Salvador del reelegido -a pesar de que la constitución lo prohibe- compinche de Trump, Nayib Bukele, que tiene a ese país en estado de excepción desde 2022).

En todos los procesos revolucionarios se han producido migraciones, pues no todxs ni todas las familias pueden soportar las dosis de sacrificios que imponen quienes no van a ceder sus privilegios de antaño pacíficamente, es decir lxs contrarrevolucionarixs. Ni todxs tienen el arma mas fuerte para librar cualquier guerra (en este caso impuesta desde afuera pues son revoluciones pacíficas, salvo Cuba en otro contexto histórico) que es el arma moral. Moral que es blanco de las gigantescas operaciones de guerra psicológica que cosecha éxitos innegables y que ha permeado a las conciencias de varixs militantes del campo popular argentino a quienes les pedimos que abran los ojos y las mentes.

La triada rebelde, historia y presente de lucha

Cuba, Nicaragua y Venezuela son tres revoluciones -por distinta vía- antiimperialistas triunfantes. Tres experiencias que se han realmente desacoplado del destino manifiesto de EEUU y su colonial Doctrina Monroe. No es que otras experiencias no hayan tomado o intentado tomar un camino de autodeterminación, pero por diferentes motivos no han podido hacerlo con la contundencia y profundidad de estos casos.

Tres revoluciones triunfantes, Nicaragua que se define como cristiana, socialista y solidaria, Cuba con su revolución socialista y la República bolivariana de Venezuela con su socialismo del siglo XXI, también de carácter cristiano. La última, la bolivariana, las más joven, de 26 años, llega al poder político a través del Movimiento V República (MVR), que antes había sido el Movimiento Bolivariano Revolucionario 200 o MBR-200 fundado por Hugo Chávez. Allí confluyeron sectores nacionalistas de las FFAA y la izquierda revolucionaria, quienes consideraron la "ventana estratégica" que se abría a fines de los '90 para acceder por la vía electoral y pacifica al poder del estado. Así Hugo Chávez se convertiría en presidente el 2 de febrero de 1999.

La nicaragüense, retomando la lucha del ejército de Sandino, triunfa con la lucha guerrillera del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) contra el horror de la dinastía somocista, primero en 1979, pero luego de una interrupción de 16 años volverá al poder por la vía electoral en 2006 con Daniel Ortega como presidente, nuevamente. Y la cubana es la más veterana de nuestras revoluciones vigentes, luego de su triunfo comandado por Fidel Castro y Ernesto Che Guevara, entre otrxs compañerxs, del 1 de enero de 1959.

Uno de los antecedentes más importantes de la revolución bolivariana, en cuanto a la vía pacifica y electoral de una revolución de carácter socialista en nuestra región, fue la experiencia allendista en el Chile de 1970 a 1973, que fue bañada en sangre luego de solo 3 años de gobierno. En el resto de los países los procesos revolucionarios que se desplegaron con mayor o menor intensidad en esos años de ascenso de la lucha de clases fueron derrotados.

En plena guerra fría, el triunfo de la revolución cubana en 1959, contra la espantosa dictadura de Batista, que adoptaría una postura antiimperialista primero y luego anticapitalista y socialista, se propagó como un digno ejemplo a seguir (no a imitar) por todxs lxs revolucionarixs del mundo y, sobre todo, de nuestra América. La respuesta al corte de suministro petrolero y de la cuota azucarera por parte de EEUU, fue la expropiación de todos los monopolios productivos burgueses, a los que se le ofrecieron indemnizaciones que fueron rechazadas para tener de donde justificar su permanente ofensiva y ataques a lo que era una afrenta a su dominio en sus propias narices.

Fue "durante las honras fúnebres de las víctimas de los bombardeos estadounidenses a distintos puntos del territorio nacional, como preludio de la invasión mercenaria por Playa Girón, en 1961", que se proclamó el carácter socialista de su Revolución. El Comandante en Jefe, Fidel Castro, expresó: "esta es la revolución socialista y democrática de los humildes, con los humildes y para los humildes".

Así sigue siendo y fueron cambiando las tácticas y estrategias de guerra contra ella desplegadas pero no han logrado doblegarla. Se contabilizaron 638 intentos de asesinar a Fidel, y el bloqueo que sufre es el más largo y criminal de la historia conocida de la humanidad. Agravada por las condiciones geográficas lo que la "aisla" naturalmente. El bloqueo asfixiante le impide comerciar con cualquier banco, aseguradora o grupos de inversión que no quiera tener problemas con capitales estadounidenses que tienen participación en toda las principales empresas internacionales y nacionales, incluso de China. El 6 de abril de 1960, Lester Mallory, funcionario del Departamento de Estado explicitaba en un memorándum secreto los motivos del bloqueo: "La mayoría de los cubanos apoyan a Castro... el único modo previsible de restarle apoyo interno es mediante el desencanto y la insatisfacción que surjan del malestar económico y las dificultades materiales... hay que emplear rápidamente todos los medios posibles para debilitar la vida económica de Cuba... una línea de acción que, siendo lo más habilidosa y discreta posible, logre los mayores avances en la privación a Cuba de dinero y suministros, para reducirle sus recursos financieros y los salarios reales, provocar hambre, desesperación y el derrocamiento del Gobierno". De ahí que, señalaba un artículo del ministerio de relaciones exteriores de Cuba, "quienes, deliberadamente o por ignorancia, restan importancia al bloqueo, o simplemente lo consideran un pretexto de las autoridades cubanas para justificar sus propias deficiencias y errores, se convierten en cómplices de esta política de EEUU".

