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EE.UU. :: 14/01/2021

EEUU: ¿Puede Biden gobernar como populista/progresista?

Robert Kuttner
¿Asistimos al desplome de los republicanos? No es esto algo que vaya a suceder en un futuro próximo

Trump y, antes que él, la gente del 'Tea Party' consiguieron avances entre los norteamericanos corrientes debido a que a un Partido Demócrata empresarial había dejado de atenderles. Esto resultó especialmente cierto en zonas rurales y pequeñas zonas metropolitanas que fueron antaño centros fabriles, en las que el desplome del apoyo a los demócratas en 2016 y 2020 resultó simplemente repugnante.

En cierta medida, Trump fue capaz de utilizar el nacionalismo étnico y el racismo como representación del populismo económico. Pero el “Make America Great Again”, por espurio que sea, señalaba también una preocupación por los niveles de vida perdidos y la dignidad económica.

Joe Biden procede del mismo entorno neoliberal que ocasionó las vulnerabilidades de los demócratas en la época de Clinton y en la de Obama. La mayoría de sus nombramientos son figuras de esas administraciones.

Pero, afortunadamente, los acontecimientos empujan a Biden a gobernar como alguien más progresista de lo que puede haber sido su intención. Y la opinión pública quiere que actúe así.

Un nuevo informe de 'Demand Progress', de obligada lectura, titulado "Americans Want a Progressive Biden Administration" [“Los norteamericanos quieren una administración Biden progresista”], se basa en una amplia encuesta que ha investigado si la mayoría de los norteamericanos quiere una administración Biden en la que influyan las grandes empresas. Y no la quiere.

Hay que leer entero el informe. Pero aquí van unos cuantos titulares.

Por una mayoría de más de dos a uno, los norteamericanos no quieren que Biden nombre a ejecutivos, consultores o cabilderos de empresa. La mayoría es todavía mayor en lo que se refiere a gente de sectores regulados o empresas que se han beneficiado de rescates.

Biden ha nombrado a la mayoría de su gabinete, pero todavía quedan por nombrar los directores de las agencias reguladoras y más de mil funcionarios por debajo del nivel del gabinete. En este nivel es donde tienden a meterse ese tipo de figuras de empresa.

Tal como sugiere el informe de 'Demand Progress', esto va bastante más allá de su simbolismo. Dependiendo del personal del que disponga su presidencia, las medidas políticas reales beneficiarán a la gente del común o a los sectores económicos poderosos que han amañado las reglas y se han repartido casi todas las ganancias de la economía. Si Biden considera nombramientos tóxicos los de esta gente, y si lo deja claro ante la opinión pública, los votantes responderán.

El informe de Demand Progress desvela también que una gran mayoría de norteamericanos, entre ellos un 60 % de los republicanos, considera un gran problema las puertas giratorias entre el sector de negocios y el gobierno. Y que una mayoría todavía mayor, revela el informe, es especialmente reticente frente a las grandes tecnológicas [Big Tech].

Hay que leer el informe en su totalidad. Y lo que es más, es lo que debería hacer Biden…y actuar en consecuencia.

¿Asistimos al desplome de los republicanos?

Hay mucha gente en las filas progresistas que babea con el espectáculo de los republicanos ejecutando un ritual masoquista habitualmente reservado a los demócratas: el de llevarse a matar todos contra todos.

En una pista del circo, Trump hablará en un mitin en Georgia esta noche [4 de enero, víspera de las elecciones de dos escaños pendientes que decidirán la mayoría del Senado norteamericano]. Sus palabras narcisistas, en la Red, tienen más posibilidades de disuadir a los votantes de que vayan a respaldar a los candidatos republicanos, de cuyo éxito depende el control del Congreso, que de que aumente su apoyo.

Luego, mañana, a modo de secuela, se fracturarán los republicanos del Senado amarga y públicamente a causa de un desafío al Colegio Electoral que es pura fachada [amenaza de varios senadores, como Ted Cruz, de no respaldar oficialmente el resultado de las elecciones presidenciales].

De manera que ¿empezará por fin a explotar el Partido Republicano, en tanto que inestable coalición de etnonacionalistas retrógrados y grandes empresas, entre las rivalidades personales por suceder a Trump y las nuevas tensiones sobre fisuras ocultas?

Yo no me apostaría el chalet. Sigue demasiado intacta la infraestructura a largo plazo (hermanos Koch incluidos [principales donantes millonarios de los republicanos]), y la improbable coalición entre la élite de negocios y la base del Partido, tenedora de armas y temerosa de Dios. Una vez elegido Biden, los republicanos regresarán a su oposición unificada a cualquier cosa que propongan los demócratas.

Llevamos publicando artículos que pregonan prematuramente el inminente desplome conservador (titular de portada hace más de veinte años) prácticamente desde que el Prospect empezó a publicarse.

El desplome iba a basarse en una combinación de cambios demográficos, sumada a las contradicciones de la coalición republicana.

Lo siento, pero no es esto algo que vaya a suceder en un futuro próximo. Tal como demostró 2020, la colcha étnica de retazos de Norteamerica no vota como un bloque progresista.

Que lleguemos alguna vez a vencer a estas gentes dependerá principalmente de qué nuestro lado actúe correctamente, no de los tropiezos o percances de ellos.

The American Prospect. Traducción: Lucas Antón para Sinpermiso. Extractado por La Haine.

 

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