El bloqueo comenzó con los inicios de la revolución y siguió reforzándose con gobiernos republicanos y demócratas mediante la Ley Torricelli de 1992 y la Ley Helms-Burton en 1996, solo por mencionar algunos de los múltiples hitos para intentar vencer a la revolución por asfixia económica. Recientemente Trump activó el título III de la Ley Helms-Burton junto con doscientas cuarenta y tres medidas coercitivas nuevas, de las cuales cincuenta y cinco se aplicaron criminalmente en plena pandemia del coronavirus. El único presidente que flexibilizó apenas fue Barak Obama, pero luego volvió a endurecerse con el primer mandato de Trump. Biden no retrotrajo ninguna de las medidas tomadas por aquel, y de manera cínica apenas unos días antes de dejar el gobierno retiró a Cuba de la lista de "países patrocinadores del terrorismo" por haber sido sede y garante de las negociaciones de paz con las FARC y el ELN colombianos. Cosa que Trump ni bien reasumió su segundo gobierno revirtió.

A octubre de 2022 el bloqueo había provocado perjuicios cuantificables por más de 1.326.432 millones de dólares, equivalente aproximadamente a mas de trece PBI de la isla o a dos veces el plan Marshall en valores actuales.

Siguen sin perdonarle haber hecho una revolución anticapitalista enfrente de su territorio, y no dejarse corromper, ni cooptar, ni vender aun a costa de los grandes sufrimientos que le infringen. Cuba es una potencia humana. Exportan solidaridad hoy a través de sus misiones médicas (que el actual secretario de estado, Marco Rubio, de familia cubana contrarrevolucionaria "gusana" pretende obstaculizar y desprestigiar), y antes contribuyendo con los procesos de liberación en el mundo entero, sobre todo en África. Es una potencia científica: es el único país nuestroamericano que, a pesar del bloqueo criminal, pudo crear 4 candidatos vacunales propios contra el covid 19. También es imprescindible evocar el proceso de alfabetización de las masas populares campesinas ni bien triunfaba la revolución, tradición hermosa que cultivan hasta la actualidad con el sistema de educación gratuita y de calidad en todos los niveles y que se evidencia en su capacidad científica. En fin, haber salido del plan de hambre, miseria y analfabetismo que permite que nuestros países permanezcan en la dependencia y la periferia y nuestras clases trabajadoras acepten diversas modalidades de esclavitud moderna, es una afrenta que ningún cuadro del bipartidismo estadounidense esta dispuesto a tolerar.

La saña de demócratas y republicanos es similar. Cuba es símbolo, ya para varias generaciones, de que una vida digna para las mayorías populares es posible. El padecimiento al que les somete el bloqueo es contrarrestado por la construcción de conciencia acerca de las luchas que libran cada día. La critica y la autocrítica, hacer revolución en revolución, cambiar lo que deba ser cambiado, posibilitará transitar este difícil momento, así como transitaron y superaron el llamado periodo especial de los 90, cuando luego de la caída de la URSS no le daban un día más de vida a la revolución cubana. Y, en efecto, fue complicado reestructurar la economía cubana en soledad luego de esa implosión, en el marco de una América latina ganada por el consenso neoliberal de Washington.

Mientras Nicaragua retrocedía, en Venezuela se organizaba el chavismo luego del Caracazo y en nuestra América apenas iban despertándose procesos de resistencia a las políticas neoliberales, Cuba se mantuvo con dignidad, con humildad, distribuyendo los escasos recursos para alimentar a la población, todo lo contrario a la filosofía capitalista del sálvese quien pueda (los que pueden son los que han acumulado propiedad privada y riquezas en base a la explotación del trabajo humano ajeno) que predominaba, por ejemplo, en la Argentina menemista. Y aunque el bloqueo cada vez más criminal les hace mella, continúa mostrando una de las tasas de mortalidad infantil más bajas del mundo. Recordemos que, cada año, la abrumadora mayoría de los países que integran la ONU vota a favor del levantamiento del bloqueo criminal. Esta resolución es ignorada sistemática y perversamente por EEUU.

Ante el fracaso de esa política, que no logró poner de rodillas a Cuba, los ataques mediáticos y vía redes sociales proliferan descontroladamente, extorsionando o, simplemente, comprando influencers para que siembren desánimo y confusión en la opinión pública cubana y desalienten a lxs partidarixs de la revolución, eventualmente provocando, con la combinación de agresión económica e informática, un levantamiento social que ponga fin a la Revolución. Fracasaron en todos sus intentos, como en aquel 11 de julio de 2021 en el que lograron desatar protestas en algunas ciudades y volverán a fracasar, pero en este contexto la solidaridad activa y militante con Cuba es más importante que nunca. Cuba tiene corazón, mística, organización del poder popular y conciencia de clase y antiimperialista, es por esto que sigue resistiendo y siendo el faro que ilumina la lucha de todos los pueblos que buscan su emancipación en el mundo.

La revolución nicaragüense triunfa en 1979 luego de durísimos combates contra la férrea dictadura de los Somoza. La sanguinaria dinastía, cuyo iniciador en los '30 había sido caratulado como "nuestro hijo de puta" por el presidente de EE,UU, F. Roosvelt, que había derrotado la avanzada revolucionaria de Sandino y el Ejército Defensor de la Soberanía Nacional en esa década, finalmente caerá vencida 45 años después por el FSLN.

El triunfo revolucionario en Nicaragua se dará entonces 20 años después que la revolución cubana asuma el poder, y ya con las doctrinas de seguridad nacional refinadas y asentadas. Se entrenaba a los cuadros militares de nuestros países con los manuales elaborados por el ejercito francés para desarticular -mediante la tortura y el método de la desaparición forzada- a las guerrillas de liberación nacional y social en Argelia e Indochina.

Pero también se libraba la guerra con otras herramientas, que siguen muy activas hasta la actualidad. Como relata Ospina, la NED "puso recursos en manos de (...) la Fundación Nacional Cubano Americana (FNCA)" según aseguró Jorge Mas Canosa, en ese entonces presidente de esa organización extremista, creada por el NSC. Bajo el eslogan «la libertad de Cuba pasa por Nicaragua», la FNCA actuó contra los sandinistas. Era fundamental para el imperialismo yanqui que no le naciera otra Cuba ahí tan cerquita, en la entrada de su patio trasero... y realmente bañaron en sangre a la revolución nicaragüense. Ya entradas en sangre las dictaduras argentina y chilena aportaron sus macabras experiencias para adiestrar en la base militar estadounidense en Palmerola, Honduras, a militares de la contrarrevolución nicaragüense. Pero esa revolución despertó solidaridades en el campo popular en varios países, y se organizaron brigadas de trabajo e, incluso de combate, como por ejemplo el caso de la participación del argentino Enrique Gorriarán Merlo en el ajusticiamiento a Anastasio Somoza Debayle en Paraguay ("Operación reptil") donde organizaba la contrarrevolución amparado por el dictador Stroessner.

Así, la comandancia del FSLN y la Junta de Gobierno para la Reconstrucción Nacional asumieron el gobierno a partir del 19 de julio de 1979 y llevaron adelante la reforma agraria que desmontó la estructura oligárquica de la tierra, mejorando las condiciones de vida de la población e incorporándola a la vida política en la que antes solo se sufría muerte, tortura y persecución. Fue central, al igual que en Cuba "La Gran Cruzada Nacional Alfabetización", que, a pesar de ser atacada desde los inicios por la contrarrevolución y la CIA, entre marzo y agosto de 1980, logró reducir la tasa de analfabetismo del 50% al 12.9% tras la intervención del Ejército Popular de Alfabetización.

Muchos éxitos cosechó la revolución sandinista y justamente por ello desataron la violencia contra ella. Así sobrevinieron 10 años de máxima violencia revanchista contrarrevolucionaria, insistimos, como en todas las revoluciones. Mientras intentaban aniquilarla con matanzas indiscriminadas (con ayuda de cuadros diplomáticos, políticos, de inteligencia y militares del imperio y sus lacayos), en los países vecinos también aplicaron el terror (como el genocidio en Guatemala de cerca de 300.000 personas durante las dictaduras apoyadas por EEUU) para que no se expandieran la revolución y las ideas emancipadoras morazanistas, bolivarianas y guevaristas en centroamérica.

Para entender la Nicaragua de hoy es necesario conocer que luego de varias invasiones yanquis y dictaduras sangrientas, es recién con el sandinismo en el poder que se celebrarían por primera vez en su historia elecciones democráticas. Así en 1984 triunfa ampliamente el FSLN, pero luego, en 1989, cuando se convoca a los comicios aún con todo el despliegue aterrorizador de la contra, con la URSS desplomándose y en pleno desarrollo de la ola neoliberal, ganó las elecciones prometiendo "orden y paz" la opción neoliberal. Los dólares de la NED - la misma que financia a Anfibia- "terminaron de construir el frente de organizaciones antisandinista, que incluyó hasta la Comisión Permanente de Derechos Humanos de Nicaragua. Con ese respaldo, Violeta Chamorro, la elegida de la administración Bush y propietaria del diario «independiente» La Prensa, llegó a la presidencia en 1990".

Dieciséis años de neoliberalismo y desamparo de masas vivió Nicaragua hasta que en medio de la ola progresista del siglo XXI gana nuevamente el FSLN el gobierno, por la vía electoral, en 2006. Desde entonces gobierna Daniel Ortega que ha sido reelegido en 2011, 2016 y 2021.

El FSLN y el gobierno de Reconciliación y Unidad Nacional han hecho a partir de 2007, de un territorio devastado de pobreza, subdesarrollo y miseria uno de desarrollo con inclusión. Ni bien asumieron se proclamó mediante un decreto la gratuidad de la educación pública, eliminando el modelo de Autonomía Escolar que había privatizado y arancelado la educación pública entre 1993 y 2006 bajo los gobiernos neoliberales, restableciendo también el Programa de Merienda Escolar. Han multiplicado con creces la inversión estatal en salud, educación y se destaca la realizada en infraestructura, inédita en la historia de ese país. Se ha incrementado la red vial de 2,044 kilómetros a más de 5,000 kilómetros de carreteras en buen estado, y conectando a más de 78 municipios. Se han construido puertos y corredores interoceánicos. A partir de la firma del Tratado de Libre Comercio con China, en enero de 2024, se han potenciado las inversiones de ese país en infraestructura. Se logró construir la Red de Infraestructura Hospitalaria de Salud Pública y gratuita (y con entrega de medicamentos sin costo) más grande de Centroamérica, con 26 nuevos hospitales y la rehabilitación de 46.

El Banco Mundial estima que la pobreza ha disminuido al 12.5% en 2023. En 2005, el año anterior a asumir el gobierno el FSLN, la pobreza general era de 48,3% y la extrema de 17,2%.

Se ha avanzado en la igualdad de género llegando a una representación del 50/50 en todos los niveles de toma de decisiones, desde los consejos locales hasta los órganos de gobierno nacional. "Las mujeres ahora son el 60% de los diputados de la Asamblea Nacional y ocupan el 75% de los cargos ministeriales y viceministeriales". Se ha conseguido que el 90% de los alimentos se produzca en Nicaragua alcanzando la soberanía alimentaria, retomando la reforma agraria realizada durante la primera etapa revolucionaria. También se ha avanzado en la infraestructura eléctrica, de agua y saneamiento.

Si en 1921, en el VIII Congreso de los Soviets, Lenin formuló su célebre expresión: "el comunismo es el poder soviético más electrificación", en el camino de la imprescindible necesidad de industrializar a Rusia, casi un siglo después se propusieron lo mismo en Nicaragua y lo vienen logrando. Han conseguido pasar del 50% de cobertura a 99% de cobertura a nivel nacional, es decir, 9 de cada 10 hogares cuenta con electricidad.

Así mismo se cambió la matriz energética de 75% de generación a base de petróleo en 2007 a 75% a base de energía renovable en 2022, posibilitando mayor estabilidad energética y económica. En fin, mostramos estos indicadores dado que es casi imposibles encontrarlos en las empresas mediáticas dominantes.

Si bien con menos intensidad que en Cuba y Venezuela, a partir de la aprobación en diciembre de 2018 de la ley Nica Act en el parlamento estadounidense, comenzaron a desplegarse sanciones económicas y una satanización de la personalidad de Daniel Ortega y su esposa y vicepresidenta, Rosario Murillo, como hicieron con Nicolás Maduro, Sadam Husein y Muamar Gadafi. En estas guerras de cuarta y quinta generación, el primer objetivo es convertir en monstruos a la figuras que encabezan y simbolizan la resistencia del pueblo y los gobiernos populares o antiimperialistas. En 2018 el imperialismo puso su foco sobre Nicaragua, incentivando y financiando la vía violenta mediante el mismo mecanismo que habían implementado el año anterior en Venezuela. Este ataque coincide con las negociaciones que estaba realizando el gobierno sandinista con empresarios y el Estado de la República Popular de China con vistas a la construcción del Canal de Nicaragua, algo que es absolutamente inaceptable para la política exterior de EEUU que hasta la fecha controla el canal de Panamá.

Nicaragua también tuvo sus «guarimbas», denominadas «tranques». El intento de desplegar una guerra civil comenzó con movilizaciones estudiantiles de universidades privadas que pronto dejaron en evidencia la financiación de las ONG yankis y europeas en las protestas, además de sus relaciones con lo más rancio de los republicanos miamences anticubanos y antivenezolanos (en la jerga militante: los gusanos y escuálidos). También tuvo un rol activo incitando y apoyando la protesta violenta, el archiconservador episcopado de la Iglesia católica nicaragüense. Pero el sandinismo desarticuló esos desafíos con la movilización de su base social, que tuvo que confrontar arduamente en las calles con las hordas golpistas.

El sandinismo podrá ser objeto de muchas críticas de su gobierno y habría que analizarlo en detalle, pero convirtieron al país más pobre de Centroamérica en uno de los más prósperos y al más inseguro de la región en uno de los más seguros, logrando una tasa de homicidios muy inferior a la de sus vecinos, cuando antes Nicaragua era una especie de matadero interminable, además de devenir en una gran villa miseria durante los gobiernos neoliberales entre 1990 y 2006.

Aun con esa brutal ofensiva de 2018, que contó con el apoyo entusiasta de la prensa canalla que convertía a unos maleantes en «combatientes por la libertad», no se logró tumbar al gobierno sandinista. Si el imperialismo ataca a Nicaragua, nuestro objetivo y obligación es defenderla, como protegemos a todo gobierno atacado por aquél.

En Venezuela, la revolución bolivariana triunfa en las urnas y llega en 1999 al gobierno de un país con masas populares marginalizadas y empobrecidas luego de ser, por casi un siglo, una semicolonia petrolera de los yanquis. Se había consolidado, en términos promedios, una elite de capas altas y medias que gozaban del dinero derramado por la estructura dependiente del petroleo y, en cambio, el desamparo generalizado para las grandes mayorías populares. El chavismo, de manera similar al peronismo en Argentina, constituyó, no solamente la consumación de la redistribución de la riqueza, en ese caso, de la renta petrolera, sino que lo hicieron con un enorme protagonismo y participación popular. Lo que generó, al igual que en la Argentina de mediados del siglo XX, que la ciudadanía dejara de ser una ficción de igualdad política y jurídica, para pasar a ser una ciudadanía social, económica y cultural. Un pueblo rescatando su historia para construir su futuro, enfrentando con determinación y poder los desafíos del presente. Una construcción autónoma de cara a América Latina y la Patria Grande que implementó políticas concretas en ese sentido plasmadas con grandes avances, por ejemplo, a través de la UNASUR.

Preocupadxs en redistribuir la enorme renta petrolera para abordar y solucionar las inmensas y urgentes necesidades sociales acumuladas por décadas de abandono, según se escucha de su propia autocrítica, mientras Chávez vivió y en los peores años de ataques, no lograron diversificar su matriz productiva. La continuidad de la importación de alimentos y medicamentos, por ejemplo, fue un lastre que impidió responder atinadamente y a tiempo a esa guerra económica que duramente les impusieron.

Las despechadas clases dominantes y el imperialismo herido por haber perdido el control de las reservas petroleras venezolanas y tener que soportar otra experiencia socialista en una de sus semicolonias predilectas, desarrollaron desde el inicio todo tipo de ataques de manera continuada, con episodios críticos, como el del golpe de estado del 11 de abril de 2002 que fue revertido por el protagonismo popular y militares leales al comandante que le salvaron la vida. Sin embargo, los agravios arreciaron luego de la muerte de Chávez.

Hasta 2014 los indicadores sociales mostraban la dignidad multidimensional construida desde el poder popular a través de las llamadas Misiones y Grandes Misiones Sociales. Esas herramientas ayudaron a sortear las cadenas burocráticas de un viejo y podrido estado burgués, que tenía el desafío de agrandarse para satisfacer necesidades que ahora eran contempladas, al tiempo que lo hacia con la base corrupta del viejo estado puntofijista. Esas misiones constituían un atajo, al decir de Chávez, para evadir esas cadenas y posibilitar el protagonismo popular en la resolución de sus urgentes e impostergables demandas. En su legado político plasmado, entre otros, en el documento "Golpe de timón" y "Segundo plan de la patria" dejaría claro que debía ir dejándose atrás al viejo estado burgués para ir reemplazándolo por la construcción del socialismo comunal.

El pueblo debía reabsorber el poder político, es decir, la progresiva potestad de la toma de todas las decisiones sobre todos los aspectos de la vida colectiva y comunitaria. Para el año 2024 había 49.183 consejos comunales urbanos, rurales e indígenas, con el 60% de ellos vinculados a 3.663 comunas registradas. No todas ellas tienen el mismo desarrollo del poder popular, pero entre las que se ha avanzado en la construcción del socialismo, podemos mencionar a las Comunas de El Maizal, El Panal, Cinco Fortalezas, Che Guevara y otras. Desde 2024 se vienen realizando asiduamente consultas populares organizadas por el CNE en las que todx venezolanx puede votar para elegir los proyectos comunitarios que se financiarán y ejecutarán.

La muerte de Chávez y el giro político que llevó a la región a partir de 2015/16 al repliegue del ciclo progresista, sobre todo luego del golpe contra Dilma Rousseff en Brasil y la derrota electoral del Kirchnerismo en Argentina, dejaron a Venezuela en una relativa soledad y debilidad que le restó fuerza para combatir el asedio criminal a la que la sometieron, desde adentro, las oposiciones burguesas destituyentes y violentas y, desde afuera, el imperialismo con toda crudeza. A partir de 2014, el gobierno de EEUU con la promulgación de la denominada "Ley en Defensa de la Democracia y de la Sociedad Civil en Venezuela", comienza a establecer toda una batería de medidas totalmente extraterritoriales y coloniales con las que se agudizan todo tipo de agresiones. Luego el decreto de Obama que declara a la República Bolivariana como una "amenaza inusual y extraordinaria para la seguridad nacional de EEUU" dará pie a la profundización sin cesar de las MCU. Lo que generó un colapso en toda la estructura económica, financiera y social del país. Algunos ejemplos del latrocinio al que es sometida: tiene retenidos unos 22.000 millones de USD en la banca extranjera; Inglaterra le confiscó 31 toneladas de oro; la imposibilidad de acceder a repuestos e insumos condujo a la reducción de la producción petrolera que pasó de 2,8 millones de barriles por día, en promedio durante 2015, a 339 mil en julio de 2020, lo que representa una caída del 88% (que se logró recuperar en estos últimos dos años llegando a un promedio de 1.058.000 barriles de petróleo diarios en febrero de 2025); el ingreso en divisas pasó de 39.639 millones de dólares en 2014, a 743 millones en 2020, lo que representa una caída del 99%; EEUU le ha arrebatado el control de la petrolera Citgo, filial de PDVSA en USA, valorada en 13.000 millones de USD; se ha bloqueado toda emisión de deuda soberana del país; se ha bloqueado los pagos para la adquisición de insumos médicos y vacunas y se suspendieron los programas de asistencia médica para pacientes en el extranjero; y entre enero y diciembre de 2018, Venezuela registró una inflación acumulada de 130.000%, producto de esta agresión.

Venezuela fue puesta en el ojo del huracán. Y paralelamente al ataque diplomático y de asfixia económica, el imperialismo erigió un férreo cerco militar desde la amplia frontera colombo-venezolana, sus bases militares y la IV Flota del Comando Sur de EEUU en el Caribe.

La táctica insurreccional violenta fue puesta en marcha. Dos de los más destacados episodios de violencia concebidos con el propósito de desatar la guerra civil en Venezuela fueron las llamadas «guarimbas» de 2014 y de 2017. Fueron comandadas y financiadas por las derechas y las ONG europeas y estadounidenses, pero realizadas por jóvenes universitarixs radicalizadxs en su conservadurismo o jóvenes lumpenizadxs, utilizados como fuerza de choque por la oligarquía y las capas medias antichavistas. El despliegue de la violencia explícita en febrero de 2014 dejó cuarenta y tres muertos y tuvo su expresión institucional en 2015 con el plan que denominaron «La Salida», concebido desde la asamblea nacional con mayoría opositora, para desalojar a Nicolás Maduro de la presidencia.

En los primeros cuatro meses de 2017 se configuró una situación que orillaba la guerra civil, con una gran cantidad de muertxs de ambos bandos y de ciudadanxs en general (adjudicados falsamente por la prensa corporativa occidental a la acción represiva del gobierno o del «régimen», como lo denomina la propaganda burguesa). Pero sin embargo, de lxs ciento treinta y un muertxs, solo trece fueron a manos de fuerzas de seguridad bolivarianas, por lo cual hay cuarenta efectivos procesados, detenidos o solicitados. La enorme mayoría fueron provocadas por disparos provenientes de las manifestaciones opositoras, o bien por accidentes en las propias barricadas o la manipulación de artefactos explosivos caseros. Tampoco podemos dejar de mencionar las muertes producidas por la quema de cinco personas y el linchamiento de otras veintinueve personas vivas por ser o tener apariencia de chavistas.

Esa situación terminó disolviéndose gracias a la iniciativa política de paz del gobierno bolivariano, que convocó a dirimir electoralmente las fuerzas el 30 de julio mediante el llamado a un proceso constituyente. La oposición de derecha llamará a la abstención, pero la épica de dicha elección, finalmente masiva, con personas cruzando ríos y montañas, o escondiéndose de las amenazas en los barrios acomodados de Caracas para ir a votar, pone fin al episodio más violento luego de la muerte del comandante Hugo Chávez.

También se destruyeron numerosas instalaciones materiales y energéticas, hospitales y escuelas, más de quinientas unidades de transporte nuevas y mercados o depósitos estatales de alimentos. Las poblaciones de muchas ciudades se convirtieron en rehenes de lxs opositores que las ocupaban y controlaban por días enteros paralizando toda actividad comercial, ante un gobierno nacional que decidió no implementar la represión estatal tal como lo hubieran hecho los gobiernos de países occidentales capitalistas frente una centésima parte de estos disturbios, desencadenado una masacre social.

Haciendo un salto en el tiempo, se entiende la rapidez de la respuesta del gobierno bolivariano luego de las elecciones presidenciales del 28 de julio de 2024, que después de preparar el terreno en la opinión pública occidental -con gran ayuda del magnate de las redes sociales, Musk- acerca de un supuesto fraude, desataron nuevamente la violencia con características similares. En todo caso un intento de fraude fueron los ciberataques que recibió el CNE, y que antecedieron a las acciones de los llamados "comanditos" organizados por la oposición violenta. Durante esos hechos se cometieron 28 asesinatos, entre las que se asesinó a dos mujeres líderes chavistas y a dos funcionarios policiales. Se realizaron ataques e incendios contra numerosos locales políticos con gente adentro, radios comunitarias, estaciones de metro, derribo de estatuas, sedes del CNE -incluyendo la central con veedores electorales dentro-, alcaldías, escuelas, universidades y otros brutales ataques.

Además de todo el apoyo concertado de las derechas y sus mercenarios de todo tipo, ya hemos mostrado como algunas ONG's e intelectuales "progres" soslayaron estos hechos y responsabilizaron al "régimen".

Fueron tantos los hechos de violencia perpetrados contra la revolución bolivariana en estos años que sería imposible reproducirlos en estas paginas. Ataques a instalaciones militares y robo de armas; intento de magnicidio contra el presidente y toda la plana mayor revolucionaria el 4 de agosto de 2018; el ciberataque que dejó sin energía eléctrica durante una semana a gran parte del país; varias incursiones militares penetrando la frontera desde Colombia, una de ellas disfrazada de ayuda humanitaria, coordinada por la USAID, en el marco de un recital de mercenarios de la cultura, en febrero de 2019, un mes después de la autoproclamación de un presidente de fantasía que nadie votó pero tenía el apoyo de Trump, y que desembocó en combates en los que resultó victorioso el chavismo, bautizados como la «Batalla de los puentes». Además de paramilitares y marines estadounidenses, se vio la presencia bochornosa de los presidentes de derecha y el secretario de la OEA esperando festejar algo que no pudieron lograr. Intentos fallidos de golpes de Estado como el del 30 de abril de 2019, dirigido por el ridículo Guaidó y unos pocos militares traidores, que sirvió para que huyera de la prisión domiciliaria Leopoldo López, dirigente de Voluntad Popular, preso por su responsabilidad en las muertes producidas en las «guarimbas» de 2014.

Otro intento de invasión muy resonante fue el del 3 de mayo de 2020, llamada operación Gedeón, organizada desde campamentos colombianos de la mano de un contratista militar estadounidense, Jordan Goudreau, que terminó delatando la masacre que realizaría por contrato por no cobrar los dólares prometidos por J. J. Rendón, Juan Guaidó y Elliott Abrams (el encargado especial de aquel gobierno de Trump para Venezuela, quien tiene las manos muy manchadas de sangre por su responsabilidad en la masacre de El Mozote en El Salvador, y quien también estuvo involucrado en el escándalo Irán-contras). Y todos estos golpes acompañados por la alternancia entre el desabastecimiento programado y la hiperinflación inducida golpeando la cotidianidad de lxs venezolanxs.

Así, luego del fracaso y derrota de esas acciones terroristas urbanas --que más tarde en 2018 se repetirían con casi idéntica matriz en Nicaragua--, pusieron en evidencia un derroche de fascismo, racismo y revanchismo antichavista y antipopular de la oposición antichavista.

La totalidad de las incursiones fueron neutralizadas por la enorme participación popular, la inteligencia, las milicias populares y la unidad cívico-militar forjada por Chávez. No se puede comprender la resistencia del proceso bolivariano sin conocer que allí hay una profunda construcción de poder popular enraizado y una unidad cívico-militar. Junto a Nicaragua y Cuba, estos son los únicos casos en que la Fuerza Armada Nacional está compenetrada con el proceso revolucionario y son garantía última de la defensa del proceso y del Gobierno.

Hemos dicho que la difícil situación económica creada y el clima de violencia generado por la oposición, más la sistemática propaganda y estimulo a abandonar el país, llevaron a una migración creciente. Sin embargo, y en los peores momentos, el estado revolucionario no dejó de proteger al pueblo con diferentes programas de alimentación, salud, deportes, entre otras, el casi nulo costo de todos los servicios públicos (agua, luz, gas, combustible, alquileres, internet) y desarrollar el más grande y ambicioso programa de viviendas populares, no del tipo de vivienda social para pobres, sino en hermosos y ecosocialistas urbanismos, equipadas con muebles y electrodomésticos, y complementos para la vida en comunidad digna, como polideportivos, escuelas, fábricas entre otras. Desde 2011 hasta la actualidad la Gran Misión Vivienda (https://www.minhvi.gob.ve/minhvi/) construyó y entregó 5.100.000 hogares. Lo cual no se conoce ni se difunde fuera de Venezuela.

Por otra parte, es importante mencionar que luego del fomento a la migración y la experiencia en muchos casos de engaño, xenofobia y desamparo que han vivido esas personas, se ha puesto en marcha el Plan Vuelta a la Patria, por medio del cual se repatria a quienes quieran volver de manera totalmente gratuita y con apoyo a la reinserción educativa, laboral, de vivienda y protección social. Más de un millón 200 mil venezolanxs han podido retornar mediante esa iniciativa desde su creación en 2018. La reactivación económica que se verifica a partir del segundo trimestre de 2021, se traduce en un crecimiento sostenido de su PBI y se evidencia en el logro de la soberanía alimentaria, ya que ha logrado romper los lazos de dependencia con los monopolios importadores y producir mas del 95% de alimentos en su territorio. Esto fue posible porque en el lapso 2021-2024, además de la recuperación petrolera, logró romper el ciclo de la hiperinflación inducida, estabilizó su tipo de cambio y comenzó a contener la devaluación de manera consistente.

Mostramos algunos indicadores sociales de estos tres países tan demonizados, para contrarrestar el aparato de contra-propaganda infernal que se despliega contra ellos. Lo cual no significa que no tengan problemas, penurias, corrupciones, errores, desafíos inmensos como en todos lados, pero la realidad es que de las cosas buenas no se habla. Pero, por sobre todo, lo más importante es ayudar a frenar la injerencia permanente, que les permitan autodeterminarse y en todo caso, equivocarse también por sí mismos. Y luego corregir, como hacen las verdaderas revoluciones para poder continuar, de lo contrario, aquellas que no lo hicieron se han desmoronado.

Reflexiones finales: ¡al imperialismo ni un tantico así!

Si el ciclo progresista del siglo XXI de Nuestra América ha logrado sobrevivir a la fase de repliegue y resurgir de la mano de la lucha de los pueblos que posibilitaron nuevos triunfos electorales, fue gracias a la tenaz resistencia de Cuba, Nicaragua y Venezuela que mantuvieron encendida la llama del antiimperialismo. Debemos ser conscientes de ello y defender a esos procesos que construyen un camino independiente y soberano, sino queremos que caigan en experimentos neofascistas como nos sucede hoy en Argentina, luego de la frustración del gobierno de Alberto Fernández que posibilitó el ascenso de Milei, quien expresa los intereses del conjunto de la clase dominante local y extranjera.

La necesidad de la clase dominante de reproducir y expandir las relaciones capitalistas de producción y explotación requiere, no solamente derrotar, sino hacer fracasar los modelos y sistemas alternativos, para que no se expandan como ejemplos a seguir y para perpetuar la sobreexplotación y saqueo de las periferias. Por eso dedican tanto esfuerzo a destruirlos.

¿Qué pasaría si EEUU dejara de asfixiar con sus bloqueos a Venezuela y Cuba al menos por unos añitos? Si tan desastroso es el socialismo ¿por qué no los dejan fracasar solos? Pues si levantaran los bloqueos y retiraran las MCU, estos países se recuperarían enseguida, tal como mostraban los indicadores de Venezuela hasta 2014. La verdadera tragedia para los pueblos del mundo es el capitalismo que nos hunde en el hambre y la miseria a las mayorías, mientras que un grupo cada vez mas reducido de seres humanos concentra más riqueza en sus manos, al tiempo que el nivel de desarrollo tecnológico y productivo alcanzado podría dedicarse a resolver penurias y catástrofes, y permitirnos más libertad a lxs trabajadores, pero no, sigue estando al servicio del lucro del capital.

Lo alentador es que las experiencias de Venezuela, Cuba y Nicaragua dan cuenta de que hay pueblos y gobiernos que resisten debido a un grado de organización y conciencia admirables. Saben que si caen en manos del imperialismo se disolverían como Estados nacionales, perderían la opción de construir un futuro como naciones independientes y justas, además que las penurias se retrotraerían a las épocas de las generaciones pasadas que vivían en la miseria, el abandono, el desamparo y la represión, junto al ninguneo histórico y político al que se vieron sometidas en toda Nuestra América. Pues para eso, para restaurarnos como neocolonias trabajan los mercenarios políticos y culturales de las derechas.

Pero lo que extraña, y quisimos poner de manifiesto, es el grado de confusión que cierta intelectualidad socialdemócrata, ya sea por alineamiento y convicción (de ser la pata "izquierda" del capitalismo imperialista) o por dinero, ha logrado insertar en una parte de las militancias populares. Como militantes debemos desentrañar esos alineamientos para ver donde situarnos y con quienes tender puentes para fortalecernos mutuamente en la lucha. Como en otros ámbitos, debemos esforzarnos por deconstruir los prejuicios que con tanto dinero de por medio nos han construido, y ver con claridad cual debe ser nuestra posición: la vereda de enfrente al imperialismo. Si coincidimos en algo con quienes nos someten, pues algo esta mal...

Y para ello, para saber como posicionarnos ante cada infamia que difunden sobre estos países rebeldes de nuestra América, proponemos preguntarnos: ¿quiénes son lxs que los señalan como dictaduras? Si son los gobiernos de EEUU, y sus lacayos gobernantes de derecha y ultraderecha de la región, junto a la oligarquía tecnológica (filo nazis como Elon Musk y Peter Thiel) ¿de verdad el campo popular debe creerles a quienes condujeron, financiaron y se beneficiaron de las verdaderas dictaduras genocidas de ayer y financian los golpes de estado oligárquicos y racistas de hoy?

Si el aprendizaje histórico nos muestra que cada vez que las masas populares emprendieron caminos revolucionarios fueron sometidas al escarmiento, sacrificio, exterminio o asfixia económica para anular esos "malos ejemplos" para el poder hegemónico, ¿por qué no podemos ver que ahora están haciendo eso mismo contra las revoluciones del presente? ¿por qué podemos ver con facilidad lo que pasó tiempo atrás en la historia, todo el despliegue de las operaciones psicológicas de la guerra fría (los encubrimientos de la prensa a las masacres de la dictadura en Argentina, etc.), las injerencias y propagandas de la CIA que cimentaron los genocidios e invasiones y no podemos ver lo que pasa ahora frente a nuestros ojos con quienes no se alinean al imperialismo?

¿Nos vamos a dar cuenta cuando ya sea tarde si tuvieran éxito en tal inhumana empresa de destruirlas? ¿Nos daremos cuenta que no los defendimos lo suficiente si caen o son derrotados cuando veamos el revanchismo asesino que sin duda se desplegaría con la contrarrevolución como ha sido históricamente? ¿Volveremos a decir "algo habrán hecho"? Cosa que no sucederá porque esos pueblos dieron grandes y dignas señales de no ir por el camino de la autodestrucción que proponen los depredadores de la humanidad y del planeta. Aun con los sacrificios impuestos fueron las únicas experiencias que sobrevivieron a la restauración y recolonización neoliberal y neofascista que avasallaron al resto de los gobiernos progresistas y populares de la región a través de golpes de estado, traiciones y derrotas electorales entre 2015 y 2019.

¿Hasta cuando seguiremos comprando el guion estadounidense de la democracia a su medida que no es más que la dictadura del capital bajo formas institucionales? ¿No vemos la incesante inyección de dinero que financia y disfraza la contrarrevolución como revoluciones de colores y encubre como luchadores de "la libertad" a personajes del antipueblo? ¿Nos declaran a cada rato la batalla cultural y no advertimos el caballo de Troya de la intelectualidad socialdemócrata con el que nos introducen el virus de la desconfianza, la duda y la demonización de los gobiernos antiimperialistas?

Pero el ejercicio antiimperalista no puede ser retórico, debe ser creación heroica de cada día. Una lucha y construcción política cotidiana y constante que tienda puentes para defendernos y fortalecernos mutuamente los pueblos de cada territorio de nuestra América, y, más aun, unirnos. Ese es el legado de todxs lxs que nos precedieron en los caminos de la emancipación: que no es posible sin la Patria Grande. Llevemos con orgullo sus símbolos y banderas, asumiendo al enemigo y sintiendo como propia cualquier injusticia en cualquier parte.

Si las clases dominantes reaccionaron al primer turno del ciclo progresista polarizando la lucha de clases de manera asimétrica, pues quienes se radicalizaron en vastos territorios fueron las derechas, en este segundo turno del ciclo progresista ¿queremos un resurgimiento light que de paso al neofascismo como pasó en Argentina y puede pasar en Chile? ¿o podemos apostar a superar los límites que nos trajeron hasta acá y pasar a un ciclo revolucionario? Ello implica radicalizarnos en nuestras posiciones que son las de la soberanía y la justicia social y eso nos pondría en la mira más brutal del imperialismo, tal como lo hacen con Cuba, Nicaragua y Venezuela. Por eso es importante entender que defender esos procesos es también defendernos a nosotrxs mismxs.

Siempre hay que tener en cuenta el postulado que dice «dime quienes son tus enemigos y te diré quiénes son mis amigos» para analizar los procesos políticos en Nuestra América. No podemos equivocarnos, es una brújula infalible: si el imperialismo los ataca, algo bueno deben de estar haciendo. Allí debemos cerrar filas los pueblos del mundo y sus militancias generando con unidad, convicción, formación política y pensamiento crítico los escudos necesarios que nos permitan avanzar en los caminos de la emancipación.

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